23 feb 2011

Los cubanos no son mejores, pero si especiales



Por Julian Dario Miyares

Los cubanos exiliados no somos mejores o peores que otros ciudadanos, pero si somos especiales. Es un hecho que hemos ayudado a crear una Ciudad Mágica, de un pueblito llamado Miami, que nuestra segunda generación es la mejor educada en la historia de la emigración Estadounidense, somos un pequeña parte de la minoría hispana y sin embargo tenemos mas representación en el Gobierno Federal que de las otras nacionalidades, pero no hemos aprendido a usar nuestro poder político y económico para el beneficio de la comunidad y el nuestro en particular.


Comunmente critícamos a nuestros compatriotas, cuando las otras etnias no lo hacen con los suyos, muchas veces ellos reeligen a sus funcionarios acusados de diferentes delitos, defendiendolos en todo momento, pero continuamente usamos a la prensa radial y escrita para decir horrores sobre los oficiales electos en general, incluyendo con ello hispanos que están haciendo una gran labor.

Le hemos hecho el juego a la propaganda de la tiranía, dejando que se nos digan intransigentes, cuando los llamados exiliados historicos, abrieron sus brazos para recibir a los de Camarioca, Mariel, Balseros y todas las diferentes etapas de emigración de cubanos.

Critícamos por critícar, que si somos apáticos a los problemas de Cuba, que si desfilamos protestando en la calle ocho estamos perdiendo el tiempo, que los exiliados no hemos tenido el valor de lanzar ni un tomate a los Castros, que no se debe viajar a la Isla, que si envían dinero a los familiares esto ayuda a la tiranía, en fin que solamente se criítica.

Personas que residen en este país y que nacieron en distintas naciones de habla hispana, se maravillan de la capacidad de los cubanos de emprender negocios en esos paises y en los Estados Unidos, diciendo que los cubanos tienen las pilas puestas en economía pero se nos cayeron en política, y es verdad, no maduramos durante la primera parte del siglo veinte, apoyando una revolución violenta que no se necesitaba, y durante más de medio siglo seguímos criticando en vez de hacer un frente unido para ayudar a los que en Cuba, arriesgan su vida y la de sus familias combatiendo la Tiranía.

Sí, debemos desfilar en la calle ocho, pero pidiendo que todos los cubanos exiliados envíen dinero a las familias de los presos políticos y de los que luchan contra la tiranía, además de escribir pidiendo el Premio Nobel de la Paz para Oscar Elias Bicet, que así lo merece, es hora de parar las critícas innecesarias y empezar a hacer algo constructivo y eficaz.

No hay comentarios:

Páginas