Publicado en el Nuevo Herald 6/10/2010
Por Martha Pardillo
Miami se ha convertido en una ciudad muy peligrosa. Tenemos miedo de salir de noche aunque sea a la esquina de la casa. En algunas fiestas familiares han irrumpido jóvenes disparando armas de fuego.
A cada rato aparecen el cadáver de un hombre o una mujer baleados.
Hace unos días, un hombre entró en un restaurante de Hialeah y mató a su esposa y a otras tres mujeres, e hirió de gravedad a otras dos. Todas trabajaban en el restaurante. Si este hombre no hubiera tenido una pistola, tal vez esta tragedia se pudiera haber evitado.
Es tan fácil comprar un arma en Miami que cualquier irresponsable es propietario de una pistola o de un rifle. Se deben imponer leyes más fuertes y el que quiera comprar un arma, además de ser mayor de edad, debe pasar un examen para determinar si es violento y verificar que tenga un historial limpio.
El alcalde Tomás Regalado y los comisionados tienen que hacer algo urgentemente para que nuestra querida ciudad no se convierta en la ciudad del gatillo alegre.
Martha Pardiño
Miami
Entradas
1 comentario:
Gracias, Elsita, por poner mi carta "Gatillo Alegre"que fue publicada en el Nuevo Herald.
Yo de verdad que estoy muy triste por toda la violencia armada que asesina y hiere en las calles de Miami.
Nosotros vinimos en el 1962. La puerta de mi cocina que daba a un patiecito, siempre estaba abierta. Los juguetes de nuestros hijos dormían en el jardín. Podías caminar por la noche sin peligro ninguno. En la arena de la playa dejabas tu cartera, tus espejuelos, tu reloj y nadie lo tocaba. Las escuelas eran confiables y tranquilas.
Ahora no se puede salir ni al atardecer de la casa porque puedes encontrarte con una bala perdida. Hay ciertos barrios que son peligrosos hasta de día. Los colegios y las universidades ya no son lugares seguros para nuestros hijos. La violencia se ha encarnado en esta ciudad que era tan agradable y tan tranquila.
Gracias de nuevo, querida amiga.
Martha Pardiño
Publicar un comentario