3 jul 2010
La huelga de hambre
Por Elsa I. Pardo
En Cuba, está a punto de morir otro defensor de la libertad y de los derechos humanos, el periodista Guillermo Fariñas. Se le está dando cobertura mundial a su huelga de hambre que ha causado un gran impacto emocional.
El famoso psicólogo social Erich Fromm dijo que cada persona tiene un deber y responsabilidad con su propia vida. El instinto de valorar y defender la vida es inherente a todas las especies y más al ser humano. Los psicólogos afirman que "no hay derecho más justo que el de cada quien por perseverar su existencia". Sin embargo, hay quienes sacrifican su vida por una causa, fe o principio. Otros, al borde de la muerte, darían cualquier otra cosa por salvar su vida, una materia que Dios nos dio para cuidarla y servir a la familia, al prójimo y a la patria.
Apoyamos al senor Farinas y a todos los que sacrifican sus vidas por la libertad y derechos de los presos políticos, pero el gobierno cubano es insensible e indolente a este tipo de acciones pacificas de presión. Por lo tanto, creo que se deben evitar las huelgas de hambre para evitar la muerte de estos patriotas que tanta falta hacen en beneficio de la patria.
El sacrificio humano en Egipto para proteger la vida era morir por ella. El mundo ha cambiado, creo que en este mundo global, lo ideal sería hacer un llamado constante a las agrupaciones de hombres de todos los países, gobiernos, presidentes, instituciones, organizaciones y al mundo, para que levantaran sus voces constante e insistentemente, reclamando libertad y derechos humanos para Cuba y el mundo. Empleando las nuevas herramientas digitales como la televisión, internet, blogs y todos los medios de comunicación moderna, veloz y de gran alcance, así lograremos más, pero no con la muerte, sino con la vida.
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1 comentario:
Espero que Dios, en su divina Misericordia, no deje morir a Guillermo Fariñas y que las gestiones de Moratinos, que hoy se encuentra en La Habana, den fruto y que se liberen a los presos de conciencia más enfermos, para que Fariñas abandone su huelga de hambre.
Martha Pardiño
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