5 abr 2010

La personalidad en las relaciones


Por: Magaly Aguilera

Si hubiera una fórmula para que una relación no se acabara, podríamos ahorrarnos muchos contratiempos, pero los seres humanos no somos fáciles, estamos llenos de emociones acumuladas que hacen que nuestro comportamiento responda a la personalidad individual.

La personalidad es la indicación exterior del carácter interno del ser humano y constituye los rasgos que delinean su comportamiento, como sus hábitos, apariencia, forma de actuar. La personalidad se deriva del término latino persona, que significa la máscara usada por los actores de la antigüedad. Este significado despierta en nosotros una idea real de su significado interno, porque la personalidad es realmente la máscara destacada por el carácter y atreves del cual hablamos, actuamos y nos manifestamos a los ojos de los otros.

Tanto en lo referente al carácter interno como a la personalidad, cada individuo juega un papel en la escena de la vida y representa un papel, pero si nos ponemos a observar con detenimiento podemos darnos cuenta de sus pensamientos, sentimientos y emociones, por medio de sus modales, presencia, tono de voz, manera de andar y hasta el énfasis de su voz.

Es imposible para nadie, penetrar en la cámara mental de la otra parte y ver el registro de su carácter y poder interpretar la combinación que lo hizo llegar a ser de una forma determinada, pero si nos damos tiempo podemos discernir la forma de lo que se lleva oculto, observando las cosas que aparecen a nuestra vista nos damos cuenta de lo que nos oculta la personalidad.
Para que una relación funcione debemos deponer las mascaras de la personalidad que hemos fabricado.

Ser genuino no es fácil y conlleva mucha valentía, mucha fuerza interior, por eso son pocos los que logran encontrar en la vida la relación que anhelan.

1 comentario:

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo con Magaly. Creo que se nace con una personalidad que se va definiendo con el tiempo. Vemos que los hermanos, nacidos de los mismos padres, criados de la misma manera, no son iguales y sus personalidades a veces son completamente distintas.

Es muy difícil penetrar en los pensamientos y en los sentimientos de otra persona, porque como dice el refrán "cada persona es un mundo". Actuamos según las circunstancias en que nos encontramos, como decía Ortega y Gasset, "el hombre es él y sus circunstancias".

Siempre he buscado ser genuina, y aunque nunca he podido vencer cierta timídez que me caracteriza, trato por todos los medios de serlo porque creo que es la única manera de ser feliz conmigo misma y con los demás.

Es difícil encontrar ese quilibrio que reúne ser veraz, transparente, sencilla y valiente, y eso cuesta mucho trabajo. Tal vez otras personas no lo comprendan y nos juzguen mal, pero hay que perseverar.

Te felicito, Magaly.

Martha Pardiño

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