13 jul 2010
El Legado de un Presidente
Por Fernando J. Milanes
Una noticia en primera plana de el Nuevo Herald menciona como el derrame de petróleo del golfo pudiera afectar el legado de Obama. Al igual que el posible reciente éxito conteniendo el derrame de petróleo no es debido a “Obama y su equipo”, no se debe hacer responsable al presidente por este suceso lamentable. Un presidente se juzga a veces muchos años después del término de su mandato. En el caso actual, no debe ser difícil establecer un juicio, ya que él ha tenido el coraje, gústenos o no, de cambiar radicalmente al gobierno del País. Desde la época de Woodrow Wilson y F.D.R., no ha existido un ejecutivo que haya atentado un cambio tan radical hacia el progresismo. Las leyes de estimulo económico, de los cuidados de la salud, reforma financiera, la propuesta reforma energética, y otros dictamines, nos llevaran inexorablemente a un renunciamiento de nuestras voluntades y responsabilidades individuales, con sus inevitables éxitos y fracasos, y a un mayor control gubernamental sobre nuestras vidas. En nuestras relaciones externas existe un franco cambio del “exclusivismo” americano e ideología neoconservadora de implantar, a la fuerza si se requiriera, democracias en otros países, a un aislamiento, con cooperación y subyugación a deseos de otras potencias, aumentando nuestra popularidad mundial, quizás al precio de mayores riesgos.
En mi opinión estas decisiones nos llevaran a un futuro de dificultades económicas, aunque con algunas ventajas laborales y a una deuda insostenible. Muchos pensaran distinto, pero lo único cierto es que en el presente especulamos y que el futuro, si mejor o peor, nos afectara a todos. Por lo tanto deberíamos desear, aunque no lo pensemos, que el legado de Obama sea positivo.
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