Análisis de la etapa de “Regateo” del Presidente Hugo Chávez

Por Elsa I. Pardo


Publicado en Art Deco

Hay cinco etapas en que la mayoría de las personas atraviesa cuando saben que se van a morir.  Después de seis meses observando sus reacciones y comportamiento,  tal parece que Chávez se encuentra en la tercera etapa del “Regateo.” Según los expertos, estas etapas son la negatividad, angustia, regateo, depresión y aceptación.         

Durante el principio de su enfermedad, pudimos ver claramente la “negatividad” de Chávez, mostrando una imágen arrogante, prepotente, de  super hombre e invencible, capaz de vencer todas las adversidades, incluyendo su salud.  El no estaba aun listo para reconocer la gravedad de su enfermedad.

Una vez que la persona ha pasado la etapa de negatividad, pasa usualmente por un incomprensible período de ”angustia y hostilidad.” ¿Por qué debe pasarme esto a mi? ¿Qué he hecho para merecer este castigo? A menudo, los familiares también pasan por estas etapas de angustia y hostilidad.

La tercera etapa es de “Regateo.”  La persona que va a morir es capaz de hacer cualquier cosa para evitar esa decisión, como arrepentirse de sus pecados, corregir sus errores pasados, si se le deja vivir un poco, o si se le libra de su dolor, por cierto, algunos analgésicos tienen el efecto secundario de nublar la conciencia.

Por ejemplo, recientemente, después de su regreso de La Habana, hizo declaraciones en una misa para dar gracias por su salud en Barinas. En su etapa del regateo, dijo llorando algunas veces, lo siguiente: “Dame tu corona Cristo, dámela, que yo sangro. Dame tu cruz, cien cruces que yo las llevo, pero dame vida, porque todavía me quedan cosas por hacer por este pueblo y por esta patria.  No me lleves todavía, dame tu cruz, dame tus espinas, dame tu sangre que yo estoy dispuesto a llevarla pero con vida, Cristo el señor, amen.” Y como si fuera poco, afirmó que durante las elecciones del 7 de octubre, su reelección para Presidente es irreversible y la revolución socialista continuará.

Después, entrará en la etapa de la “depresión”, una reacción normal, al darse
cuenta de todo lo que ha obtenido en su vida y lamenta su pérdida. En esta etapa depresiva, la persona puede no querer hablar mucho.  Puede ser que se preocupe mucho por cómo su familia va a vivir sin él cuando haya muerto y puede estar ansioso por “poner en orden sus asuntos”. La etapa final del proceso de morir viene cuando el acepte que pronto va a morir y está preparado para ello.