El poder del perdón

Por Alberto Pardino

En el capítulo 16 del Evangelio de San Mateo, versículo 18, Jesús le cambia el nombre a Simón, uno de sus discípulos, y le da el nombre de ``Pedro'', palabra que significa roca o piedra. ``Y ahora yo te digo: tú eres Pedro, o sea, piedra, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia''. Jesús anuncia que va a edificar una Iglesia. Una Iglesia que, por haber sido fundada por el mismo Dios, aunque pase por muchas dificultades ``las puertas del infierno no prevalecerán contra ella'' (Mateo 16:18).

El mismo Jesús dijo a los apóstoles: ``Quien a vosotros oye, a mí me oye; quien a vosotros desprecia, a mí me desprecia; y quien a mí me desprecia, desprecia a quien me ha enviado''. Jesús concedió a los apóstoles autoridad. El mismo eligió a los doce. Sin embargo, sabía que uno de ellos lo traicionaría. Si ser sus apóstoles fuera meramente lo que Jesús indicó, ¿cómo pudo entonces haber un apóstol malo? Jesús dejó la libertad (libre albedrío) a cada uno para elegir entre el bien y el mal; incluso a aquellos a los que llamó al ministerio sagrado.

En el sentido contrario, Saulo era un asesino en serie, perseguidor de los cristianos. Participó en la muerte del primer mártir de la Iglesia, San Esteban, y al convertirse Saulo se llamó Pablo y sus cartas a los Romanos, Corintios, Gálatas, Efesios, Colosenses, Filipenses, Tesalonicenses, Timoteo, Filemón, son en el Nuevo Testamento el compendio de lo que es ser un verdadero cristiano.

Nadie ha superado la definición del amor como 1 Corintios 13: ``El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo,no se irrita, no guarda rencor''.

No olvidemos que Cristo dijo: ``Vine a salvar a todos los pecadores'' y a renglón seguido dijo: ``Vuestro Padre que está en los cielos es perfecto''. Y el perdón abarca a todos, gústenos o no nos guste.

En Cuba comprendo que va a ser difícil para muchos perdonar, pero como todo tiene un fin, tenemos que pensar en el futuro. Recordemos que Rusia, con su herencia estalinista, cuando vino el cambio a la democracia nadie miró hacia atrás ni hubo derramamiento de sangre.

Miami