Publicado en el Nuevo Herald
Por Elsa I. Pardo
En estos días hay mucho disgusto y decepción porque la alcaldía se quedó sin alcalde. Necesitamos vivir en una sociedad con un gobierno que cumpla el papel de moderador, pues es un poder moral superior al individuo y aceptado por él. El control no es físico, es moral. El votante ha sido engañado continuamente por algunos políticos y recuperar esa confianza no es fácil.
Estas alteraciones del orden colectivo no dan lugar a nuevas normas o leyes que regulen la conducta de los ciudadanos. Entonces, se produce un debilitamiento moral.
Pero hay varios candidatos que aspiran al cargo. ¿Cómo deben acercarse a los votantes? Poco a poco, pues necesitan tiempo.
Aunque varios candidatos son conocidos por su trayectoria política, los votantes no se conformarán con que continúe la misma política. Tiene que haber un mensaje de cambio para que el votante vuelva a confiar. El cambio puede ser en las ideas, la restructuración del gobierno condal, rebaja en el presupuesto, disminución de salarios, rebaja a los impuestos a la propiedad.
El votante tiene que percibir una gran coherencia entre las palabras y la realidad.
El candidato debe probar lo que dice con sus acciones.
Sé que todo esto no es fácil, pero es el único camino, porque el votante engañado es un votante lastimado.
Miami
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