20 jul 2010
Carta abierta a Ingrid Betancourt.
Por Maritza Castrillon
Ingrid:
Difícilmente podría encabezar esta carta con un “respetada” o
“apreciada”, dado que su condición actual frente a los colombianos no
da para tanta diplomacia.
Bien complicado es para una ciudadana normal como yo, digerir sin
indigestarse su última gran idea que tiene convulsionada, indignada y
asqueada a la opinión pública. Me encantaría realmente poder hablarle
de frente y expresarle la profunda antipatía que millones de
colombianos estamos sintiendo por usted. Pero gracias a internet, estoy
absolutamente segura de que terminará leyéndome, quizá en la intimidad
de su habitación o tal vez frente a sus igualmente desvergonzadas madre
y hermana.
Quiero decirle que no solamente estamos viéndola como el ícono del
cinismo y la desfachatez si no también como la prueba fehaciente de que
su oportunismo no tiene límites y de que la vergüenza no es una palabra
que usted conozca en ningún idioma. Y, una vez más, como en ese febrero
de 2.002, usted se equivocó. Si señora, se equivocó de cabo a rabo,
porque los colombianos unidos hemos demostrado que no nos arredramos
ante ningún tipo de delincuencia. Y usted es una vulgar delincuente
oportunista. Más chanchullera terminó siendo que sus captores. Por lo
menos con esos terroristas sabemos a qué atenernos, pero no hay nada
peor que la condición subterránea de quien aparenta decencia y es
solamente un vulgar y desvergonzado ladrón.
Que usted necesite plata es una cosa y otra bien distinta es que quiera
arrebatársela al más pendejo. Demandar al Estado colombiano por su
secuestro y sus consecuencias es algo que solamente cabe en su cabeza y
en la de las dos hienas femeninas que la acolitan. De dónde sacó usted
que los impuestos que pagamos los colombianos deben ir a su cuenta
bancaria en retribución por su irresponsabilidad y sus ansias de
protagonismo? ¿Cómo llegó usted a la conclusión de que la gratitud por
un rescate que usted calificó como “perfecto” es traicionando a un país
que marchó por usted y lloró de alegría el día en que el Ejército
Nacional de Colombia la trajo a la libertad sin haber disparado un solo
tiro? Dígale a su mami que es mejor quedar mal que quedar peor y que
así quietecitas como estaban en Francia, era mejor. A los colombianos
ya se nos estaba olvidando el show de odio y de mentiras que ella montó
contra Colombia a causa de su absurda terquedad. También se nos estaba
olvidando que fue usted misma quien propició su secuestro, empeñándose
en ir a donde las fuerzas de seguridad le advirtieron no ir.
Su afrancesado talante no nos convenció nunca, Ingrid. Usted fue
colombiana hasta que le convino y se convirtió en ciudadana francesa
para que su familia pudiera denigrar de Colombia y su gobierno hasta el
cansancio. No se nos olvida que rajaron de todo el mundo menos de los
que la secuestraron. No se nos olvida que agradecieron a Chávez, Correa
y Kirchner y lánguidamente a Uribe que fue el promotor de su libertad.
Por qué no demanda a su mami por esos genes tan torcidos que le dio?
Por qué no demanda a Chávez por no haber intercedido en su favor frente
a sus cómplices? ¿Por qué no demanda a Alfonso Cano, Iván Márquez y al
Mono Jojoy? ¿Por qué carajos quiere mandarnos la mano al bolsillo de la
manera más cínica y grotesca?
El sentimiento general de repudio es tal que en este momento
desearíamos que usted jamás hubiera sido rescatada, porque si a alguien
corresponde indemnizar por el sufrimiento de muchos es a USTED,
descarada desagradecida.
En Francia le comen cuento. Usted se los tramó con “La Rabia en el
Corazón”, que es la misma que estamos sintiendo al ver la manera como
quiere asaltarnos. Su mamita los convenció de que usted era LA
supercandidata presidencial, cuando en realidad su popularidad aquí
valía menos que tres centavos. Su familia popularizó su secuestro en
Europa poniendo a la comunidad internacional en contra de Colombia como
si el Estado la hubiera raptado y callaron tímidamente la rampante
verdad de que las FARC eran quienes se la habían trasteado, poniendo en
absoluta responsabilidad del gobierno colombiano su libertad.
Calificativos para gentuza como usted hay muchos Ingrid, pero usted es
la perfecta bruja arpía, capaz de pasar por encima de quien sea para
lograr lo que quiere. Y lo que quiere es platica, de nuestro trabajo.
¡A ver!
A mi me importa un carajo lo que usted haga en Francia. Si la mantiene
Sarkozy, si vende un libro o si se levanta un amante millonario. Poca
falta le hace usted a Colombia , pero si se viene lanza en ristre a
atracarnos, se estrelló contra el mundo otra vez, porque ese robo no lo
vamos a permitir.
Sus pretensiones siempre van más allá de lo que la decencia permite,
Ingrid. Qué hipocresía tan teatral la de sus declaraciones en el
reciente aniversario de su rescate. Qué caradura. Visto está, lo que se
hereda no se hurta, hijas de tigre salen pintadas, la perversión de su
mamá elevada a la n potencia en usted. Ladronas desagradecidas.
Lleve la vida que le de la gana en París, pero no con nuestra plata,
esquílmesela a otros, levántesela trabajando o como prefiera, pero ese
zarpazo que le acaba de mandar a la Nación, no va a prosperar, a menos
que la justicia de este país termine por demostrarnos categóricamente
que es la más injusta del mundo.
MARITZA CASTRILLON SILVA
CIUDADANA COLOMBIANA
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1 comentario:
Hola, pase de casualidad por aqui y me encanto su blog y sus comentarios firmes y claros.
Saludos
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