7 mar 2010

Debate Nacional


Publicado el sábado 06 de marzo del 2010
en El Nuevo Herald

Por: Oscar Peña,
Periodista

En medio de la visita del presidente brasileño Lula Da Silva a Cuba, el general Raúl Castro declaró a la prensa internacional que lamentaba la muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo y que estaba dispuesto a discutir --de tú a tú y respetándose las partes-- todos los puntos con los organismos internacionales de derechos humanos. Es estimulante escucharlo expresar esa buena voluntad nacional; sin embargo, nos parece inapropiado no discutir ese tema entre nacionales. Veamos:

En 1989, las autoridades cubanas arrestaron y luego fusilaron a altos oficiales de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior, argumentando que se habían involucrado en negocios del narcotráfico internacional y habían traicionado la confianza que la máxima dirección del país tenía en ellos y que habían puesto en duda la credibilidad y prestigio de las autoridades de Cuba. En aquel momento, el Comité Cubano Pro Derechos de Cuba --del cual soy director-- entregó en las oficinas del Palacio Presidencial y de la dirección del Partido en La Habana una misiva dirigida al mandatario Fidel Castro que expresaba:

``Al observar que la alta dirección del país esta tomando medidas contra oficiales involucrados en el narcotráfico e infieren que no sabían nada al respecto, le preguntamos si no es posible que también usted desconozca las permanentes violaciones de los derechos humanos que sufre nuestro pueblo.

Estamos dispuestos a sentarnos con Raúl Castro para hacérselo saber de manera rigurosa y seria, con datos, ejemplos y víctimas. Al admitir que no conocían algo que era evidente para todo el pueblo de Cuba, nos surge la esperanza de que tampoco sepan de los abusos, atropellos, sanciones injustas, represalias, hostigamiento y dolores que ha estado recibiendo la gran mayoría del pueblo cubano por su Ministerio del Interior.

No queremos enviar nuestras denuncias a salones extranjeros, sin antes presentarlas en los nacionales. Nunca hemos podido alertar a la alta dirección del país sobre esas prácticas y tenemos el temor de que mañana también tengan que expresar que tampoco sabían lo de los abusos de los más elementales derechos de los ciudadanos en Cuba. Escúchenos de cubano a cubano''.

firmaba esa misiva la Directiva de los Derechos Humanos de Cuba, entre ellos el que suscribe. Desafortunadamente nunca recibimos acuso de recibo decente. Indecente y al más profesional estilo de la mafia sí recibimos muchos abusos, torturas y operaciones secretas de la policía política, que son el orden del día y las prácticas diarias de los miembros ocultos y públicos del Ministerio del Interior en las calles de Cuba contra artesanos, campesinos, profesionales, mujeres y pueblo en general. Y eso no ha cambiado.

Obviamente, el gobierno de Raúl Castro ha asumido siempre una política neoplattista: sólo tratan los problemas del país con extranjeros. De ellos aceptan señalamientos, observaciones, pedidos de presos políticos, etc. Para salvar la ética nacionalista deberían hacer eso entre cubanos. ¿General Raúl Castro, dónde y cuando discutimos todos los puntos?

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