6 mar 2010

"El caso Margarita y los 27 Millones"



Por: José L. Martel,
periodista

Las cosas que se ven en este Miami y escenificada por nosotros los cubanos son algo aplausibles de vitores y con un desfile por la calle 8 con esta señora sentada en un trono colocado en lo más alto de una carroza y una jaba llena de dólares y ella gritando ¡Abajo el castrismo! ¿Viva mi segundo marido! ¡Viva yo!

Eso es todo. En estos barrios de Miami donde moramos, tenemos cada gente con cada cara dura que solo piensan en ¿cómo ganar dinero sin menear la otra mano? Estoy de acuerdo 1000% del trabajo de Vargas. Disfrutó una relación matrimonial con el "espía" y como se le fué, ahora quiere compensación millonaria. Todo es un negocio de sacar "fulas" algo que considero personal de un infiltrado dentro de las filas del exilio cubano de Miami. Un verdadero espía del castrismo, "sacarle provecho al enemigo" no lo entiendo. El enemigo sigue allí, nada menos que esos millones sean donados a los presos políticos y de conciencia que languidecen en esas cárceles, ayudar a sus familiares sin trabajo y a la disidencia opositora en general. Si es asi, considero un gesto patriótico.

Creo que los menos jovenes debemos siempre recordar esa frase que con cierta picardía utilizabamos en Cuba: "Que te pasó, chica (o chico) repugnancia con el dulce después que te lo comiste".

Miami, Florida, USA.
joselmartel@hotmail.com

1 comentario:

cheoburumba dijo...

Estoy 100% de acuerdo con Martel. Le zumba el mango que Ana Margarita no se enterara que su marido era un espía de Castro. Eso no se lo cree ni el que asó la manteca.

Lo que uno no sabe de un hombre en la época del noviazco, lo sabe uno cuando se casa, porque es muy difícil hacer todas esas maniobras que hizo el marido de Ana Margarita para no sospechar de él y averiguar.

No se puede convivir años con una persona sin que se tenga sospecha de lo que esta persona hace, teniendo en cuenta los viajes que el marido realizaba a Cuba sin ninguna razón valedera.

Hay muchos cabos sueltos en la historia que cuenta Ana Margarita.

Ahora ella se quiere quedar con los dólares que no le pertenecen.

Creo que esta muchacha tiene la cara muy dura. Antes que ella hay muchos cubanos que indemnizar, como los pilotos muertos de Hermanos al Rescate, por poner un ejemplo.

Martha Pardiño

Páginas