La humillación a Maradona da la vuelta al mundo

Por María Argelia Vizcaíno

West Palm Beach, 7 de julio de 2010.- Después de la aplastante derrota de Argentina de 4 a 0 frente a Alemania, el sábado 3 de julio durante el Mundial de Futbol 2010 que se celebra en Sudáfrica hasta el domingo 11, hemos observado los incontables periódicos de todo el mundo que lo ha reportado. Lo más notorio es que el énfasis no lo hacen mencionando al país suramericano, sino a su mentor.

Diego Armando Maradona, el responsable de la selección argentina, es reconocido por su tiempo de gloria deportiva, al conseguir importantes logros deportivos, pero especialmente por meter con la mano el gol que dio la victoria a su equipo contra Inglaterra, en la Copa Mundial de Fútbol 1986 que se celebró en México y que él mismo dijo que el tanto lo había marcado "un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios", bautizando así la jugada. También es rememorado por su adicción a las drogas que le afectó su carrera deportiva por las suspensiones que le imponían las diversas federaciones. Pero su constante pedantería es lo que ha chocado con la mayoría de los que ahora disfrutan de su derrota.

Algunos ejemplos son muy fuertes. El diario deportivo «Olé» en su edición online tituló: «Sudor y lágrimas». Comentando: «Argentina chocó con la solidez alemana y se despidió del Mundial en cuartos, como hace cuatro años. Esta vez fue peor por la paliza. El gol de Müeller a los dos minutos pegó fuerte, Diego no encontró respuestas y Klose liquidó el partido. Hasta acá llegamos…»

Radio Fides, una prestigiosa emisora de radio de Bolivia publicó en su sitio cibernético: «Alemania humilla a la Argentina de Maradona, goleó 4 a 0». Mientras que en España el periódico «Marca» tituló «La Argentina de Maradona, humillada». Y el diario «AS» señaló: «Alemania dio una lección a Maradona».
Por su parte la revista Deportes de España tituló “Alemania humilla a Maradona” y recalca: «La humillación final en forma de goleada es la peor manera de salir de un Mundial. En Argentina deben pensar qué quieren de su selección: si seguir en manos de Maradona o ir a alguna parte».

Es que para colmo de males Maradona como siempre, se mostró altanero después de la humillante derrota y hasta se enfrentó a un grupo de aficionados alemanes al final del partido.

La vida es un bumerán, lo mismo que das lo recibes. El mundo no olvida como el seleccionador argentino espetó un duro ataque verbal en octubre de 2009, en Montevideo, la noche que Argentina se aseguró la clasificación para el Mundial. «Que la chupen, que la sigan chupando» y «vos también la tenés adentro» fueron algunas de las frases que dedicó a los periodistas, que le costó una multa de 16 mil 500 euros y dos meses de imposibilidad para dirigir la selección de su país.

El «Pelusa» menciona a Pelé con irrespeto, sin decir su nombre: «como un señor morocho que jugaba con el diez», entre otras vituperaciones y no reconoce que fue más capaz que él mismo al participar en las tres victorias mundiales que le dio a Brasil, siendo el único futbolista que ha ganado tres Copa del Mundo y que como ser humano le supera con creces el expediente.

A mi entender, los que se han alegrado de esta poderosa demostración de Alemania en su búsqueda por disputar la final del Mundial, ha sido más por culpa de Maradona que debía aprender a tener más respeto por el prójimo y mayor ética futbolística, ya que ni siquiera saludó a los contrarios cuando le ganaron.

Lo siento por los argentinos buenos, y por quienes admiran a un deportista que no es el mejor ejemplo para la juventud, sino todo lo contrario. Quienes lo han endiosado hasta hacerlo creer que él es más grande que Dios, tienen también parte de la culpa de esta derrota y de las notas de la prensa internacional, que arrastra miles de opiniones desfavorables del público en los blog y redes sociales.

Este Mundial podría haber reivindicado a Maradona, sacándole un poco de soberbia y desfachatez, pero solo sirvió para aumentar su mala imagen y que se desprecie más aún su persona. Ojalá los argentinos aprendan que un seleccionador de fútbol debe estar preparado técnica y moralmente, para ganarse el respeto y consideración del mundo.

(Publicado en el Semanario Acción, Condado Palm Beach)