16 ene 2011

ALARMA DE LA PRENSA LIBERAL MANIPULANDO LA NOTICIA

Por María Argelia Vizcaíno
13 de enero de 2011



Una abominable masacre se perpetró el pasado 8 de enero de 2011 en Tucson, Arizona. El acusado, Jared Lee Loughner quedó sin posibilidad de fianza en su primera aparición el lunes, ante el tribunal que lo juzga por el ataque en el que murieron seis personas y catorce resultaron heridas.

Cargos en su contra

El juez del tribunal federal de Phoenix leyó a Loughner los cinco cargos de los que se le acusa de momento por el asesinato de dos personas y el intento de asesinato de otras tres. El joven, se enfrenta además a tres cargos por el intento de asesinato de un funcionario público, el de la congresista Gabrielle Giffords y el de dos de los miembros de su equipo Pam Simon y Ron Barber que resultaron heridos y al cierre de este artículo, aún permanecen hospitalizados.

No se han incluido los cargos relacionados con las otras cuatro muertes que se produjeron el sábado, entre ellas la de la niña de 9 años Christina Taylor Green.

Además de ser juzgado también por esos cargos, existe la posibilidad de que Loughner sea procesado bajo la ley que persigue el terrorismo doméstico.

Los héroes de la masacre

Detrás de esta fatalidad encontramos varios héroes, como Daniel Hernández, de 20 años, un estudiante de ascendencia hispana de la Universidad de Arizona que fue el que ayudó a Gabrielle Giffords, la representante federal demócrata que recibió un tiro en la cabeza.

Según relató a la prensa, cuando escuchó los disparos del atacante con una pistola semiautomática: "Corrí instintivamente hacia Gabrielle”. El joven tomó la cabeza de la congresista y aplicó presión en la herida para evitar el sangrado. "Le dije que apretara mi mano si estaba bien y así lo hizo”, y la acompañó en la ambulancia hasta el hospital.

Posteriormente los médicos del Centro Médico Universitario en Tucson aseguraron en una rueda de prensa que la congresista estaba en estado grave luego de haber sido operada. El médico Peter Rhee declaró que "en este momento estoy muy optimista de su recuperación'' y (…) "en lo que pueda pasar en esta clase de situación''.

Patricia Maisch, de 61 años, se encontraba en la fila de las personas que esperaban para tomarse una foto con Giffords cuando oyó los primeros disparos.

"Pensé que me dispararía si corría, así que decidí tirarme al piso", contó Maisch.

Cuando Jared Lee Loughner, el agresor, le disparó tres veces a una señora que estaba a su lado se le acabaron las balas por lo que hizo una pausa para cargar más municiones, y ahí aprovecharon dos hombres para abalanzarse sobre él.

"Lo tiraron al suelo y me gritaron que tomara el arma”, declara Maisch, quien se llena de valor y logra quitarle el cargador impidiendo que él siga disparando contra los asistentes al evento y luego se plantó de rodillas sobre sus tobillos para ayudar a controlarlo.

“Los dos hombres que lo neutralizaron son los verdaderos héroes”, afirmó más tarde Maisch. Esos hombres son Bill Badger y Roger Salzgeber, de 74 y 61 años, respectivamente. Mientras Salzgeber lo sujeta por la espalda, el segundo, un coronel retirado de las fuerzas armadas norteamericanas lo agarró por el cuello.

El otro encargado de controlar a Loughner, lo sujetó por las piernas, fue el joven Joseph Zamudio.

Preocupación y tristeza por los hechos

La Casa Blanca, congresistas y amigos de la representante expresaron su preocupación y tristeza por los hechos, al que muchos calificaron de un acto sin precedentes.

"Lo que los estadounidenses hacen en una tragedia es unirse y apoyarse uno al otro. Así que en este momento les pido a todos los estadounidenses que se unan a Michelle y a mí, y que tengan en sus pensamientos y oraciones a todas las víctimas y a sus familias, incluyendo a Gabby'', dijo Obama.

Alarma de la prensa liberal manipulando la noticia

Inmediatamente, todavía sin saber quién es en realidad el ejecutor de este crimen, la gran prensa liberal y todos sus simpatizantes han comentado que se debe a un clima de odio político, debido al “extremismo de derecha que está en ascenso, con potencial de violencia”.

Pero hasta el momento este supuesto atacante parece haber sufrido alguna perturbación mental, lo que indica que no tiene nada que ver con el clima político.

¿Quién es Jared Lee Loughner? Según los que lo conocieron cercanamente "un joven problemático" y "emocionalmente subdesarrollado", que fue expulsado de la universidad y rechazado en el ejército. Sus antecedentes políticos nos muestran que no militaba ni en el Partido Republicano ni en el Demócrata, sino en el Independiente. Se consideraba un liberal de extrema izquierda y entre sus libros favoritos estaban El manifiesto comunista de Marx y Engels y Mi lucha, de Adolfo Hitler. Nada que ver con el Tea Party, ni con Sarah Palin, ni con la derecha conservadora. Todo lo contrario. Por lo que son infames los planteamientos de que su crimen es consecuencia de odio político de los republicanos como se han esforzado en demostrar algunos fanáticos anti-derechistas.

Clarence Dupnik, el comisario a cargo de la investigación por los crímenes de Arizona, expresó que es "la retórica vitriólica que escuchamos cada día de la gente de la radio y de algunos en la televisión". Porque, aunque es un hecho que la gran mayoría de los que escuchan esa dialéctica tóxica no cometen actos de violencia, algunos se pasan del límite.

Quieren hacer ver que la “ola de odio” proviene de la derecha, pero analizando objetivamente vemos que es en ambas partes, y para ser justos se ve mucho más en la extrema izquierda, como ha sido el caso del pastor de la Iglesia Trinity United de Chicago, el reverendo Jeremy Wright el mismo que por veinte años fue el mentor espiritual del actual presidente de EE. UU., quien lo casó y le bautizó las dos hijas. Sólo recordaremos su sermón más controvertido en el 2003 donde dijo la frase “Dios maldiga América”.

Otro que ha cultivado el rencor y el desprecio por los conservadores ha sido Michael Moore, lo mismo en sus manifestaciones públicas que en sus documentales, atacando el capitalismo que tanto disfruta y especialmente manipulando y tergiversando hechos como hizo en Fahrenheit 9/11 con una teoría contra el presidente George W. Bush que incita al odio, no solo a él sino a los republicanos. Lo mismo hizo con su documental Sicko, que usa verdades a media creando una farsa sobre el sistema de salud pública actual que tienen los cubanos bajo la tiranía de los Castro. En sus trabajos trata de manipular al espectador para que sienta su aversión enfermiza especialmente a los derechistas republicanos.

Es muy serio y penoso que el país más capitalista del mundo tenga sus medios de comunicaciones incluyendo la poderosa industria del cine, dominado por la extrema izquierda, que tanto odio genera, como vemos a diario en la pantalla chica y en la grande. Es para asustarse porque son muy conocidos y seguidos del público como el show The View con Bárbara Walter, Joy Behar y Whoopi Goldberg; el legendario representante de los liberales Dan Rather de CBS-News que tuvo que renunciar después que se descubrió como engañó al televidente mostrando documentos falsos para que odiaran a George W. Bush; también hacen burlas de los conservadores republicanos Chris Matthew y Keith Olbermann que se pasan de la raya, y qué decir de Mark Halperin, de MSNBC y su colega de la misma emisora Rachel Maddow, un canal lleno de liberales que critican a Fox News por sus programas ultra conservadores con Sean Hannity, Glenn Beck y Bill O’Reilly que son la contraparte, pero que a diferencia de otros canales en Fox News considerado por ellos un “órgano de conspiración derechista”, vemos un mayor balance de programas de derecha, de izquierda y centristas.

Hay personajes muy peligrosos como Ted Rall, columnista y dibujante de dibujos animados que destilan odio contra los que no piensan como él y que ha creado el “Anti-American Manifiesto” http://dailycaller.com/2011/01/11/author-of-anti-american-manifesto-ted-rall-says-loughners-violent-attack-not-part-of-coming-revolution

Y el representante demócrata de Pennsylvania, Paul Kanjorski, que sus discursos son considerados violentos e intensos, más incendiarios que los de Sarah Palin, cuando ha dicho que al gobernador de la Florida Scott “en lugar de ser gobernador hay que meterle un tiro. http://babalublog.com/2011/01/the-words-and-deeds-of-civil-dialog/#more-51815

Y qué decir del alcalde de New York, Michael Bloomberg que le declaró a Katie Couric presentadora y editora de CBS Evening News, que la bomba del Times Square de abril del 2010 era probablemente un hombre blanco del Tea Party que se desencantó con el Obamacare http://biggovernment.com/author/rlauri

Todos esos sujetos se han manifestado fuertemente e indiscutiblemente generan odio a los menos informados y más volubles. Sin embargo, por hechos como estos tan tóxicos que sí han generado un clima político adverso, la gran prensa liberal y sus cómplices politiqueros no hacen el mismo escándalo. Ellos se aprovechan de hechos como este de Arizona para crear confusión, de ahí que han desplegado por todas partes que esta tragedia es consecuencia del “odio político que dicen siembran los republicanos”, y se minimizan los hechos positivos como resaltar a los admirables héroes de la masacre.

Ante una situación tan terrible como ésta, todas las partes (izquierda, derecha y centro) debían guardar silencio prudente y no aprovecharse para hacer campaña política.

María Argelia Vizcaíno
Consultora Independiente



http://www.mariaargeliavizcaino.com/

mariaargelia@hotmail.com

No hay comentarios:

Páginas