23 ago 2009

ALBERTO MILLIAN: Lo burocratas arrogantes


Publicado el sábado 22 de agosto del 2009

ALBERTO MILIAN: Los burócratas arrogantes
By ALBERTO MILIAN

Lord Acton dijo que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. La confirmación de esta frase se ve en este condado diariamente. Observamos una vasta burocracia que devora fondos públicos y no responde al pueblo. El resultado es una burocracia arrogante y atorrante. Sostenida por sueldos inflados, beneficios suntuosos y vagancia incesante, la elite de esta burocracia no solamente lucra con nuestro dinero, sino también ignora nuestras necesidades.

Recordarán que Carlos Álvarez, ``el policía en la alcaldía'', iba a acabar con la corrupción y el despilfarro. Para ``salvarnos'' exigió y se le concedió la alcaldía fuerte. Aparentemente, lo del alcalde fuerte'' fue otra farsa política. Resulta que el alcalde es flojo y poco ha cambiado.
Como alcalde Álvarez gana un salario de casi $250,000 al año. Sin embargo ha preservado al administrador del condado, George Burgess, que gana más de $340,000 dólares anuales. El señor Burgess está acompañado por 18 asistentes administradores. Tres de estos burócratas hinchados ganan salarios que llegan a un total de $750,000. El presupuesto de los 18 asistentes de Burgess llega a casi $4 millones.

Es inconcebible que mientras el pueblo está agobiado con desempleo e impuestos más altos, estos personajes engreídos cobren salarios descomunales. Hasta hace poco el alcalde Álvarez tenía un fotógrafo oficial que ganaba $76,000 anuales. Con este despilfarro administrativo supuestamente tienen la capacidad y el deseo de servir al pueblo, ¿correcto? Incorrecto.
La semana pasada conversé con el comisionado Javier Souto sobre un fascinante memorándum que él escribió dirigido al administrador Burgess. El documento es revelador porque cristaliza la actitud prepotente de nuestros burócratas más elevados y a la vez ilustra el fracaso de las tituladas reformas como el supuesto alcalde fuerte.
En el memorándum, el comisionado Souto se queja por no poder comunicarse con el administrador Burgess. Aparentemente Burgess se fue de vacaciones y no se podía molestar con atender a un representante electo del pueblo.

Souto quería hablar con Burgess porque se le había informado que Burgess y sus 18 asistentes ya no participarían en investigar los problemas municipales del distrito de Souto. Este incluye las aéreas de Fountainebleau, Westchester y Kendall.
Souto fustiga a Burgess por su arrogancia en descartar una de las aéreas más importantes del condado, pero también por la ostentación burocrática. Resulta que Burgess mantiene dos veces el número de asistentes que anteriores administradores. Sin embargo, Souto nota que Burgess ya no atiende sus responsabilidades en prestarles servicio a los contribuyentes. A la vez, le dedica tiempo a los proyectos extravagantes como el túnel de la bahía o el estadio de pelota de los Marlins.

Bajo la dirección de Burgess han proliferado los departamentos burocráticos, de 34 a 50. Sin embargo, nota Souto en su comunicación, los servicios al contribuyente han disminuido. Quizás por esta incapacidad administrativa, en los últimos años ocho áreas del condado se han incorporado como municipios independientes. A pesar de estos cambios, Burgess continúo estableciendo más puestos burocráticos e inflando el presupuesto del condado.
Diariamente leemos en los periódicos que la crisis económica pone en peligro los servicios gubernamentales. La solución de la clase política y sus aliados burocráticos es la misma canción: un coro redundante para subir los impuestos y recortar los servicios, incluyendo los de policía y bomberos.

Rara vez se recomienda la solución que tenemos que tomar en nuestros hogares: gasten el dinero de una manera más eficiente y trabajen más horas. Con sueldos inflados la camarilla burocrática ignora los aprietos que representa el campo minado que atraviesa la ciudadanía todos los días.
os ejemplos de la soberbia burocrática en este condado sobrepasan lo decente. La ciudad de Miami, una de las más pobres de la nación, se enfrenta a un déficit de $118 millones. Pero la mitad de los empleados de la ciudad ganan más de $100,000 anuales. Bochornosamente la ciudad está contribuyendo espléndidamente a la fabricación del estadio de los Marlins.
El presupuesto del condado enfrenta un déficit de casi $500 millones. Álvarez quiere aumentar los impuestos y suprimir servicios. Pero vemos que mantiene y no supervisa a una camarilla de burócratas arrogantes y demasiado bien pagados. ¿Para esto quería ser alcalde? ¿Para esta desvergüenza quería ser alcalde fuerte? Es hora para un cambio.
Abogado criminalista y ex oficial
Del ejército de EEUU.


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