JOSÉ M. BURGOS S.
Colaborador






Estos son algunos de sus trabajos publicados en esta Web, actualizada al 7- Junio 2012



UNA DIFÍCIL DECISIÓN. 

Uno de los peores errores que puede cometer una persona es no meditar antes de tomar una decisión trascendental que puede arruinar su vida. 
Muchas veces, los jóvenes se enamoran y van al altar deslumbrados por una ilusión que a la postre, es tan solo una quimera.
Durante el enamoramiento, se ignoran muchos defectos porque se piensa que son pequeños y que con el tiempo desaparecerán, pero en la mayoría de los casos en vez de desaparecer, se acrecientan.
A causa de la ilusión y el no pensar, se comete el grave error de unir la vida a la de la persona equivocada, a alguien sin ideas y poco creativa, que tiende a acabar con cualquier tipo de iniciativa que la pareja tenga.
Y es que la influencia de la pareja siempre será determinante en la vida del otro. Por lo tanto, si se aspira a tener éxito y ser feliz, entonces es imperativo unir la vida a alguien con quien exista mucha compatibilidad, pues lo ideal es que el matrimonio sea para toda la vida. 
Es muy frustrante, por ejemplo, compartir la vida con una persona ególatra que no hace más que venerarse a sí misma, que siempre cree tener la última palabra y, por lo tanto, no reconoce sus errores, jamás pide disculpas. También lo es cuando a la pareja le encanta presumir y por consiguiente, vivir una vida de apariencias, es decir, falsa.
Pero si aparentar es malo, ser conformista también lo es. No está bien resignarse a vivir sin luchar para alcanzar el éxito, así éste no siempre nos reporte beneficios económicos, pero sí la satisfacción de haber logrado un objetivo honesto. 
El matrimonio ideal, aunque no perfecto, porque éste no existe, es aquel donde haya compatibilidad, comprensión, respeto y, por supuesto, amor.


EL PROCESO DE ENVEJECIMIENTO.

Todos los seres humanos queremos vivir muchos años, pero no queremos envejecer. Lo cierto es que si queremos vivir mucho tiempo, debemos cuidar nuestra salud y aceptar los cambios que el envejecer conlleva.
Los jóvenes, por lo general, ven la vejez como algo muy remoto, hasta que llegan a la década de los cuarenta y se percatan que la vida no es tan longeva como ellos la imaginaban.
El envejecimiento se ha definido como un proceso de deterioro en el cual se experimentan cambios que se dan con el paso de los años en el organismo y conducen a alteraciones funcionales y, finalmente, a la muerte.
Estos cambios se manifiestan con el deterioro progresivo de los procesos físicos y mentales, lo cual, consecuentemente, aumenta la vulnerabilidad.
Pero no todos los seres humanos envejecemos de igual manera, pues existe la edad cronológica que se mide a partir del tiempo que ha transcurrido desde nuestro nacimiento, o la biológica, la cual se evalúa de acuerdo a nuestra salud y apariencia física.
Hay personas que, gracias al cuidado que tienen con su salud, llegan a edad avanzada con más fuerza física y mental, son personas que se alimentan adecuadamente, practican el ejercicio y se mantienen activas, es decir, han cuidado su edad biológica.
No es difícil entender el porqué hay personas que se ven mucho más jóvenes de lo que realmente son de acuerdo a su edad cronológica, en tanto que otros envejecen prematuramente, con lo cual queda demostrado que el envejecimiento no es igual para todos.


LA RESPONSABILIDAD DEL VOTO.



 Quizás yo piense diferente a los demás porque me agradaría vivir en una ciudad donde la vida de sus habitantes mejore de verdad sin necesidad de tener que abandonar el lugar de residencia para lograrlo.
Me gustaría vivir en una ciudad donde el Gobierno del Condado se preocupe por buscar soluciones para todos sus habitantes y no solamente para los familiares y amigos de quienes tienen el poder.
Pienso que mis aspiraciones de vivir en una ciudad justa en la que se respeten los derechos, es posible, siempre y cuando quienes tenemos derecho a elegir a nuestros gobernantes nos concienticemos y analicemos los antecedentes de los aspirantes que pretendan dirigir los destinos de nuestro Condado, sin dejarnos convencer por palabras que se lleva el viento. 
Aunque quizás los que pensamos que un futuro mejor es posible, no somos suficientes, si nos unimos, es posible que se dé un cambio radical que nos favorezca a todos. 
Recordemos que los ciudadanos tenemos el gobierno que merecemos. Si nos equivocamos otorgando nuestro voto por una persona que nos endulza los oídos con palabras bonitas, pero falsas, la culpa es nuestra por no haber escudriñado sus antecedentes y haber creído ingenuamente en falsas promesas.
Hay una frase del gran filósofo Anaxágoras digna de tener en cuenta: "Si me engañas una vez, la culpa es tuya; si me engañas dos, la culpa es mía".


EL CONTROVERSIAL ABORTO.



Existen dos tipos de abortos, el espontáneo o natural y el inducido.
Cabe señalar que el espontáneo o natural, ocurre cuando el feto se pierde por causas ajenas a la voluntad de los padres, ya que en este caso, ellos no tienen ningún control.
El inducido, por el contrario, es provocado con pleno conocimiento y consentimiento de la madre, y tiene como objetivo interrumpir el embarazo, ya sea con o sin asistencia médica, para impedir el nacimiento de una criatura, aún sabiendo que dentro de ella, ya late un tierno corazón, lo cual, lógicamente, indica que tiene vida.
Para muchas personas, el aborto electivo, cuando no está en serio riesgo la vida de la madre, es el más abominable asesinato, pues consideran que éste implica matar al ser más indefenso y vulnerable, una criatura que no ha nacido y no tiene poder de decisión, pero que tiene vida.
Cuando la vida de la mujer está en peligro o ha sido víctima de una violación, el aborto, aunque inducido, es justificado por la mayoría de las legislaciones porque tiene como fin preservar la vida de la madre.
La mayoría de las religiones no aprueba esta práctica bajo ninguna circunstancia, porque consideran que viola la ley de Dios.



LA AMABILIDAD.



 Para muchas personas, la amabilidad es algo obsoleto y algunos jóvenes hasta se burlan de ella.
La amabilidad es una cualidad del ser humano que busca, no hacerse el simpático para granjearse la buena voluntad de otras personas, sino  ser generoso, solidario, compasivo y afectuoso con los demás por convencimiento. 
Las personas amables, por regla general, sonríen espontáneamente y son joviales, por lo tanto, de trato agradable. 
Es una lástima que en la actualidad, algunos padres y maestros no se preocupen por inculcar a los niños buenas maneras y consideración hacia sus semejantes, especialmente hacia las personas mayores. 
La persona amable, casi siempre es generosa y, por lo tanto, no es egoísta, sino que le agrada ayudar a sus semejantes para que se sientan mejor. 
Es frustrante llamar a una empresa y que le contesten con un: ¿Oigo, dígame, bueno? Pero peor es llegar a una sala de espera en la que se encuentran personas mayores, saludar, y que nadie, o casi nadie conteste el saludo.
El respeto y las buenas maneras hacen que una persona sea considerada amable, lo contrario ocurre con los egoístas, agresivos, violentos o indiferentes.
La amabilidad, aunque para muchos esté pasada de moda, genera respeto y hace la vida más amena




















LA TERCERA EDAD.



La tercera edad, como se denomina actualmente a la vejez, senectud o edad senil, es una etapa de la vida que varía de acuerdo al país o al estado físico de la persona. Por lo tanto, no existe una edad exacta que determine el comienzo de la vejez, aunque suelen considerarse viejos a quienes han pasado la barrera de los 70 años.
La baja tasa de natalidad y mayor expectativa de vida en la mayoría de los países, ha incrementado el grupo de la tercera edad. Por tal razón, los gobiernos enfrentan el reto de continuar ofreciendo oportunidades laborales a las personas mayores.
Las personas de la tercera edad, al jubilarse, necesitan el apoyo del estado para poder vivir decorosamente. Sin embargo, en Estados Unidos, para los ancianos, la subsistencia se ha hecho cada día más difícil, pues los raquíticos aumentos a sus pensiones no alcanzan para compensar la desenfrenada alza a los productos de la canasta familiar ni remotamente. Por otra parte, no hay que olvidar que con el paso de los años, aparecen quebrantos de salud, lo cual agrava aún más su situación.
Desafortunadamente, los ancianos son los grandes olvidados por los gobiernos de turno.


LA NOSTALGIA.

La nostalgia es una especie de tristeza que suele surgir por el recuerdo de una pérdida, por ejemplo, al recordar a seres queridos ya fallecidos. También suele sentirse cuando se está ausente de la patria y se extraña a su gente, porque por más que se viva en un país hospitalario, nunca es igual que vivir en el lugar donde se pasaron los primeros años de la vida.
De acuerdo a algunos psicólogos, la nostalgia se manifiesta con el anhelo de un pasado que suele ser idealizado y poco realista. Los individuos melancólicos tienen la tendencia a recordar los momentos felices del pasado, excluyendo los malos.
La nostalgia es un sentimiento de tristeza que se experimenta por algo que se tuvo y ya no se tiene.
Hay personas que aseveran que todo tiempo pasado fue mejor y se niegan a ver que, gracias a los avances de la ciencia, hoy en día la expectativa de vida es mayor. Por ejemplo, en el campo de la salud se han hecho importantes descubrimientos y se han inventado  equipos médicos que hacen que quienes padecen graves enfermedades tengan mejor calidad de vida que en épocas pretéritas. Pero hay tantos avances en todos los campos de la ciencia que sería imposible enumerarlos.
Todo es relativo, y por lo tanto, no se puede generalizar, con el paso del tiempo, hay unas cosas que se pierden y otras que se ganan, es la ley del continuo movimiento.


POLÍTICA Y DEMAGOGIA.

Los políticos siempre han utilizado la demagogia para lograr sus propósitos y apelan a ella para despertar  los sentimientos del pueblo y así ganarse su simpatía.
El político busca despertar pasiones a través de la retórica, haciéndole creer a las personas que sus adversarios políticos son peligrosos e ineptos, y sembrando semillas de esperanza en sus corazones con promesas que, por lo general,  no tienen la intención de cumplir.
Según el criterio de muchos analistas, la demagogia es una democracia disfrazada, o mejor, una degradación de la democracia.
Algunos políticos han llegado a ocupar importantes posiciones gracias a los votos de individuos que creyeron en sus falsas promesas, pues saben utilizar el don de la palabra.
El hecho de pertenecer a determinado partido político no es una garantía de que el candidato sea un hombre honesto y trabajador, a no ser que que sus antecedentes así lo demuestren.
La demagogia no es exclusividad de los políticos, un periodista, un comerciante, un artista, un deportista o cualquier persona que busca congraciarse con los demás a través de la mentira para ganarse su apoyo y simpatía, está haciendo uso de ella.
Pero en el campo político, el asunto es mucho más delicado. Un ciudadano con sentido común, debe estudiar cuidadosamente los antecedentes del candidato que regirá los destinos del país, estado o ciudad antes de otorgar su voto.
Las palabras y las promesas no son suficientes, es necesario escudriñar los antecedentes y la capacidad de quien decidirá nuestro futuro.


LOS FANÁTICOS.
Los fanáticos son individuos testarudos y apasionados, son personas que defienden a capa y espada sus creencias y tienen oídos sordos a las opiniones ajenas.
Hay fanáticos que se apasionan con tanta fuerza a una idea, que son incapaces de escuchar las opiniones de otras personas y no es raro que pierdan fácilmente los estribos por defender sus ideas. Algunas veces, se comportan de manera agresiva y hasta violenta, porque están convencidos de que sus pensamientos son los mejores y los únicos válidos.
Ha habido casos en que su pasión es tan desenfrenada, que han llegado hasta el extremo de matar por ideas, muchas veces, distorsionadas
El fanatismo se da en diferentes aspectos de la vida: en la política, en la religión, en los deportes, en la música y en muchos otros campos.
En religión, por ejemplo, hay fanáticos que sólo admiten sus creencias y persiguen y castigan hasta con la muerte a quienes no piensan igual que ellos.
En política, los poderosos inculcan el fanatismo a los ingenuos con promesas que nunca cumplirán, en aras de conseguir sus propios beneficios.
Lo cierto es que ni en religión, ni en política, alguien puede decir que tiene la última palabra.


EL MACHISMO.

El machismo es una actitud de prepotencia de los hombres hacia las mujeres, un comportamiento ofensivo y humillante contra el género femenino que, generalmente, genera maltrato verbal y físico que muchas veces termina en tragedia.
El machismo también discrimina a los homosexuales o a todo aquel hombre que exhiba alguna característica asociada a la feminidad.
A lo largo de la historia, el machismo se ha manifestado de diferentes formas. Por ejemplo, durante muchos años se le negó el derecho al voto a las mujeres y en algunos países extremadamente radicales, aún se castiga el adulterio de la mujer con la pena de muerte, mientras que a los hombres no se les impone el mismo castigo.
La sumisión de la mujer a su marido aún suele ser vista sutilmente como un valor positivo. Hay quienes aseguran que para que la mujer alcance su plenitud, debe casarse y convertirse en ama de casa para atender a su esposo y a sus hijos. Otro reflejo sutil instaurado por la sociedad, aparece cuando se utiliza el posesivo "de" antes del apellido que adquiere la mujer del hombre: la señora de Rodríguez, la señora de González, o en frases como "Martha es la mujer de Pedro", jamás se diría: "Pedro es el hombre de Martha".
Sería bueno que los hombres, antes de menospreciar a una mujer, pensaran en sus madres, en sus hermanas, en sus hijas y en que, si no fuera por las mujeres, desaparecería la humanidad.
Tanto las mujeres como los hombres, son fundamentales para que no se extinga el género humano


EL MATRIMONIO.
  
El término matrimonio tiene origen en el latín, matrimonium. Significa la unión de un hombre y una mujer -nunca entre dos personas del mismo sexo-, que se lleva a cabo a través de determinados ritos.
Ninguna de las tres grandes religiones mundiales (cristiana, judía y musulmana) aceptan como matrimonio la unión entre dos personas de un mismo sexo.
El vínculo matrimonial es reconocido a nivel social, tanto por normas jurídicas como por costumbres. Al contraer matrimonio, los cónyuges adquieren obligaciones y responsabilidades, dentro de las cuales, se pueden destacar el respeto mutuo y la capacidad para levantar una familia que, bajo circunstancias normales y  por mandato divino, debe estar compuesta por un padre, una madre, hijos y descendientes. 
Denominar la unión entre dos personas del mismo género como matrimonio, además de absurdo, es abominable.
Para la Religión Católica, la más practicada por los latinoamericanos, el matrimonio es un sacramento cuya esencia está en la creación divina y con pocas excepciones, solamente puede ser disuelto por la muerte. Por lo tanto, una persona separada, no puede volver a casarse por la iglesia.
Se denomina matrimonio a las parejas formadas por marido y mujer, nunca por personas del mismo sexo.




VIOLENCIA DOMESTICA.


La violencia doméstica es mucho más común de lo que se cree y todos los días miles de mujeres mueren víctimas de este flagelo.
Una relación de pareja, donde existe el impulso incontrolable de la violencia, por lo general, termina en tragedia o separación, y aunque se intente recomponer, continuará siendo violenta.
En cierta ocasión, una mujer de unos 38 años de edad, con dos hijas adultas y un nieto, se separó del padre de sus hijas porque era un hombre violento que la golpeaba cada vez que discutían, es decir, todos los días.
Cuando quedó sola, comenzó a trabajar en el ramo de la confección industrial y diseño. Poco a poco, compró varias máquinas y llegó a tener siete empleadas trabajando para ella.
Sin embargo, quiso el destino que, después de varios años, un día se volviera a encontrar con su ex pareja, aquel hombre violento que solía resolver las cuestiones familiares a los golpes.
Él, que había quedado viudo, con cinco hijos pequeños, comenzó a reconquistar a su ex pareja.
Contradiciendo todas las leyes de la lógica, ya que el amor no entiende razones, ella lo aceptó a pesar de todo, borrando de su mente las amargas experiencias del pasado.
El hombre golpeador había aprendido desde niño a ser violento, porque había vivido en un ambiente de violencia.
Meses después de la reconciliación, la pareja optó por emprender una nueva aventura radicándose en otro país con sus respectivos hijos y nietos.
La mujer cerró su casa, abandonó sus dos perros y se despidió de su familia para irse del país a comenzar una nueva vida afectiva e iniciar una nueva empresa textil con su pareja, quien también trabajaba en ese ramo.
El futuro no presagiaba nada bueno para la mujer ya que muy contadas personas violentas pueden cambiar, sobre todo, con la pareja que ya ha sido víctima de maltrato, las probabilidades de cambio disminuyen drásticamente, porque el vínculo ya está viciado y enfermo.
Por otro lado, vivir en un país diferente, donde se habla otro idioma y tener muchos niños para atender que, además, no son propios; puede hacer trizas el más grande amor y terminar del todo con él, cuando el hombre comience nuevamente a actuar en forma violenta.
Las discusiones y los golpes no tardaron en aparecer y los hijos tuvieron que vivir experiencias difíciles y aprendieron a ser violentos también.
La felicidad, a costa de la desdicha de otros, es igual a querer sembrar sobre terreno minado. Niños infelices, animales abandonados como objetos que ya no se necesitan, y el fantasma de la violencia que se cierne en el horizonte y tristemente pone de manifiesto la inmadurez que demuestran los integrantes de la pareja que nunca aprendieron de su propia experiencia y decidieron voluntariamente correr el riesgo de volver a equivocarse dejando tras de sí víctimas inocentes.


Casos como el de esta pareja son muy frecuentes y muchas veces terminan en tragedia por la irresponsabilidad de un falso amor.



LA TOLERANCIA.


Para vivir en armonía, es necesario ser indulgente y tolerante, pues no debemos esperar que otra persona actúe igual que uno, ya que todos los seres humanos tienen su propia manera de pensar y por lo tanto, es normal que vean las cosas de forma diferente, lo cual debemos respetar.

No podemos esperar que si somos católicos, todos lo sean, o si somos demócratas o republicanos, pensar que somos los únicos que tenemos la razón o que porque somos de determinado país, eso nos hace mejores que otros seres humanos.
 La tolerancia no es sumisión, es comprensión, amor y respeto hacia nuestros semejantes.
 Así como recibimos de buen grado los elogios, también debemos aceptar las críticas, mientras éstas no sean mal intencionadas y, por ende, con el propósito de causarnos daño.
 Si pensamos que la tolerancia es sinónimo de falta de amor propio, nos convertiremos a individuos rencorosos y agresivos. Si respondemos ojo por ojo, lo único que conseguiremos será vivir en un mundo de ciegos.
 La tolerancia, lógicamente, tiene un límite, ya que no se debe soportar lo insoportable. No sería justo ni es ético.
 Está bien defender con razones lo que consideramos justo, pero no está bien pretender imponer nuestros criterios a quienes piensen diferente.
 El fanático, por regla general, es testarudo y no razona, por consiguiente, si no estamos de acuerdo con sus pensamientos, la mejor opción es ignorarlo, ya que jamás se llegará con él a acuerdo alguno.
 Para vivir en armonía, es menester ser tolerante y beber de la fuente de la sencillez que hará ver nuestras limitaciones y nos otorgará el discernimiento que nos dará la inspiración para obrar con corrección.


 Los hombres, dijo Séneca, deben estimarse como hermanos y conciudadanos, porque "el hombre debe ser cosa sagrada para el hombre".




LA DESPROPORCIÓN DE LA RIQUEZA ES INJUSTA.

Aunque este es un fenómeno que siempre ha existido, la desproporción en la distribución de la riqueza, siempre ha sido, es, y será injusta.
Es injusto, por ejemplo, que un ingeniero que ha tenido que estudiar y muchas veces, a base de grandes sacrificios, logra obtener un titulo y con éste, un empleo que en ocasiones, no llega ni siquiera a cien mil dólares anuales, mientras un futbolista que ni siquiera ha terminado su escuela primaria y mucho menos pasado las puertas de una universidad, tenga ingresos multimillonarios.
No es malo ser rico, ni bueno ayudar al haragán, lo justo es que los ricos no desamparen a los menos favorecidos por la fortuna que sí quieren trabajar, fomentando la pequeña industria a través de escuelas vocacionales donde se puedan capacitar estudiando carreras técnicas y, de esta forma, en el futuro, poder iniciar sus pequeñas empresas para  así poder salir de la miseria convirtiéndose, además, en personas productivas.
Los ricos y poderosos que no les importa el dolor de sus semejantes a quienes miran con desdén e indiferencia y solo piensan en acumular más y más, cuando les llegue la hora final, de nada les servirá ni el poder ni la riqueza y ni siquiera tendrán la satisfacción de haberle tendido la  mano al más necesitado.
El gran poeta español, Don Ramón de Campoamor, dejó una frase escrita digna de ser tomada en cuenta que dice: "Si quieres llegar al cielo, debes de subir bajando, hasta llegar al que sufre, y darle al pobre la mano".
Si todos aportáramos un poco de acuerdo a nuestras posibilidades, en aras de un mundo donde hubiera menos sufrimiento, nuestro paso por la vida estaría justificado, de lo contrario,  seríamos como flores marchitas que se lleva el viento, sólo dignas del olvido
Esto es algo que los políticos que llegan a elevadas posiciones deberían meditar y pasar a la historia por sus buenas obras, en lugar de ser recordados como personajes siniestros, mentirosos y corruptos.




¿QUÉ ES EL ÉXITO?



Con el paso de los años, he llegado a comprender que nadie es dueño de nada, tan sólo usuarios y que el éxito es algo relativo.
Es innato en los seres humanos andar en busca del poder y la riqueza y los hombres, por lograrlo, muchas veces son capaces de asesinar y hasta de disponer de otras vidas iniciando guerras que sólo dejan desolación y sufrimiento.
Pero, al final de cuentas, nadie es tan rico y poderoso para poder comprar un instante más de vida y ni siquiera sabe, aunque esté rebosante de salud, cuánto le resta a su existencia. ¿Cómo saber si nos quedan veinte, diez, un año o quizás tan solo un instante? 
El poder y el dinero hace muchas veces a los hombres indolentes y déspotas. Ellos lo pueden comprar casi todo, excepto un segundo más de vida.
Su dinero al llegar la hora final, pasará a otras manos. y después, a otras y así sucesivamente.
Por lo tanto, si tenemos lo básico para vivir decorosamente, ¿para qué queremos más si no pensamos compartirlo ayudando a los más necesitados? ¿Para qué tantas riquezas, para qué tanto poder si no existe en nuestras almas la inmensa dicha que nos proporciona la satisfacción de ayudar a quien más lo necesita?
Con el paso de los años,  se va perdiendo paulatinamente lo que más queremos: los familiares y los amigos se enferman y fallecen, nuestra memoria se debilita, nuestros músculos, nuestra energía y nuestro físico se van deteriorando, aunque luchemos con todas nuestras fuerzas por retrasar lo inevitable.
Nuestras vidas son efímeras y pasajeras. Por lo tanto, es muy importante meditar antes de actuar o pronunciar palabra alguna que pueda herir a nuestros semejantes.
Vale más vivir con amor y dignidad y ganarnos el respeto de quienes nos rodean, que tener mucho poder y ser odiado.



EL SUICIDIO EN LOS ANCIANOS



Los índices de suicidio aumentan dramáticamente, especialmente entre los ancianos. Este es un problema muy serio al que casi no se le da publicidad.
Pero, ¿qué hay detrás de esta terrible decisión? 
La mayoría de los intentos de suicidio no terminan en muerte. Muchos de estos intentos se llevan a cabo en una forma pasiva en que el rescate sea posible. Estos intentos a menudo representan un grito de desesperación en busca de ayuda 
El abandono, el desamor, el dolor físico y la soledad, son factores determinantes para que los ancianos pierdan la ilusión de vivir y opten por terminar con sus vidas.
A veces hay señales que indican la posibilidad de un suicidio, como por ejemplo, regalar las pertenencias; un cambio repentino de comportamiento, cambios de humor repentinos y sin motivo, pérdida de interés en las actividades que antes disfrutaba; hablar de culpabilidad o desesperación, pero, sobre todo, hablar de la muerte, el suicidio, o el deseo de hacerse daño.  
El deterioro del ser humano y los cambios que estos conllevan son parte de la vida. Sin embargo, es muy difícil culpar a alguien que en el ocaso de su vida lo ha perdido todo, y ya no tiene fuerzas para empezar una nueva vida.  
Cuando alguien que en su juventud lo tuvo todo y al final se encuentra pobre, enfermo, abandonado, limitado y sin amor, es hasta cierto punto lógico que no le encuentre sentido a su existencia y opte por tomar la terrible decisión de terminar con su existencia.
Para evitar que este fenómeno continúe aumentando, es de vital importancia que las autoridades correspondientes vigilen muy de cerca el trato que se les da a los ancianos que viven en las residencias designadas para personas de la tercera edad, pues en algunas de ellas, los empleados encargados de cuidarlos, con frecuencia pierden la paciencia y los maltratan en lugar de hacerles menos triste la última etapa de sus vidas.



LA NAVIDAD

En esta época del año, la gente abarrota los Centros Comerciales adornados de luces y árboles navideños en busca de  regalos para familiares y amigos. Pero también comida y licor en abundancia.
Pero, ¿qué es en esencia lo que se celebra? ¿Qué tienen que ver esos ancianos de barba blanca, traje y gorro rojo, cinturón y botas negras que fingen una risa tonta y que se ven por todos lados? ¿Y el árbol qué tiene que ver? 
¿Qué es lo que se conmemora el día 25 de diciembre? ¿No es acaso el nacimiento de Jesucristo? ¿Qué celebrarán los dueños de negocios que ni siquiera pertenecen a alguna de las religiones cristianas?
Lo cierto es que el comercio se apoderó de esta festividad que debería ser de recogimiento, meditación y unión familiar, convirtiéndola en una fiesta pagana en la que participan no sólo personas ajenas al cristianismo sino también quienes dicen ser cristianas y la celebran dejándose llevar por los excesos. Comen de gula, consumen licor hasta perder el sentido de la responsabilidad y conducir sus vehículos en estado de ebriedad poniendo en riesgo no sólo sus vidas sino las de otros, se endeudan utilizando sus tarjetas de crédito hasta el tope para hacer regalos a familiares y amigos "para no quedar mal con ellos" y se olvidan que ésta es una fecha en que los regalos deberían ser única y exclusivamente para los niños.  
Vale la pena reiterar, reflexionar y recordar que la Navidad es una festividad religiosa en la que se debe conmemorar el nacimiento de Jesucristo y no convertirla en un negocio para los mercaderes modernos que han desviado el sentido de esta fecha sagrada para aumentar sus riquezas. 




¿HASTA DÓNDE ES ÉTICO PROLONGAR EL DOLOR DE UN ENFERMO TERMINAL?


La sociedad siempre ha permitido quitar la vida a personas que han cometido delitos graves como método de castigo, pero no, como actos de piedad.
Es normal sacrificar a un caballo que se fractura una pata, pegándole un tiro para que cese el sufrimiento, mientras que a un ser humano que se retuerce de dolor ya en un estado terminal, le prolongan cruelmente su agonía a través de sistemas artificiales.
Sólo aquel que se encuentra postrado en un lecho del que ya jamás podrá levantarse a ver la luz de un nuevo amanecer y sus familiares, deberían tener la autoridad de decidir la solución final al tormento brutal de su existencia.
Se permite matar a un ser humano adulto por haber cometido un crimen y hasta al bebé que no ha nacido, cometiendo el crimen de abortarlo, pero no se acepta a aquel que se halla confinado en una cama, atormentado y sin esperanza alguna de recuperación, pueda terminar sus días con dignidad y la sociedad lo condena a coinvertirse en un cadáver que respira, ante el dolor inmenso y la impotencia de sus seres queridos.
¿Qué objeto tiene prolongarle la existencia a una persona que es presa de los más espantosos dolores? ¿para qué alargarle su terrible agonía, si los médicos pueden evitarsela expidiéndole un pasaporte al sueño eterno, a través de la eutanasia? Por supuesto, no asistidola a que muera por medio de una inyección letal, sino desconectándola de los aparatos que la encadenan artificialmente al tormento de la vida.
No se debe terminar con la existencia de alguien que se lo impiden sus creencias religiosas, pero, ¿quien lo pide a gritos? ¿hasta dónde es ético prolongar el tormento del enfermo condenándola a una muerte lenta y dolorosa causada por un mal incurable? ¿quién tiene al final de cuentas, el poder de decisión? ¿los legisladores, las autoridades eclesiásticas, o el afectado y su familia?



EL PRECIO DEL AMOR ES EL DOLOR



Es frecuente escuchar expresiones como: "La vida es linda", "Qué bella es la vida", "Cada día es un milagro", "Qué hermoso es amar", "Los hijos son bendiciones del Cielo" y otras por el estilo.
Pero, ¿quién en realidad es completamente feliz? ¡Nadie! Y mientras más se vive, más se sufre. 
Se sufre el dolor de ver enfermos y morir a familiares y amigos, se sufre el deterioro físico y mental, se sufre la marginación por parte de la sociedad, ¿Es acaso esto la llamada felicidad? 
Cada vez que un familiar o amigo cumple años solemos desearle muchísimos  más de vida y es que muchas personas en realidad desean vivir largas existencias, pero, ¿a cambio de qué? De que su salud sea cada día más frágil, de que arrastren trabajosamente sus pies, muchas veces con la ayuda de un bastón como si el suelo que pisan tuviera magnetismo. su rostro coronado de arrugas y la fortaleza de otros días, declinada. Y su sonrisa, su sonrisa es tan sólo una mueca a la que asoma el llanto. 
¿Y el amor? El amor va siempre ligado al dolor. Yo amé mucho a mis padres a pesar de que en un momento de pasión me condenaron al tormento de la vida y cuando falleció mi madre debido a una dolorosa y larga enfermedad, ante mi impotencia, yo también creí que moriría de dolor, tanto que hubiera preferido mil veces no haber nacido. 
Yo no pedí nacer, nadie pidió mi consentimiento. Y sin embargo, aquí estoy, navegando hacia el mismo puerto al cual nos dirigimos todos: ricos y pobres, poderosos y débiles, hacia el puerto de la muerte.
Dios no tiene preferencias, porque si las tuviera, no sería justo. No obstante, a unos les da riquezas y a otros pobreza, unos tienen hijos saludables y otros niños que sin haber cometido pecado alguno, nacen con enfermedades dolorosas e irreversibles, rodeados de miseria. 
Soy consciente que en las manos de Dios soy mucho menos que una brizna de arena del océano y, por lo tanto, no soy nadie para cuestionar sus designios. Pero me pregunto: ¿Por qué el Todopoderoso en su infinita justicia le da más a unos que a otros? Yo, con todos mis defectos, procuro repartir lo que tengo en iguales proporciones a mis hijos; si tuviera el poder, no le daría a uno más años de vida que a otro, ni más salud a uno que a otro, ni más felicidad a uno que a otro, todos tendrían exactamente las mismas oportunidades. No podría tener predilecciones. 
Quien más vive, más sufre y quien más ama, más sufre. La razón es muy simple, quien no ama, es frío y no tiene sentimientos, por ende, no sufre cuando un familiar o amigo padece de una prolongada y dolorosa enfermedad ni cuando muere. 
Muchas personas se casan porque creen estar enamoradas, otras, porque le temen a la soledad, estas últimas, tarde o temprano, dejarán sola a la persona a la que unieron su vida o viceversa. 
Otras personas no unen su vida a otras por temor a las responsabilidades que el matrimonio conlleva y al dolor que genera. 
Si alguien se queda solo para siempre, sufrirá solo y terminará su existencia igual.
Otro que opta por compartir su vida con otra persona, tendrá hijos, unos buenos y otros malos. Eso no es una escritura.
Quienes tienen hijos buenos, sufrirán cuando ellos sufran, cuando se enfermen, cuando tengan accidentes y cuando mueran. Quienes tienen hijos fríos y que tomaron un camino torcido, también sufrirán por su comportamiento y porque también tienen accidentes, se enferman y mueren.
Y al final de nuestras vidas, si hemos "tenido la suerte" de tener la compañía de una persona que unió su vida a la nuestra y nos dice el médico que sufre una enfermedad terminal y dolorosa, ¿qué nos espera? Más lágrimas de impotencia  y desear que la muerte nos libere pronto de esta agonía ¿Qué podemos desear cuando nos quedamos completamente solos? ¿Cuando todos nuestros seres queridos que nos acompañaban se han ido para siempre?
Nadie nos pidió nuestro consentimiento para venir a este mundo lleno de dolor y de injusticias. La vida es dura, y a pesar de eso, todos queremos vivir largas existencias, excepto los suicidas que no soportan la vida cuando ésta ha perdido todo objeto. 
¿Habrá alguien que es víctima de una gran injusticia o que sufre el dolor de ver a un ser querido condenado a una dolorosa y prolongada enfermedad decir que la vida es bella? Dicen los hijos son el  fruto del amor, pero, ¿dirá acaso esto quien ve que sus pequeños desfallecen de hambre y no puede conseguirles un pan para mitigarla?
En este mundo de apariencias, la gente suele colocar en sus rostros caretas que aparentan una felicidad inexistente, porque temen ser compadecidos por los demás, como si el sufrimiento no formara




LA JUSTICIA Y LA INJUSTICIA

Los jueces y los miembros de los jurados tienen la enorme responsabilidad de condenar o absolver a una persona, es decir, tienen la potestad de disponer de la vida de ésta. 
Muchas veces, personas inocentes han sido implicadas en delitos que no cometieron y no pocas han estado al borde de la pena capital, pero a última hora se han salvado. Otras veces, las autoridades han descubierto errores en el proceso y después de años se han enterado de que el supuesto delincuente es inocente. La pregunta es: ¿De qué manera pueden pagar a esa persona el daño que le causaron? ¿Cómo compensar su gran pena, el deterioro moral y sicológico, el dolor causado a sus familiares y el tiempo de su vida que perdió en la cárcel?
En ciertas ocasiones, el fiscal, es decir, el abogado acusador, es más hábil y convincente que el defensor, y no pocas veces trata de  intimidar al acusado señalándolo, gritándole, y acorralándolo para hacerlo parecer como un ser malvado. Esa es su función y su victoria es que lo castiguen sin importar si es culpable o inocente, su conciencia en estos casos, poco o nada cuenta.
Pero hay algo terrible y de todos es sabido, tiene más posibilidad de salir en libertad culpable rico, que un inocente pobre, pues el primero puede darse el lujo de contratar a los mejores abogados, mientras que el pobre no puede hacerlo. Desafortunadamente, el dinero tiene el poder de comprar conciencias y por ende, permitir la impunidad.
¿Cuántos corruptos de cuello blanco se encontrarán en las calles gozando de su libertad impunemente, y cuántos humildes inocentes tras las rejas 
El ingreso de una persona a la prisión supone el aislamiento afectivo y social,  lo cual produce  en ella una profunda depresión, deterioro moral y la pérdida de su autoestima 
El preso común está vigilado continuamente por guardas que, por regla general, son seres crueles que exigen a los penados obediencia a sus órdenes, muchas veces arbitrarias 
Fedor Dostoievski decía que lo peor de estar en la cárcel no es el encierro, sino la falta de privacidad.
Ser vigilado constantemente y no tener ni siquiera el consuelo del reposo de un sueño reparador, porque éste es interrumpido durante las rondas nocturnas con la luz de una linterna que encandila y destroza los nervios. no debe ser nada agradable.
¿Qué satisfacción sentirá un abogado que logra la absolución de un culpable? ¿Y qué satisfacción podrá sentir el abogado que hace condenar a un inocente?
Hay una frase que dice: "Es preferible absolver a un culpable que condenar a un inocente".





LA ENFERMEDAD DE CHÁVEZ ES UN MISTERIO

Los medios noticiosos venezolanos y de otros países ya cansan pregonando el heroísmo de Chávez frente a un supuesto cáncer.
¿Es que acaso él es el único que padece esta enfermedad? ¿Cuántos niños se estarán muriendo allá mismo, en Venezuela a causa de este mal? ¿Cuántas personas se estarán muriendo por falta de atención médica y nadie los considera héroes?
Muchas personas que padecen enfermedades avanzadas, dolorosas e incurables pasan inadvertidas y muy pocas son atendidas como el dictador venezolano, quien se vale de su quebranto de salud para llamar la atención aparentando heroísmo.
Si el presidente bolivariano de verdad estuviera tan enfermo, ¿por qué hace planes a largo plazo y no cambia su actitud de prepotencia a la humildad?
Ser humilde no es sinónimo de debilidad, es ser menos hipócrita y más humano?
¿Será verdad su enfermedad o se tratará de una nueva estrategia para debilitar a la oposición 
Lo cierto es que de él se puede esperar cualquier cosa, ¿por qué no ha dicho claramente qué tipo de cáncer tiene y en qué etapa se encuentra? Hace pocos días dijo estar totalmente curado, ¿será cierto? ¿Y que la  quimioterapia a que dicen que está siendo sometido es una medida preventiva
El dictador tiene una gran habilidad para manipular. Se dice y se contradice y miente con una tranquilidad pasmosa. Aparenta tener una gran preocupación por el bienestar del pueblo, pero Venezuela, aún con riqueza petrolífera y los altos precios del crudo, experimenta profundos problemas económicos y la más alta inflación de América Latina 
Los grandes magnates venezolanos han perdido la confianza y muchos de ellos han emigrado hacia otros países y los inversionistas extranjeros no quieren llevar sus capitales al país bolivariano por temor a ser expropiados de sus empresas como les ha pasado a otros en épocas recientes.
Es bueno recordar que cuando Chávez asumió el poder, el barril de petróleo rondaba los diez dólares, hoy ronda los cien, y el país no se ha visto beneficiado, como por ejemplo, Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos.
¿Por qué Venezuela no ha surgido como una potencia económica mundial y no sale de sus problemas económicos, siendo uno de los países con una de las mayores producciones de petróleo del mundo? ¿No será acaso por la ineptitud de su presidente que ha despilfarrado la riqueza del país? ¿Chávez tiene cáncer o será más bien él quien es un cáncer para su país?
Los venezolanos tienen la palabra.




EL SENTIMIENTO DE CULPA

El sentimiento de culpa es una pesada carga que mortifica a muchas personas por sucesos pasados que las hace sentir tristes, molestas y abatidas por algo que hicieron o se dejaron de hacer o por algo que dijeron  y no se deberían haber dicho. 
Todos los seres humanos con uso de razón, han experimentado en mayor o menor grado, sentimientos de culpabilidad los cuales muchas veces, se guardan dentro del corazón porque un falso orgullo que esclaviza, impide admitirlos. Lo mejor que se puede hacer para quitar la angustia que agobia, es buscar a la persona ofendida, admitir el error y pedirle perdón. Es algo muy difícil que requiere valor y humildad, pero efectivo. 
Cada persona es un universo individual, pero nadie es igual a otro, ni siquiera dos hermanos gemelos que se criaron en el mismo medio ambiente son idénticos, algunas veces, ni siquiera parecidos. Por lo tanto, no todos sienten con igual intensidad la culpabilidad de determinada acción. 
Ciertas veces, el sentirse culpable se manifiesta con el arrepentimiento, un sentimiento que a veces es tan fuerte, que puede conducir hasta al suicidio.
Si no se puede remediar un mal, lo mejor es no castigarse a sí mismo pensando en el error y no volverlo a cometer.
Don Ramón de Campoamor dijo: "No se echa atrás un río ni vuelve a ser presente lo pasado". 
No es justo vivir atormentado por asuntos que quedaron sepultados en el pasado. 
La regla de oro para evitar sufrir en el futuro el sentimiento de culpa, es muy sencilla: No hacer a los demás lo que no deseamos que nos hagan.




LA ENVIDIA, EL CÁNCER DEL ALMA



La envidia es un sentimiento muy común y de no ser dominado, puede llegar a ser supremamente destructivo.
Napoleón Bonaparte solía decir que la envidia es un sentimiento de inferioridad. 
La envidia no es un sentimiento exclusivamente de personas adultas, ella comienza a manifestarse desde los primeros años de la vida. No es raro que un niño sienta rabia hacia otro que tiene la bicicleta que él no puede poseer. Lo peligroso en este caso, es permitir sus rabietas y pataletas sin brindarle una explicación con razones lógicas que él logre comprender para que así pueda aceptar una situación que lo hará madurar. De lo contrario, crecerá con una frustración y se convertirá en un adulto envidioso y rencoroso 
Una cosa es reconocer las cualidades, el esfuerzo y el tesón de personas que han logrado objetivos, y otra muy diferente, envidiarlas. 
El mayor castigo que le podemos imponer a una persona envidiosa que nos lanza venenosos dardos, es ignorarla. 
El envidioso a veces se esconde detrás de una apariencia amigable y simpática demostrando por lo general, un respeto excesivo y una admiración que raya en adulación hacia los demás, pero en el fondo, es un ser que sufre con los éxitos de los ajenos y se alegra cuando fracasan. 
Hay quienes, al ver que su vecino compró un auto nuevo brillante y reluciente, al menor descuido, le rayan la pintura porque la envidia los consume.
La envidia es el cáncer del alma, pero si nos proponemos y luchamos contra este terrible mal, lo venceremos.
No hay nada más satisfactorio que sentirnos satisfechos con lo que tenemos para poder disfrutar del día más importante: ¡Hoy!




EL COMPLEJO DE SUPERIORIDAD




El complejo de superioridad no existe, es tan sólo un disfraz con el que se cubre un alma mezquina.
Desafortunadamente, las personas que padecen el llamado complejo de superioridad son numerosas. Son seres miserables e infelices. Por lo general, envidiosos que viven una existencia llena de apariencias.
No es raro ver gente que al llegar a otro país en el cual se habla otro idioma, donde ven a sus habitantes de piel más clara, cabello rubio y ojos azules o verdes como seres superiores. Después de aprender unas cuantas palabras en el nuevo idioma, se hacen teñir el cabello y se colocan lentes de contacto de colores claros,  ya no quieren pronunciar ni una sola palabra en su idioma natal, aunque tengan un acento más grande que una