22 jun 2010

De siervo de sí mismo a siervo del estado socialista.


Las soluciones socialistas, nacidas de los males europeos,
no tienen nada que curar en la selva del Amazonas»
...al llegar a ser tan varia, activa y dominante la acción del Estado,
habría este de imponer considerables cargas a la parte de la nación trabajadora...
(José Marti en su articulo “La futura esclavitud”)

Por: Maria Teresa Villaverde Trujillo
ashiningworld@cox.net

José J. Martí y Fermín Valdés Domínguez fueron amigos entrañables toda la vida. Mi “hermano del alma” llamaba Marti a Fermin. Halló el Apostol en él al servidor, tanto como médico y tanto como soldado de la libertad de Cuba. Fermín llegó a ser un gran colaborador del periódico PATRIA pero ya se le notaba la diversidad de pensamiento en cuanto a la política a seguir en la Cuba después de su liberación; porque Fermín era partidario de las ideas socialistas, y el Apóstol estaba muy distante en la aceptación del socialismo como régimen de gobierno.

Así, en extensa y concisa carta expone a Fermín Valdés Domínguez y a su vez
le profetisa lo que pudiera pasar en un estado con gobierno socialista:

Todo el poder que iría adquiriendo la casta de funcionarios, ligados por la necesidad de mantenerse en una ocupación privilegiada y pingüe, lo iría perdiendo el pueblo que no tiene las mismas razones de complicidad en esperanza y provechos, para hacer frente a los funcionarios enlazados por intereses comunes. Como todas las necesidades públicas vendrían a ser satisfechas por el estado, adquirirían los funcionarios entonces la influencia enorme que naturalmente viene a los que distribuyen algún derecho o beneficio.

El hombre que quiere ahora que el estado cuide de él para no tener que cuidar el de si, tendría que trabajar entonces en la medida, por el tiempo y en la labor que pudiese el estado asignarle, puesto que a éste, sobre quien caerían todos los deberes, se darían naturalmente todas las facilidades necesarias para recabar los medios de cumplir aquellas.

De ser siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser siervo del estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, iría a ser esclavo de los funcionarios. Esclavo es todo aquel que trabaja para otro que tiene dominio sobre él, y en ese sistema socialista dominaría la comunidad del hombre, que a la comunidad entregaría todo su trabajo.

Y como los funcionarios son seres humanos y por tanto abusadores, soberbios y ambiciosos, y en esa organización tendrían gran poder, apoyadas por todos los que aprovechan o esperaron aprovechar de los abusos, y por aquellas fuerzas viles que siempre compra entre los oprimidos, el terror, prestigio o habilidad de los que mandan, este sistema de distribución oficial del trabajo común llegaría a sufrir en poco tiempo de los quebrantos, violencias, hurtos y tergiversaciones que el espíritu de individualidad, la autoridad y osadía del genio y las astucias del vicio originan pronta y fatalmente en toda organización humana...

El funcionario autocrático, abusará de la plebe, cansada y trabajadora. Lamentablemente será, y general la servidumbre».


Junio 2010
ashinignworld@cox.net

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