Por la periodista independiente Elsa I. Pardo
EP - Señor Vilaboa, ¿por que se inscribió en la Brigada 2506?
NV - Para liberar a mi patria, Cuba, de la dictadura marxista-leninista impuesta por Fidel Castro en 1959 y para independizar a Cuba del desaparecido imperialismo soviético.
EP - ¿A qué edad, dónde y cuándo se inscribió en la Brigada 2506?
NV - A la edad de 23 años, en la ciudad de México, el 15 de Octubre de 1960, mi número de brigada fue el 2824, por el vice-cónsul norteamericano Jack Stewart. Allí fuimos reclutados 12 cubanos y transportados desde el aeropuerto de Ciudad México, hasta el aeropuerto de Retalhuleu en Guatemala, hasta la Base Trax, campamento donde hicimos el entrenamiento. Mi unidad de batallón fue B0N2 CO JEF.
EP - ¿Cuál fue su misión?
NV - Comencé como soldado raso en el “Team K”. Después, al organizarse la brigada, primero me nombraron Jefe de Compañía y posteriormente fui ascendido a Segundo jefe del Batallón 2.
Fui de los escogidos para preparar los barcos que iban a participar en la invasión y me toco el “Houston” que fue el que transportó al Batallón 2, al que yo pertenecía y al Batallón 5. El Houston fue el que desembarcó en Playa Larga y éramos aproximadamente, más de 300 invasores. Hay que recordar que habían 2 lugares de desembarco marítimo que fueron Playa Girón, conocida como Playa Azul y Playa Larga, nombrada Playa Roja. El desembarco de Playa Girón estuvo dirigido por José Pérez San Román, jefe de la brigada y el jefe del desembarco de Playa Larga estuvo encabezado por el Segundo jefe de la invasión, Erneido Oliva.
Los combates más importantes de la invasión fueron sostenidos por el Batallón 2, el batallón que infringió más de 1,800 bajas al enemigo en el combate de Playa Larga. En el último combate sostenido por la brigada, que fue la defensa de la carretera de Girón a Playa Larga, las tropas bajo mi mando ocasionaron más de 1,000 bajas al enemigo, hasta que recibimos la orden de retirada que no nos había llegado, debido a que se nos había roto el radio por unos disparos. Por eso, cuando San Román da la orden de retirada, no la recibo y cuando entramos en Girón, me encuentro con el Segundo Jefe de la invasión, Erneido Oliva, quien me nombró Segundo Jefe de su columna de retirada, internándonos en la Ciénaga de Zapata, tratando de burlar el cerco enemigo. Después, cada uno trató de escapar y romper el cerco, pero fue imposible pues Fidel Castro cerró el lugar con más de 63,000 tropas.
EP - ¿Que ocurrió después, al no poder romper el cerco?
NV - Después fui capturado, llevado a Cayo Ramona, a La Habana y cuando llegué al Palacio de Deportes, nos sacaron a 6 de allí antes que llegara Fidel Castro a la Jefatura del G2. Recuerdo, éramos Erneido Oliva, José Andreu, Francisco Montiel, Segundo Borges, Arosamena y yo. A los 6 nos dividieron en 3 celdas y varios días después nos llevaron para el Hospital Naval y me agregaron al grupo que tenían separado para fusilarlos. Recuerdo que yo dormía al lado de Ramón Calvino a quien fusilaron. Sabía que me fusilarían porque había tenido grandes luchas en el campo estudiantil, en contra de la juventud comunista y ellos consideraban que era un elemento peligroso a la ideología marxista-leninista, por lo cual querían eliminarme. Durante un tiempo estuve con ese grupo de brigadistas que separaron del grueso de la brigada.
Después, el entonces presidente del Brasil Joao Goulart visitó al presidente Kennedy de Estados Unidos. Este le pidió que le informara a Fidel Castro que si había un solo fusilado de la Brigada 2506 que no tuviera causas anteriores a la invasión, el cambiaria su política de no intervención militar a Cuba. Después que Goulart salió de Estados Unidos, viajo a Cuba y le informó de la advertencia que le hizo el presidente Kennedy, hizo que los comunistas me sacaran del grupo de brigadistas que estaban separados para ser fusilados, ya que no había tenido ninguna participación en los crímenes del régimen de Batista, por haberla combatido durante 7 años.
Durante el juicio que se le hizo a la brigada 2506 en el Castillo del Príncipe en La Habana que comenzó el 29 de Marzo de 1961, fuimos condenados a 30 años de prisión, pero Fidel Castro decidió que podíamos salir en libertad, si el gobierno norteamericano le pagaba una indemnización por $62 millones de dólares. Esos 62 millones se componen de la siguiente manera: Un grupo fuimos condenados a $100,000 (fui uno de ellos), siendo enviados a la cárcel de Isla de Pinos. Otros a $50,000 y otros a $25,000. Otros permanecieron presos en el Castillo del Príncipe de La Habana.
Recuerdo que el 8 de septiembre de 1961, hubo un juicio y en el grupo que estuve que iban a fusilar, fue reducido a 14, de los cuales a 5 condenaron a muerte y 9 a 30 anos, pero los excluyeron debido a la negociación que libero al grueso de la brigada en diciembre de 1962, a cambio de 62 millones de dólares.
Después nos trasladaron a la base aérea de San Antonio de los Baños y nos trajeron en avión a la base aérea de Homestead, en el sur de la Florida.
Ya en Miami en el año 1970 forme el “Comité Pro-libertad de Brigadistas Presos en Cuba”, para luchar por la excarcelación de los compañeros brigadistas que fueron excluidos de la negociación que libero al grueso de la Brigada 2506 en diciembre de 1962.
EP - Muchas gracias, señor Vilaboa y lo felicito por su valentía y heroísmo.
1 comentario:
Muy buena esta entrevista de Elsa al querido amigo Napoleón Vilaboa, héroe de esa valiente epopeya del desembarco en Cuba de los hombres que conformaban la Brigada 2506.
Todo nuestro agradecimiento y honor para todos esos valientes combatientes por la libertad de Cuba y toda nuestra recordación y oraciones para que calleron como héroes en los campos de Cuba.
Te felicito Elsa, y desde aqui le mando un abrazo fraterno al querido amigo Napoleón Vilaboa.
Martha Pardiño
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