Cuando yo era una niña mi madre escuchaba dos novelas: una al mediodía y otra que daban por la noche. Además el radio en mi casa siempre estaba encendido pues daban noticias, programas cómicos y música. Me acuerdo de un programa que se llamaba “El alma de las cosas”. También me acuerdo de “Tamacún, El Vengador Errante”; de un programa de misterio llamado “Rafles, el Ladrón de las manos de seda”. “La Tremenda Corte”. Mi madre mencionaba un programa de horror que se llamaba “Talúa” que ella no se perdía. Por el día ponía mi madre a Suaritos. Yo me acuerdo de sus anuncios. “Pida agua de San Agustín, y no con rezos, sino con guano”. “No es lo mismo una coqueta muy vieja, que una vieja muy coqueta”, etc., etc.
Gracias, María Teresa, ¡estás en todas!
Martha
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