9 mar 2012

Profesiones excesivamente apreciadas



Quisiera responder al artículo Profesiones mal apreciadas, de Darío Miyares [Correo, 5 de marzo]. En lo que se refiere a los maestros, tiene toda la razón. Para ejercer deben tener al menos una licenciatura de una universidad acreditada, la licencia del Estado y tomar cursos de educación continuada mientras ejercen. Usualmente, dedican tiempo fuera del normal de trabajo para evaluaciones, etc., por el que no les pagan overtime. Cada día les imponen más regulaciones y el salario que devengan es risible para la importante labor que realizan.
Pero, ¿policías y bomberos? Para ingresar en cualquiera de estos dos departamentos solo se requiere un diploma de high school. Devengan altos salarios que a veces doblan trabajando overtime y los sindicatos de policías y bomberos tienen concesiones y ventajas que no tienen las otras profesiones sindicalizadas.
Los policías cobran overtime aun cuando trabajan autorizados por el departamento para empresas privadas. Y el dinero que devengan les va también al retiro, que en la gran mayoría de los casos es mayor que el sueldo que perciben trabajando. ¿Que un policía corre peligro en sus horas de trabajo? También el que limpia el exterior de ventanas en edificios de 10 o 15 pisos. Y ya quisieran por un día de fiestas tener el salario de un policía. Y a un policía nadie lo obliga a ejercer esta “peligrosa” profesión. La escoge por la cantidad de beneficios económicos que le representa con pocos requerimientos de educación.
Que les propongan a las uniones de policías y bomberos igualar sus beneficios a los de otras uniones y verán que ponen el grito en el cielo. Cierto, la profesión de maestro es mal apreciada, pero con las de policías y bomberos es todo lo contrario, están excesivamente apreciadas.
José A. Vargas
Miami
El Nuevo Herald 

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