Una visita al casino

Por Elsa I. Pardo

Publicado en Diario Las Americas

Durante el fin de semana tuve la oportunidad de visitar el nuevo casino "Magic City" en Miami que abrió sus puertas en Octubre del 2009 en el canódromo de Flagler. Este es el primer casino del condado Dade estilo Las Vegas, un proyecto que costó $54 millones.

Con amplio estacionamiento, el espectacular casino cuenta con 700 maquinas tragamonedas y unos 500 empleados. Vale destacar que una modalidad electrónica especial de blackjack y ruleta me impresionaron. También hay otros juegos menos sofisticados como son el póker y el bingo. Y como si fuera poco, tienen suculentos buffets, karaoke, happy hours, shows y una gran barra.

Los casinos han sido un tema de controversia por muchos años. Unos piensan que fomentan el robo, los vicios y la prostitución, otros piensan que generan empleos, que es una gran industria que atrae turismo y mejora la economía local. De lo que si estoy segura es que su diseño, luces, colorido y cada detalle que tiene este impresionante salón, tiene un efecto psicológico en la psiquis de los jugadores que los hace sentir cómodos, optimistas y felices.

Por ejemplo, los casinos no tienen ventanas ni relojes para evitar la distracción de los jugadores y mucho menos que sepan si es de día o de noche y decidan irse. Todo esta brillante y pulido, las luces, y los sonidos son verdaderamente estimulantes, el sonido de las monedas producen estruendos y euforia, dando la impresión que todos están ganando, aunque la mayoría este perdiendo. También me llamaron la atención algunas tragamonedas con cómodos sofás, como los de nuestras casas.

El color de las paredes es rojo, da vitalidad, ambición, confianza en sí mismo, coraje y optimismo, la música suave y tranquilizante, mantiene al jugador en un estado de trance. Los diseños y color de las alfombras son fascinantes. También, los cupones de comidas gratis y otros premios motivan al jugador a regresar al casino. Y como dato curioso, algunos oxigenan el aire que se respira, lo que lo hace sentir muy bien a uno.

Los jugadores de apuestas pequeñas son la mayoría y son más importantes para los casinos porque ganan poco pero más seguido y terminan gastando grandes sumas de dinero.

En mi opinión, si desea un buen almuerzo o cena, divertirse en un ambiente alegre y optimista, visite el casino. Si además, decide probar suerte, hágalo, pero no permita que un efecto psicológico en su psiquis le permita quedarse, apostar más y perder más de la cuenta. Una retirada a tiempo evitara una decepción, frustración y pérdida de dinero.