No sé
por qué, la imagen de Fidel Castro en su reciente viaje me
trajo a la mente un encuentro que tuve en la Universidad de
Georgetown cuando, hace un par de años, iba a hablar sobre la
Revolución Cubana.
Un pequeño grupo de latinoamericanos se me acercó y con un
tonillo de irónica insolencia me anunciaron que venían a oír
"lo que iba a decir de Fidel Castro un cubano
contrarrevolucionario".
"Tal vez se sorprendan" les comenté. "Voy
a iniciar mi charla afirmando que, a mi juicio, Fidel Castro es
el líder más grande que ha dado la América Latina".
El pasmo esfumó las sonrisas.
"Respetando caracteres y nacionalidades", les
añadí,"es posible afirmar que Bolívar, San Martín, Sucre y
todos los "liberadores" de nuestro continente no le
llegan al tobillo a Fidel".
"Oiga", atinó a decir uno de ellos,"tampoco hay
que exagerar",
"Pero yo no exagero", le dije "¿en definitiva
que hizo Bolívar? Arrastrándose hacia el exilio, enfermo
y lacerado, él mismo hizo la confesión, había "arado en el
mar".
¿Y San
Martín?, exiliarse en Francia y negarse a volver jamás a la
Argentina. ¿Y los demás?.
Los demás fragmentaron el continente creando repúblicas sin
ciudadanos y constituciones que terminaban siendo pasto para
los caballos de los caudillos.
Y, al final, todos esos caudillos de resonantes títulos,
"El Supremo", "El Benefactor", fueron mas
efímeros que el polvo que dispersa el viento en las desérticas
faldas de los Andes."
El grupo desplegó crecientes síntomas de indignación, pero no
les di oportunidad de protesta.
"En cambio", proseguí, "¿que ha hecho
Fidel?.
Fidel ha
hecho de todo. Y en todo ha recibido aplauso. Y todavía está ahí en el poder.
Fidel estremeció a
Latinoamérica con sus guerrillas y obligó a todos los países a
sacrificar tiempo, dinero y vidas, y cuarenta años más tarde
presidentes y pueblos lo tratan con respeto.
Desafió
al norte y quiso aniquilarlo con la cohetería soviética; y
cuando ahora lo visita, las cadenas de televisión se derriten
bajo su encanto.
Cerró los colegios católicos, expulsó a curas y monjas, arrestó
a muchos sacerdotes, impuso el ateismo como la única verdad; y
cuando va a Roma ni un índice se alzó acusadoramente.
Ha insultado múltiples veces a la Organización de Estados
Americanos; y la organización clama por su presencia".
"Recuerden que Fidel lanzó la única expedición militar que
ha salido de la América Latina. Sus tropas llegaron a
Angola y a Etiopía, y si no es porque a los soviéticos les
temblaron las rodillas y algunos pueblos africanos, como el de
Eritrea, no entendieron su mensaje, Fidel hubiera ocupado el
trono milenario de Haile Selassie.
¿Se puede ir más lejos partiendo de Birán, en Oriente,
Cuba.?"
"Si hubiera podido aplicar sus planes, Fidel hubiera
revolucionado a México barriendo la costra corrompida del PRI y
eliminado ese jugar a ser izquierda en el exterior y ser todo
derecha en el interior.
Desde luego, su victoria hubiera evaporado todas las libertades
"burguesas" y hubiera extendido sobre México la vieja
miseria de los campesinos de Chiapas."
"Según él mismo confesó una vez, en España, donde es tan
popular, Fidel hubiera aplastado en diez días a los
separatistas vascos y catalanes; establecido una Inquisición
atea y, en caso de encontrar resistencia, se hubiera proclamado
Califa y llamado a sus amigos árabes para que restablecieran el
orden en España."
"Tales cosas no pudo hacer porque le fallaron los
pueblos.
En Colombia, por ejemplo, donde las montañas son más altas que
en Cuba, un cura siguió el ejemplo de Fidel y se alzó en
armas. Seis meses más tarde cayó baleado.
En Bolivia, los campesinos se mostraron sordos a las llamadas
del Ché.
En casi todas partes sus guerrillas fueron derrotadas.
Y aún el pueblo ruso se sacudió de encima el poder
comunista."
"¿Y
Uds. saben por qué Fidel ha llegado tan lejos?".
Los estudiantes seguían ceñudos y silenciosos.
"Porque
Fidel se ha mantenido leal a sus convicciones y no altera ni
una coma de ellas.
Como Calvino, Fidel cree firmemente
que los hombres están volcados hacia el mal,
que el odio es más fuerte que el amor,
que la envidia aplasta a los que quieren
distinguirse, y
que el miedo es el más calmante de todos los
sentimientos humanos. "
"Por eso, mientras otros líderes apelan al sentimiento, Fidel
apela al resentimiento.
Sus palabras sobre los pobres son siempre un pretexto para
fomentar el odio a los que no son pobres.
Él, que ni sabe ni puede eliminar la miseria, pero sí puede hacer igualmente miserable a todo el
pueblo.
Su solución no es mejorar a
los que nada tienen sino quitarle todo a los que tienen algo.
Así impuso en
Cuba la socialización de la miseria y la igualdad del
hambre.
Lo cual
tiende a eliminar la envidia.
De ahí su negativa a hacer reformas y sus esfuerzos por mantener
a los cubanos alejados de los centros turísticos para
extranjeros, para que no caigan en la horrible tentación de
esforzarse en mejorar sus vidas.
Así concluí y me quedé esperando por algún comentario o
pregunta. Pero los tipos se miraron entre sí, hicieron
gestos negativos y se fueron musitando discusiones.
Y
ninguno asistió a mi clase.
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