Romería cubana en la Ermita de la Caridad

Por DANIEL SHOER ROTH

dshoer@elnuevoherald.com

No hay nada que impida a una persona de casi 70 años bailar flamenco

Con esa afirmación Xiomara Canetti responde a quienes se sorprenden al verla bailar vestida con una falda rociera fruncida a la cintura y zapatos de tacón con tachuelas, al ritmo de una canción que, en esta nueva versión, afirma: "la cubana cuando besa, es que besa de verdad''.

"La edad no importa, lo que importa es el espíritu'', dijo Canetti, de 69 años, minutos después de presentarse el domingo con un conjunto de bailarinas de su edad ante un público devoto de la Virgen de la Caridad del Cobre.

Ese fue el espíritu que marcó la celebración de la tradicional Romería Cubana en la Ermita de la Caridad, donde cientos de feligreses pudieron celebrar una tarde familiar campestre a la luz de la fe.

Había música en vivo, dulces cubanos y, para brindar, guarapo fresco extraído en el momento, que para muchos quizá no sea nada espectacular, pero sí lo es para los que estuvieron en la primera romería, en 1968, cuando la Ermita era una pequeña capilla y sus congregantes estaban convencidos de que en muy poco tiempo regresarían a Cuba.

Gina Nieto, una de las primeras feligresas de la Ermita, refugio espiritual del exilio cubano, recuerda que la romería surgió como una idea experimental.

"Cuando empezamos éramos un grupo muy pequeño y cada quien trajo un plato de comida de su casa'', comentó Nieto, de 85 años, quien llevó arroz con pollo en aquella ocasión. ‘‘Pero como los cubanos nunca perdemos la esperanza, seguimos viniendo a la romería''.

La romería del domingo tuvo un significado especial para los fieles porque el próximo 8 de septiembre festejarán el cincuentenario de la llegada a Miami de la imagen de su santa patrona, traída de Cuba para presidir la primera fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre fuera de la isla, en la que participaron 30,000 exiliados en el Estadio Bobby Maduro.

A partir de ese momento comenzó a extenderse la devoción entre los feligreses de la Arquidiócesis de Miami, bajo el patrocinio del entonces arzobispo Coleman Caroll, quien hizo un llamado a la construcción de la Ermita, un santuario nacional en Coconut Grove que atrae a medio millón de peregrinos anualmente.

En sus primeros años, la romería culminaba con una procesión de la imagen de esta advocación de María. Actualmente concluye con una pergrinación de los feligreses al santuario.

"En la capilla nada más cabían 50 personas y había que hacer la procesión afuera'', dijo monseñor Agustín Román, ex obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Miami y fundador del santuario.

Román agregó que la romería es una fiesta católica que se remonta a los primeros siglos del cristianismo, cuando los peregrinos se dirigían a Roma a visitar los sepulcros de los mártires.

En Miami, al comienzo, solían celebrarse seis romerías al año, dedicadas a las seis provincia de Cuba.

"Pasábamos una tarde de alegría y de familia sin bebidas alcohólicas'', agregó Román.

Hoy la Ermita celebra dos romerías, la cubana, que coincide con la semana de la Fiesta de la Anunciación del Angel a María; y la latinoamericana, en noviembre. Esta última comenzó en los años 80, cuando inmigrantes de otras nacionalidades se integraron a la congregación.

En la homilía de la misa nocturna oficiada por Román para dar por concluida la romería, el líder regilioso predicó: "El pueblo cubano ha sido bañado de odio por el marxismo. Nosotros aspiramos a que con la devoción a la Virgen de la Caridad podamos bañarlo de amor, sin venganza'.


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