20 dic 2010

XENOFOBIA Y DISCRIMINACIÓN

La xenofobia, es la aversión, el odio, el fastidio y la hostilidad hacia otros seres humanos por considerarlos inferiores debido a su origen étnico, su nacionalidad, o sus creencias, sin importar que tan inteligentes o bondadosos sean.

Las personas que sin motivo desprecian a otras son, por lo general, individuos con un ego gigantesco que distorsionan la realidad al sobrevalorar su propia raza, cultura y tradiciones sobre todas las demás.

Hay muchas personas que no odian a muerte a los demás por pertenecer a otra raza, ideas políticas o religión y aseguran que aman a toda la humanidad, pero esto en el fondo es falso, porque aunque no albergan el rechazo y odio que sienten los xenofóbicos, en mayor o menor grado, discriminan sin odiar. Todos de una u otra forma discriminamos.

A muy pocos latinoamericanos o de cualquier nacionalidad que sean de piel blanca, no les agrada la idea de que un hijo (o una hija) se case con una persona de la raza negra, como tampoco que lo hagan con alguien que pertenezca a otra religión o con un ateo. Tampoco ven con buenos ojos que se relacionen con personas de un estrato social más bajo. Esto es discriminación, pero no xenofobia.

A muy pocos estadounidenses, europeos o australianos blancos, les llama la atención residir en un vecindario de negros, de asiáticos o de hispanoamericanos, así estos últimos también sean de la raza blanca.

Algunos dicen amar a toda la humanidad, hasta que se les cruza un chino en su camino o un negro se pasa a vivir al mismo vecindario, o peor aún, al mismo edificio.

Los supermercados de los chinos venden porque a la gente le conviene, pero la mayoría en el fondo piensa que son sucios, que no los entienden y que, además, comen ratas.

Muchos miembros de religiones son tan sectarios, que se mantienen totalmente aislados de otros grupos y no admiten relaciones con quienes piensen diferente, ya que éste es el comportamiento que les ha sido inculcado desde su niñez.

Los judíos han sido perseguidos desde el principio de los tiempos y todavía existe discriminación hacia ellos, aunque no lo parezca. Durante la Segunda Guerra Mundial fueron exterminados millones de personas solamente por el hecho de ser judíos.

El holocausto fue algo que todavía hoy nos avergüenza casi a todos como seres humanos, que no sólo fue cometido por el ansia de poder de una sola persona sino que contó con la colaboración de muchos que se habían convencido que eran de una raza superior y sentían un profundo odio hacia otras.

La igualdad de oportunidades para todos, cualquiera sea su raza, religión, color de piel, cultura y tradición, debe ser un un factor determinante para el progreso en un mundo día a día más globalizado en el cual existe una gran diversidad de criterios.

Existen poderosas empresas muy selectivas que veladamente discriminan porque desean destacarse sobre otras, en todos los campos, incluyendo la presentación física de sus empleados.

Está bien que conservemos nuestras raíces y tradiciones, pero sin odiar a otros seres humanos porque pertenecen a otra raza, otra religión, o porque piensen diferente a nosotros.

Es imperativo respetar para merecer respeto.

José M. Burgos S.

burgos01@bellsouth.net

1 comentario:

Admin dijo...

Si eres feliz, bien por ti, pero nadie hará nada por aquellos que son odiados, solo queda hacer cambiar a aquellos que odian o cambiar uno mismo, o quitar del camino aquello que es odiado para así ser feliz. Suerte :D

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