La Globalización en Taiwán

Por Elsa I. Pardo

Anoche tuve la oportunidad de ver en un video de lo que fue un país asiático del tercer mundo, Taiwán. Hace 60 años era un país muy pobre con una población hambrienta, básicamente agrícola y algunas fabricas sucias con maquinas peligrosas, simples y rudimentarias, donde los obreros trabajaban un promedio de 14 horas diarias y los salarios eran muy bajos. Mientras la tiranía de Fidel Castro luchaba contra viento y marea para seguir de pie en Cuba, Taiwán dijo no al sistema autocrático.

Taiwán se ha ido desarrollando y transformando económica, política, social y tecnológicamente, gracias al proceso de la globalización. Empezaron con una reforma agraria, repartiéndose las tierras que trabajaban antes. Gracias a los mercados libres y abiertos con países todavía más ricos, con los cuales hacen negocios y copian ideas, como “McDonald’s” y “Starbucks”, la decisión de globalizarse dio paso al milagro económico taiwanés.

Taiwan se ha industrializado con nuevas fábricas y maquinaria moderna y eficiente, sus obreros trabajan menos horas, producen más y tienen mejores salarios. Además, surgió una clase media mayoritaria y una nueva generación que tienen sus propios negocios y menos restricciones. Esta nueva generación es más educada, trabaja en la alta tecnología, son ingenieros informáticos y hombres de negocios. Sus niveles educativos son distintos a los de sus padres que trabajaban en fábricas, muchas horas.

Este pais ha progresado muchísimo, han inventado calculadoras, computadoras, equipos de aire acondicionado y otros equipos sofisticados. Definitivamente, la globalización proporciona riqueza y esa clase media y rica se interesa por la libertad económica y la democracia.

En la actualidad, Taiwán es una democracia como Gran Bretaña y dio el salto de la pobreza a la riqueza en una generación. Los países más ricos del mundo como Estados Unidos y las naciones europeas son las democracias más estables. La globalización lleva riqueza y libertad a todos.