Necesitamos un milagro

Por Martha Pardiño

En Miami la situación con las ejecuciones hipotecarias de casas y la falta de empleos es angustiosa. Familias donde trabajaban ambos cónyuges y que con esfuerzo habían comprado una casita para tener un techo seguro para sus hijos, se han visto de buenas a primeras con que han sido cesanteados de sus empleos y sus casas están al borde del foreclosure. Buscan por todos lados algo que hacer, cualquier empleo que les asegure una entradita para ir tirando, pero no encuentran nada. Esta historia se repite en casi todos los barrios de este condado Miami-Dade.

Se ha perdido la fe en nuestros gobernantes porque no vemos mejoría por ninguna parte. Cuando se han ido todos los ahorritos y con ellos se fue la esperanza del sueño americano, solo queda esperar por un milagro.

Es triste cuando uno se entera de que un matrimonio con dos hijos pequeños, al perder sus empleos y su casa, estuvieron durmiendo en su automóvil hasta que un buen samaritano que supo de su situación les ofreció un techo donde pudieron carenar con sus hijos. Es triste cuando uno oye historias de personas trabajadoras y decentes que se han quedado en la calle y viven de la caridad de sus vecinos y amigos. Ellos también necesitan un milagro.

Quisiéramos creer que el presidente Obama y sus asesores están haciendo todo lo posible por crear empleos, y que republicanos y demócratas van a dejar sus rencillas a un lado, y dedicarse a salvar a este país, el más poderoso del mundo, afligido hoy por graves problemas. Necesitamos un milagro.

Martha Pardiño

Miami

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