9 ago 2010

Barack Obama y su circunstancia


Por NICOLAS PEREZ

Publicado en el Nuevo Herald 8/4/2010

Desde que Barack Obama surgió nacionalmente en política en las primarias demócratas frente a Hillary Clinton, y luego frente a John McCain en las presidenciales, lo apoyé en sus planteamientos. Lo hice porque pensé que este país estaba tan desorientado después de los ocho años de George Bush, que necesitaba soñar, creer, y él con su ``Sí podemos'', era quien podía estar más cerca de ayudar a lograrlo.

Defender a Obama tuvo para mí un alto costo emocional. Rodeado de un exilio republicano me sentí muchas veces una especie de burro dentro de una manada de jirafas. Pocos entienden que escribir todos los miércoles en el periódico hispano más importante de Estados Unidos, y decir sin cortapisas las cosas en que uno cree en este medio, eso tiene un precio.

Pero por otra parte, aunque tratando de no alejarme de la prudencia, las acusaciones de que Barack no era ciudadano norteamericano sino un traidor musulmán, las burlas racistas que le llovían por internet, los juicios de carácter que emitían contra él personajes de la catadura moral de Newt Gingrich, Dick Cheney, Rush Limbaugh y otros, me hicieron fácil simpatizar con el primer presidente negro de Estados Unidos.

No me equivoqué. Barack ha roto lanzas contra molinos de viento. Primero fue su reforma al sistema de salud, un logro histórico. Luego enfrentó ese cáncer de los lobistas que con dinero este grupo de ``vivos'' compran leyes. Ahora se acaba de promulgar la reforma financiera, la más ambiciosa desde la Gran Depresión de 1930. Basta de abusos con los intereses de las tarjetas de créditos. Basta de abusos con las hipotecas bancarias. Basta de abusos con los bonos millonarios de los altos ejecutivos a costa del pueblo norteamericano. Pero esta cosecha de triunfos que él ha sembrado se demorará en dar frutos.

Y lo acuciante, lo que este pueblo tiene frente a sus ojos y que es difícil de escamotear son las promesas incumplidas de Obama. La guerra de Afganistán continúa. La Base Naval de Guantánamo sigue siendo una cárcel. Prosiguen los embargos hipotecarios, no mejora la crisis económica y el desempleo está en un 9.5%.

Y es que Barack no es perfecto. Siempre le vi dos talones de Aquiles y con metáforas lo insinué hace algún tiempo. Lo primero es que él no fue un niño criado como deben ser criados los niños, como un carro de helados, a empujones y campanazos. Cierro los ojos y lo veo en el barrio de su niñez en Kenang, Yakarta, sentado en las faldas de su abuelita Madelyn Dunhan, con un trajecito inmaculado con cuello y puños de encaje. No creo lo dejaban jugar a las bolas en la calle, ni a la quimbumbia, ni a los trompos. Es decir, a nuestro presidente lo criaron como un redomado bitongo, lo sobreprotegieron más de la cuenta y el modo con que no ha sabido defender lo suficiente sus ideas y ha retrocedido ante los embates de republicanos radicales señala la preocupante posibilidad que algún bully le haya quitado a Obama su merienda en la escuela.

También otro de sus problemas es su educación en la Universidad de Harvard. Es un orador magistral pero intelectualiza demasiado las ideas, es transparente pero no es simple. No es como un Reagan que llegaba al pueblo con su carisma, o George Bush II que lo hacía con su ineptitud rampante, o Jimmy Carter con su cándida estupidez, o Bill Clinton con su inteligencia avasalladora. Barack no llega. A mí no me llega. A veces se queda a medio camino, como en su último discurso sobre la reforma migratoria, que fue un fiasco, en el cual estuvo una hora hablando sin decir absolutamente nada.


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NICOLAS PEREZ: Barack Obama y su circunstancia
By NICOLAS PEREZ
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También habla tonterías. Hace unos días declaró que el Partido Republicano es el partido de los ricos. Un resbalón deplorable. En este país hay 8 millones de millonarios y por el Partido Republicano votaron en las últimas elecciones 59,934,786 ciudadanos de a pie. Y ser rico tampoco es un crimen. Este es el país capitalista por excelencia y lo sostienen sobre sus hombros los empresarios. La persona que más respeté y admiré en mi vida era un capitalista a ultranza.

Los errores de Barack Obama pueden llevar a que el Partido Demócrata pierda las próximas elecciones. Y esto quizás le provoque el mismo sacudón que a Bill Clinton en 1997 y rectifique el rumbo y vaya al centro. Muy cierto que algunos republicanos son la bruja de Blancanieves pero él no debe dejarse provocar. Lo último es que los acusa de tener como rehenes a las pequeñas empresas luego que se negaron a apoyar un plan de $30,000 millones para créditos. ¿Tiene razón? Quizás. Pero en este país hay que gobernar con la oposición.

Falta mucho tiempo pero creo que Barack Obama ganará un segundo mandato. Es una osadía hacer este vaticinio a más de 2 años de las próximas elecciones presidenciales pero ya están sobre el tapete las reglas del juego. El Tea Party es alma, corazón y vida del Partido Republicano. Si ellos nominaran a un sensato y sólido Mitt Romney, tendrían posibilidades de sacar a Obama de la Oficina Oval. Pero no lo van a hacer. A demasiados republicanos los pierde su emocionalidad y sus extremismos. Están perdidamente enamorados de una enloquecida Sarah Palin y eso los va a llevar al despeñadero.

Nicop32000@yahoo.com

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