Por Napoleon Vilaboa
El pasado mes de marzo, murió el opositor pacífico cubano Andrés Leiva mientras volvía clandestinamente a Cuba.
Conocí a Andrés Leiva. Nos presentó el líder de Agenda Cuba Tomás Rodríguez, y me impresionó la determinación de Leiva de regresar a Cuba, para combatir pacíficamente a la tiranía castrista.
Como cubano, Andrés Leiva tenía derecho de volver a Cuba. Pero el castrato le negó su derecho de regresar al archipiélago cubano.
La tiranía castrista es culpable de la muerte de Andrés Leiva porque, al negarle la visa de entrada a Cuba, lo forzó a hacerlo clandestinamente.
Miami, Fl.
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2 comentarios:
Hace unos días, en la Sección Cartas al Director del DLA, salió una carta publicada de nuestro querido miembro Napoleón Vilaboa que Elsa I. Pardo copió y comentó y que hoy todos recibimos. Y que además Elsa ha pegado en su blog con una foto de Napoleón.
Pero yo quiero añadir algo sobre esa carta de Napoleón Vilaboa que se titula “Adiós, Andrés Leiva”, porque para mí es un testimonio más de la crueldad de la tiranía castrista, que nos ha condenado a los cubanos que amamos la libertad, a vivir lejos de nuestra patria.
En un programa radial, que ahora no me acuerdo como se llama, oí por primera vez a Andrés Leiva hablar de su determinación de regresar a Cuba, la tierra donde había nacido y donde quería morir luchando pacíficamente por su libertad. Los Castro le habían negado la entrada, pero el decía que iba a regresar a la isla de cualquier manera.
En ese momento, confieso que no pensé que Andrés atentara el regreso, porque conociendo al tirano y a su hermanísimo, sabíamos que era como firmar su sentencia de muerte.
Pero, Andrés Leiva, volvió clandestinamente a Cuba y murió. ¡Cuando Oscar Peña me informó de su muerte pensé en el triste destino que nos ha tocado a todos los cubanos, a los de allá y a los de aquí, de tener una patria secuestrada por la tiranía unipersonal más larga del mundo!
En paz descanse Andrés Leiva y vaya nuestro más sentido pésame a toda su familia.
Te felicito, querido Napoleón, por tu emotiva carta. Espero que Elsita me haga el favor de hacerte llegar esta reseña.
Martha Pardiño
En un programa radial, que ahora no me acuerdo como se llama, oí por primera vez a Andrés Leiva hablar de su determinación de regresar a Cuba, la tierra donde había nacido y donde quería morir luchando pacíficamente por su libertad. Los Castro le habían negado la entrada, pero el decía que iba a regresar a la isla de cualquier manera.
En ese momento, confieso que no pensé que Andrés atentara el regreso, porque conociendo al tirano y a su hermanísimo, sabíamos que era como firmar su sentencia de muerte.
Pero, Andrés Leiva, volvió clandestinamente a Cuba y murió. ¡Cuando Oscar Peña me informó de su muerte pensé en el triste destino que nos ha tocado a todos los cubanos, a los de allá y a los de aquí, de tener una patria secuestrada por la tiranía unipersonal más larga del mundo!
En paz descanse Andrés Leiva y vaya nuestro más sentido pésame a toda su familia.
Te felicito, querido Napoleón, por tu emotiva carta. Espero que Elsita me haga el favor de hacerte llegar esta reseña.
Martha Pardiño
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