El problema del combustible es más preocupante de lo que imaginamos. El distinguido economista Antonio Jorge advirtió en una ocasión que el problema es realmente grave.
Señaló que son dos los problemas fundamentales que afectan los precios: la gran demanda del combustible, citando a China y a la India a la cabeza de la lista, así como el desarrollo impetuoso de las economías a nivel mundial, lo que provoca un desnivel muy profundo entre oferta y demanda que aprovechan los especuladores para crear condiciones en los mercados bursátiles que suben los precios.
El segundo factor: la incapacidad de las refinerías de aumentar la producción. No importa, decía el profesor Jorge, que surjan nuevos yacimientos si no existe la capacidad industrial para procesarlos.
Construir o ampliar las refinerías es un proceso largo y costoso.
Según la misma fuente, el primer importador de petróleo en el mundo es EEUU, con 10.4 millones de toneladas por día. Le sigue Japón con 5.3 millones, Alemania con 2.6 millones, Francia con 1.8 e Italia con 1.7 millones. Cuba aparece en el número 58, con 203,500 toneladas diarias, que muchas veces ni siquiera llegan a puerto pues las revenden en alta mar a otros países.
Los expertos predicen que la demanda mundial sobrepasará a la producción. Para el 2030 la producción será la misma que la de 1980, pero para ese año se espera que la población mundial sea aproximadamente el doble de la de 1980, por lo que la demanda será mayor que la producción mundial. Como resultado el precio crecerá astronómicamente.
Nuestros gobernantes deben comenzar ya a reducir nuestra dependencia del petróleo árabe y venezolano e insistir en la fabricación de vehículos eléctricos y otras medidas que nos liberen. Ante todo, deben enfrentar con valentía a los poderosos intereses petroleros mundiales, que no hace mucho se las arreglaron para convencer a muchos fabricantes de autos de deshacerse de los miles de carros eléctricos que esperaban listos para entrar al mercado mundial.
Otro factor: habría que eliminar los vehículos de alto consumo, esos monstruos gastadores que compran algunos por vanidad.
Según Jorge, todo indica que la espiral de precios habrá de continuar indefinidamente.
La mayoría de todo lo que adquirimos en los mercados de alimentos o en las tiendas llega en camiones, trenes y barcos que se mueven con combustible y por nuestro aeropuerto pasan 4 millones de viajeros al año traídos por aviones, que también gastan combustible, y hay centrales eléctricas que producen energía utilizando petróleo. Se puede decir que sin petróleo no hay país.
Según datos de The World Factbook, Estados Unidos consume más de 20 millones de barriles diarios ocupando el primer lugar seguido de China con cerca de 8 millones y Japón con algo más de 5.7 millones, pero desde 1990 la demanda de estos gigantes asiáticos ha ido creciendo a un promedio anual del 7%. Por su parte la India va cerca de los 3 millones también con un crecimiento de consumo anual extraordinario.
Actualmente la producción mundial sobrepasa los 76 millones de barriles diarios y el consumo se calcula en cerca de 77 millones. Esa diferencia, aunque pequeña, es suficiente para crear un estado de inseguridad y nerviosismo en los mercados que a su vez responden exclusivamente a la ley suprema del capitalismo: la oferta y la demanda. Todo indica que si en un rubro tan importante como el petróleo la demanda supera en exceso a la oferta, con una industria refinadora incapaz de satisfacer los pedidos, el resultado pudiera ser catastrófico.
Por otro lado, nuestro sistema de libre empresa hace de la intervención oficial controlando los precios un pecado impensable (para beneplácito de unos pocos y perjuicio de muchos).
Entonces, ¿qué nos espera a los que nos será muy difícil pagar el galón a 5 dólares o más, como dicen los expertos que habrá de costar en un futuro no muy lejano?
Desafortunadamente en Miami no contamos con un sistema de transporte público eficiente. Una diligencia que en auto tomaría media hora, en autobús se convierte fácilmente en dos horas o más. ¿Bicicleta? No hay quien se atreva por las calles de la ciudad. ¿Tren subterráneo? El subsuelo lo hace muy difícil y costoso. ¿Tranvías? Quizás.
Sólo queda escuchar algunos consejos de los especialistas en la materia: la mayoría de los distribuidores de marcas no famosas utilizan el mismo producto que las de renombre.
Algunas personas creen que la gasolina premium de alto octanaje es la mejor. Falso. El manual del vehículo le dirá si es necesario un tipo especial; muchas veces sugieren usar la regular, sin importar el año del auto.
No llene el tanque hasta el tope. Muchos estudios indican que parte se queda en la manguera o se pierde por evaporación. Evite acelerones violentos. Usar el cruise control en carretera es lo mejor para ahorrar más. El auto con las gomas bajas de aire puede costarle un 10% o más de pérdida. La presión debe chequearse al menos una vez al mes.
Un tiempo atrás mil camioneros con sus rastras gigantes se reunieron a las puertas de las oficinas de los comisionados en el downtown recabando ayuda para enfrentar los altos costos del combustible. ¿Podremos nosotros, algún día, hacer lo mismo?
jgastonsilva@yahoo.com
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LO FELICITO POR SU ARTICULO ;; SOLO QUE EL AUMENTO ERA, EN TIEMPOS DE BUSH,, NOTICIA DE PRIMERA PLANA AHORA, PARECE SER QUE A LOS PERIODISTAS NO LE INTERESA SANTIAGO
Marcar como inapropiado Me gusta ResponderResponder Peterbill Hoy 04:06 PM
Tu te quejas de la gasolina, yo me quejo del Diesel , en california este vale mas caro que todos los demas combustibles, como es posible si historicamente el Diesel era mas barato que las gasolinas.
Impuestos; ahi esta tu respuesta cada vez le quieren sacar mas al pellejo de uno y no entienden que la economia se mueve en este pais por camiones.
Con tal de sacar mas dinero a los politicos no les importa ahogar a los camioneros.Ello en su afan por mantenerse en el poder despatarran a cualquiera, no es su meta pero si es su fin.
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El aumento de gasolina quiere decir que Obama va por mal camino. Los ricos se hacen mas ricos y los pobres mas pobres. Seguimos en el mismo predicamente, cuando adoptaremos energias alternas para demonopolizar esta maniatica insensatez.
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