30 dic 2010

Los desastres naturales nos avisan

By Magaly Aguilera on December 29, 2010 at 9:22 PM


Los fenómenos meteorológicos registrados en la primera década de este siglo han afectado a más de 40 millones de personas en el Caribe y América Latina. Una elevada cifra que podría ser mayor si no se toman medidas urgentes para mitigar los efectos negativos de estos fenómenos.

Rusia explota de calor en verano mientras que Europa y Estados Unidos de América estan bajo una tormenta invernal que deja a miles de familia sin electricidad en medio de la Navidad.

La gran incidencia que tuvieron las extremas temperaturas registradas, los incendios forestales, las sequias, las grandes tormentas e inundaciones, los cuales han afectado a millones y millones de personas, y han requerido elevadas sumas de dinero para contrarrestar los daños que han provocado dichos fenómenos naturales , dejando la economia desangrada en muchas de las zonas afectadas..

Mas de 780,000 personas perdieron la vida en este año a causa de desastres naturales.

Esta década ha presenciado los mas variados desastres naturales, han arrasado con pueblos enteros, perjudicando a millones de personas y a la mayoria de los paises, ya que cada desastre natural trae como secuela imnumerables acciones para salir delante.

Así mismo, debemos reparar en que los desastres naturales no solo se reducen a causar daños mientras suceden, sino que también dejan importantes secuelas a su paso. Por ejemplo, luego de las grandes tormentas o del terremoto que tuvo lugar en Haití, las enfermedades, falta de agua y varias consecuencias más están a la orden del día.

En la decada del 70 en pocos países de latinoamerica había mosquitos transmisores de la fiebre amarilla, el dengue y la malaria habían desaparecido, en tanto que en el año 2002, la gran mayoría presentaba estas enfermedades tropicales debido a la carencia de cuidados esenciales.

¿Qué hacer frente a esta situación? Frente a este panorama en el cual los fenómenos meteorológicos tienen un papel protagónico, es necesario la existencia de una coordinación regional y del intercambio de mejores prácticas en políticas sostenibles, tecnologías y en inversiones que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, fortaleciendo las energías renovables, la eficiencia energética y el ahorro de energía.

Por último, es preciso reflexionar sobre los refugiados climáticos. Los desastres naturales dejan a millones de personas sin nada, en tanto que muchos fenómenos meteorológicos amenazan dicha desposesión. En consecuencia, son millones de personas las que van emigrando hacia otros lados en donde el clima y la naturaleza sigan siendo amigables. Pero si no existe un verdadero cambio para frenar al cambio climático,

¿Qué lugar seguirá siendo amigable?¿Qué pais puede abrir los brazos a estos desamparados en la situación actual de la economia mundial?

Cuando miramos los informes de este año nos damos cuenta que los sunamis, los terremotos, las heladas o los fuertes calores son producto de un alarido de dolor que nos hace oir de algún modo nuestro planeta azul.

En nuestra manos esta tomar conciencia por nuestros propio bien y el de todo el planeta.

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