El debate

Por Elsa I. Pardo

El sábado 8 de octubre pudimos ver el debate de Univisión entre el alcalde Carlos Hernández, Raúl Martínez y Rodolfo García. Durante el debate se tocaron temas importantes como las boletas ausentes, efficencies, cámaras y el embellecimiento de la ciudad de Hialeah.

Los candidatos tuvieron la oportunidad de enviar mensajes claros a los votantes y aprovecharon para hablar de sus logros como alcaldes y García enumeró los fondos logrados por él, desde Tallahassee, como senador estatal. Los tres trataron de convencer a los votantes que eran los más capacitados para ocupar el cargo de alcalde.

Pienso que la imagen del candidato es muy importante para ganar una elección. Debe ser inteligente, sincero, honesto y con buena presencia. Por ser uno de los candidatos más jóvenes, Hernández proyecta una imagen de acción, dinamismo, rapidez y cambios. En menos de cinco meses, Hernández ha logrado reabrir los parques, revocar la ley de las cámaras de tránsito, legalizó los efficiencies y está embelleciendo la ciudad. Además, el aspirante al cargo de alcalde debe saber trabajar con grupos y organizaciones, de acuerdo con los distintos problemas que se presenten y así lo ha demostrado el alcalde Carlos Hernández. También tiene experiencia y más capacidad de trabajo, ya que tiene seis años de experiencia en el Consejo de Hialeah y como alcalde interino.

Además, Hernández fue oficial de la policía de la ciudad de Hialeah durante 22 años con un record impecable, demostrando que tiene experiencia en temas de criminalidad y seguridad para la protección de los ciudadanos de Hialeah y la política debe entenderse como la continuación del servicio prestado por otros medios de mayor alcance social.

Un servidor público, con deseos de resolver los problemas de la comunidad, debe hacerlo sin agresividad ni violencia, sin creerse superior, arrogante o mandatario, pues solo se puede gobernar a la ciudadanía, sirviéndola. Felicito a los tres candidatos porque este fue un debate equilibrado, sin enfrentamientos políticos, ofensas ni trapos sucios.

Miami