Escritor, periodista y crítico de cine.
Considerado uno de los escritores cubanos más importantes.
Guillermo Cabrera Infante
Por: Maria Teresa Villaverde Trujillo
ashiningworld@cox.net
Mundialmente conocido por su maravillosa prosa.
-Gibara, Cuba, 22 de abril de 1929 - Londres, 21 de febrero de 2005-
En 1941 la familia se traslada a La Habana. En 1947, luego de abandonar los estudios de medicina, comenzó a escribir y en 1950 ingresa en la Escuela de Periodismo de Cuba. En 1951 funda la Cinemateca de Cuba junto a Tomás Gutiérrez Alea y a Néstor Almendros, y lo dirige hasta 1956. Trabaja como crítico de cine con el seudónimo de G. Caín desde 1954 en el semanario Carteles, del que tres años más tarde es redactor-jefe. En 1959, tras el cambio político en Cuba, se le nombra director del Consejo Nacional de Cultura y, a la vez, subdirector del diario Revolución. Después es director del magazín cultural cubano Lunes de revolución hasta su clausura en 1961.
Funciona como agregado cultural y como encargado de negocios en Bruselas. Pero sus discordancias con el nuevo gobierno cubano llegan a su punto máximo en 1968, cuando Cabrera Infante concede una entrevista criticando al régimen revolucionario. Esto provoca una fuerte reacción en Cuba que le lleva a abandonar su cargo diplomático. Pasa una temporada en Madrid y, más tarde, pide asilo político en Inglaterra, fijando su residencia en Londres, nacionalizándose británico.
En 1964 edita su novela "Vista del amanecer en el trópico". En el año 1967 publica la mas popular de sus obras "Tres Tristes Tigres", que es un canto al ritmo de La Habana, y hace con su prosa una espléndida descripción de la cultura y el ambiente musical nocturno de la ciudad. "El gran descubrimiento de mi vida fue la ciudad de La Habana. No solamente descubrí la ciudad sino descubrí un cosmos, descubrí un hábitat y descubrí un mundo particular. Para mí eso fue decisivo...", manifestaba Cabrera Infante.
Durante la ceremonia del Premio Cervantes en la Universidad de Alcalá el 23 de abril de 1997 recibió el premio más importante de la lengua castellana, el prestigioso Miguel de Cervantes. En octubre del 2003 en una ceremonia celebrada en Valladolid, España, este famoso escritor cubano recibió el premio Internacional de las Letras de la Fundación Gabarrón, institución española que se dedica a difundir la cultura hispana en los Estados Unidos.
Además obtuvo otros reconocimientos como: Premio Biblioteca Breve; Finalista del Premio Formentor;
Premio del Instituto Italo-Latinoamericano, Roma; Doctor honoris causa, Universidad Internacional de Florida; Fundación Gabarrón de las Letras, Medalla Sancho IV Universidad Complutense de Madrid.
Este año 2010 coincidiendo con el quinto aniversario de su fallecimiento salió a la venta en España su novela autobiográfica -"Cuerpos divinos" - obra póstuma del escritor cubano, una crónica de casi 600 páginas hablando de los años previos y posteriores a la revolución socialista cubana, narrados desde la perspectiva de un joven que dice: "No sólo la historia, sino la geografía nos condena. Han hecho truco hasta con la topografía. Nacimos en un oasis y con un pase de mano nos encontramos en pleno desierto"...
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1 comentario:
Como yo conocí a Guillermo Cabrera Infante.
Era la hora de almuerzo de 12 a 2:00 PM, cuando yo trabajaba en el Banco Hipotecario Mendoza de mi querida Habana. Aproveché y en vez de almorzar me fui a casa de mi modista Margot que vivía en Ayestarán, para probarme unos vestidos que ella me estaba haciendo.
Cuando me bajo de la guagua y llevaba caminada una cuadra hasta la casa de Margot, siento unos pasos apresurados detrás de mí. Me viro y veo a este joven que tenía una carpeta o maletín bajo el brazo, vestido con saco y corbata. Me apresuro para ganar la otra cuadra que me quedaba y el joven casi me pisa los talones. Llego a casa de Margot y toco y enseguida que me abre me meto en la casa. Le digo que parece que hay un joven siguiéndome.
Al poco rato tocan en la puerta y el joven de marras le dice a Margot que el es un empleado de Obras Públicas y viene a hacer un Survey sobre las condiciones de las cañerías, etc. Asombrada ella lo deja pasar y empieza a hacer una pila de preguntas tontas y sin dejar de mirarme. Al fin, se da por vencido y me dice que el quería verme de cerca “para saber si era verdad tanta belleza”, y con la misma me enseña una Revista Carteles y me da su tarjeta de articulista de esta revista. Nos dio la mano a las dos y se despidió diciendo que deseaba ponerse en contacto conmigo. Era Guillermo Cabrera Infante.
Desde luego que a las dos nos pareció un atrevimiento, pero nos confesamos culpables por abrirle la puerta.
Así conocí yo a este personaje de aquella Habana de los sesenta.
Martha Pardiño
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