Golpeadas y arrastradas las damas de blanco

Por: Alberto Muller,
periodista, escritor, pintor y profesor
de Periodismo de la UM.

Fue sentenciado a 15 años de prisión,
maltratado y torturado
en las cárceles cubanas.

Una brigada castrista, organizada bajo las órdenes de la Seguridad del Estado y con el visto bueno del gobierno, acosó, golpeó y arrastró cobardemente a las Damas de Blanco, en su tercera jornada de protestas en Cuba pidiendo la libertad de los presos políticos cubanos.
A diferencia de la segunda jornada del día anterior, que estuvo plena de insultos y ofensas exclusivamente, en esta tercera jornada, el régimen castrista decidió sacar a las Damas de Blanco de las calles, y la brigada represiva arremetió con ofensas, golpes y empujones contra el grupo desarmado de mujeres, que fueron introducidas en un ómnibus oficial.

Muy temeroso y débil debe sentirse el régimen de Raúl Castro cuando llega a estos límites de abuso vergonzoso contra un grupo indefenso y pacífico de mujeres cubanas, cuyo único delito es pedir la libertad de sus familiares presos.

El grupo de las Damas de Blanco, presididas por Reina Tamayo, madre de Orlando Zapata Tamayo, fallecido el 23 de febrero tras 85 días en huelga de hambre, eran unas treinta mujeres que después de asistir a una misa en la iglesia de Santa Bárbara, salieron caminando hacia la casa cercana de Orlando Fundora, un ex preso político que hace días se declaró en huelga de hambre.

La turba oficialista, una 200 personas, aparentemente tenían instrucciones de no permitir que el grupo de las Damas de Blanco pudieran llegar a la casa del preso de conciencia, Orlando Fundora.

Después de ser introducidas en el ómnibus, el grupo de las Damas de Blanco fueron conducidas a casa de Laura Pollán, una de las líderes del movimiento que aglutina a más de un centenar de esposas, madres y familiares de los presos políticos.

Pollán declaró a la prensa que creía que le habían roto un dedo, pero que los golpes y los insultos no iban a amedrentar a las Damas de Blanco.

Reina Tamayo, la madre de Orlando Zapata Tamayo, en medio de la golpiza y los insultos que recibió, pidió a Changó, la deidad de la religión africana, que la cabeza de Fidel y Raúl tenía que caer bajos sus pies.

Las Damas de Blanco reiteraron que saldrían en su cuarta jornada de protestas, preparada para el día de mañana.