8 ago 2010
Anulen la lapidación
Por Elsa I. Pardo
Los medios de comunicación a través del mundo y por Internet están anunciado la sentencia de lapidación por adulterio en Irán, en el 2006. Sakine Mohammadi Ashtiani, una ira ni de 43 anos y madre de dos hijos, fue condenada inicialmente a recibir 99 latigazos y tras recibir ese castigo, ha pertenecido en prisión. Es una práctica que no aparece en el Corán ni se justifica por el ejemplo del Profeta, pues el mostró su desaprobación a pesar de todo, paso a los códigos de jurisprudencia medievales.
El presidente de Brasil, Luz Inacio Lula da Silva, dijo este sábado que su país está dispuesto a conceder asilo a la mujer iraní y tratara de convencer a su homologo de Irán, Mahmoud Ahmadineyad, para que la libere, aclararando que es necesario respetar la soberanía y las leyes de los otros países., Lula dijo que "nada justifica que el Estado le quite la vida a alguien". Estoy de acuerdo con el presidente Lula, no estoy de acuerdo con ninguna clase de sentencia de muerte a ningun ser humano.
" En el islam nadie puede tomarse la justicia por su mano." Existe una tradición del Profeta en la cual un hombre le pregunta: "Mensajero de Dios, entonces, ¿si encuentro a mi mujer con otro debo ir a buscar cuatro testigos?" El profeta Mahoma contestó: "Sí". Existen también una serie de prescripciones que protegen la privacidad de estos asuntos, tales como los castigos por calumnia. En la mayoría de los casos, una acusación de adulterio acaba con el castigo del que acusa, dada la dificultad de verificarse. Es casi imposible verificar el adulterio y el Corán acepta el arrepentimiento en caso de que así sea: "Si se arrepienten y se enmiendan, dejadles en paz" (Corán 4:15-16).
Siendo así, es lógico que no se conozcan sentencias como la de Sakineh Mohammadi Ashtiani en países tradicionalmente musulmanes. En el sentir de la mayoría de los musulmanes eso no se corresponde al mensaje del islam, ni a la sensibilidad islámica, pues sabemos que "Dios se ha prescrito a si mismo la misericordia como ley" (Corán 6: 12). Esto hace que una sentencia como esta, ya cruel de por sí, se presente además como algo incomprensible.
Desde aquí pedimos a los responsables de la República Islámica de Irán que anulen la sentencia de lapidación a Sakineh Mohammadi Ashtiani y que deroguen dicha ley, que solo puede ser considerada como una anomalía y una traición a los más básicos valores del islam.
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