Un momento histórico

Por Jorge J. Gastón

Publicado en El Nuevo Herald 7/17/2010

Los presos de conciencia excarcelados están dando a conocer al mundo los horrores a que fueron sometidos en las cárceles de Cuba.
Estoy seguro de que el régimen habría previsto esto. La pregunta ahora es: ¿cómo va a reaccionar?

La liberación de los presos se debe a la digna actitud de las Damas de Blanco, el sacrificio de Orlando Zapata Tamayo y la acción de Guillermo Fariñas. Junto a eso hay que destacar la existencia de una red de más un millón de celulares, internet y otros medios modernos, muy difíciles de controlar por el gobierno, que dieron a conocer lo que pasaba en Cuba al mundo entero.
Lo que está en la mente de los Castro es tratar de salir del inmenso atolladero de la economía.

Se jugaron la carta propuesta por el canciller español Moratinos de excarcelar a los presos y presentar a la Unión Europea una Cuba nueva, sin presos de conciencia, de manera que puedan lograr nuevas inversiones, ayuda humanitaria y otras prebendas, así como tratar de influenciar a Estados Unidos para un levantamiento del embargo, o al menos lograr créditos y turismo libre.

La liberación de los presos es relativa, puesto que les han puesto condiciones para regresar a la patria y no les han facilitado documentos señalando en blanco y negro que han sido realmente liberados. Además, mientras existan figuras jurídicas en la Constitución cubana penando al que se exprese en contra del régimen y muchas más limitaciones a la libertad de expresión y movimiento, nadie podrá considerar que existe una Cuba nueva con la cual se pueda tener relaciones normales.

Para el régimen esto ha sido, hasta ahora, una victoria pírrica: está pagando un precio muy alto por algo que pueda significar hasta el fin de la dictadura castrista.
Es como un efecto secundario, no bien calculado por el régimen.
Estamos ante un momento histórico dentro de esta gran tragedia de una de las dictaduras más sanguinarias y largas de la historia.

Miami