No cierren el Teatro Gusman

Por Elsa I. Pardo

Publicado en Diario Las Americas 7/20/2010

Recientemente leí la noticia de que el alcalde Regalado propone cerrar el Teatro Gusman en el “downtown” de Miami, como medida de recortes para sufragar un déficit de $100 millones en la municipalidad.

El Gusman es un edificio histórico construido en el 1926, recientemente se le hizo renovaciones y se mantiene activo con espectáculos, conciertos y es la sede principal del Festival de Cine de Miami.

El teatro es una necesidad para que el público disfrute espectáculos variados y de calidad, digno de las grandes ciudades cosmopolitas, como lo es Miami. Además, el Festival de Cine de Miami adorna y enriquece el ambiente cultural.

En los 80 había más de 20 salas de teatro, pero hoy casi no se hace teatro. El teatro lírico está muy limitado, a excepción de algunos espectáculos de Grateli y de vez en cuando se ofrecen comedias y operetas musicales. Y, hay pocas oportunidades para los actores, actrices y cantantes líricos.

Se han construido modernos rascacielos y condominios alrededor del “downtown” y durante el día está lleno de actividades, folklore y colorido; hay mucho turismo de todas partes del mundo.

Sin embargo, ahora que hay nuevos residentes, tiendas y restaurantes que le están dando vida e iluminación al área, el Gusman puede cerrar sus puertas.

La ciudad de Miami contribuye con $1.4 millón en gastos de mantenimiento anuales y las ganancias anuales de entre $5 y $7 millones van a parar directamente a las arcas de la ciudad, según su director, Art Noriega.

El Condado Miami-Dade contribuye con $105,000 anuales y el estado también contribuye. Además, existen otros grupos de apoyo, sin ánimo de lucro, como “Friendo Of. Gusman” (Amigos del Gusman), que podrían contribuir con fondos. Entonces, ¿por qué cerrar el Teatro Gusman?

Miami, FL.