Alcalde, bajese de las nubes

El alcalde Carlos Alvarez anuncia los recortes al presupuesto en una conferencia de prensa el pasado 15 de julio.
Hector Gabino/ El Nuevo Herald Staff
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By DANIEL SHOER ROTH
Carlos Alvarez llegó a la alcaldía de Miami-Dade en noviembre del 2004 con una agenda reformista que predicaba una revolución en el gobierno condal.
``El sistema de gobierno tiene que cambiar y las personas quieren un alcalde fuerte'', declaró Alvarez en una entrevista con El Nuevo Herald tras su elección.
``La gente quiere saber si alguien está haciendo tremendo trabajo o tremenda porquería'', precisó.
Alvarez ha hecho más de lo segundo que de lo primero. Ha demostrado ser caótico, demagógico, arrogante. . . un caso insólito.
El exorbitante aumento de salarios en el círculo íntimo de sus asesores en tiempos de austeridad y despidos masivos es la gota que rebosa el vaso del descaro.
La ira colectiva se ha acalorado en un grado tan alto con esta reciente revelación que Alvarez no tuvo más remedio que, a regañadientes, reconocer vagamente su falta.
``A lo mejor he cometido un error, pero lo hice sin ninguna malicia'', confesó Alvarez el martes durante una breve aparición en la estación WQBA-1140.
Por el tono de su voz parecía deprimido, desesperanzado. Era la voz del fracaso. ``Usted tiene que bajarse de esas nubes y estar con el pueblo'', dijo una oyente.
Alvarez permaneció en silencio, a diferencia de su última participación radial en la que se mostró desafiante y prepotente.
Durante su campaña electoral, el ex jefe de policía aseguró que expulsaría a los intereses especiales del ayuntamiento. Se propuso reformar el sistema de otorgamiento de contratos públicos. Prometió transparencia gubernamental.
``La gente está cansada de políticos profesionales y quieren a alguien que trabaje de verdad para aumentar el nivel de vida en este condado'', dijo entonces.
Pero Alvarez no tardó en graduarse como político profesional y terminó por disminuir el nivel de vida de los residentes de Miami, que ahora encaramos menos servicios públicos y más impuestos. Todo lo que profetizó se cumplió a la inversa. ¡Qué desdicha!
El pueblo tiene razones muy válidas para cuestionar la falta de honestidad e integridad en el Condado de Miami-Dade. Por un lado, recortan los almuerzos para los jubilados, los programas extracurriculares para los niños, los servicios a los incapacitados. . . Hasta proponen un alza en los impuestos a la propiedad, que ya están basados en avalúos artificiales para sacarnos hasta el último centavo.
Paralelamente, ponen en marcha proyectos multimillonarios como el estadio de los Marlins y el segundo centro para las artes escénicas en el sur del condado, que va por el mismo opaco camino que el existente. Conceden aumentos a la élite del gobierno condal, cuyos salarios superan a los de los funcionarios en Washington. Si se retiran, son contratados nuevamente, de manera que reciben dos cheques. Ante nosotros, una constelación de corruptos.
Es bochornoso que mientras el condado despide a 1,700 empleados y reduce el 5 por ciento de los ingresos al resto del personal, a 12 favoritos, por más capacidad que tengan, les multipliquen sus ganancias a cifras que encandilan. La maniobra de los aumentos retroactivos para que no figuren en la contabilidad de este año es una burla que deja entrever la manera en que subestiman nuestra inteligencia.
Sin embargo, este escándalo tiene una cara positiva. Y es que Miami, finalmente, se está despertando del letargo de la indiferencia.
En el condado se están recogiendo firmas para un referendo revocatorio. Es improbable que suceda, pues sería necesario que el alcalde incurra en un acto ilegal..
[Yo El Profesor Lazaro R Gonzalez Mino estoy presentando un Referendo Revocatorio a nombre del pueblo de Miami-Dade, porque el Alcalde ha demostrado suficientemente su incapacidad para liderear el condado y resolver nuestros problemas. Y esto es un motivo mas que suficiente para hacerle un recall.
El Juez Rubin esta estudiando mi proposicion para aprobarla.
Si el juez decide que no hay lugar para el Recall entonces nosotros el pueblo de Miami-Dade votaremos en otra forma mas energica y popular, que ahora me reservo. El mejor consejo que le puedo dar al alcalde del condado carlos alvarez (desde ahora todos a escribirlo con minusculas.) "YO LE ACONSEJO QUE POR LA POCA VERGUENZA QUE TIENE; QUE RENUNCIE.
YA USTED SABE QUE NO LO QUEREMOS AHI, RENUCIE carlos TENGA UN POCO DE HONOR Y RENUNCIE Y DEJENOS A NOSOTROS LAS PERSONAS DECENTES ARREGLAR TODA LA BASURA QUE HA HECHO.]
Los aumentos de sueldo no entran en esa categoría. Alvarez está ejerciendo su potestad. Pero el precario movimiento es un progreso, en vez de quejarse frente al televisor o en la cafetería.
Aunque nos duela reconocerlo, cada pueblo tiene el gobierno que escoge. Es verdad que en Miami-Dade históricamente hemos corrido con poca suerte. Pero también es cierto que nosotros somos los responsables, no sólo por elegir una y otra vez a la misma camada, sino por no organizarnos lo suficiente para hacer escuchar -- y respetar -- la voz ciudadana.
El otro punto a nuestro favor es que estamos viendo la radiografía de la médula espinal de nuestros problemas: el sistema de gobierno local. Los comisionados acusan al alcalde por el elevado presupuesto de su oficina, y el alcalde replica destacando el despilfarro en los presupuestos de los comisionados. Es un comportamiento pueril.
Luego salen a relucir las comparaciones: en el despacho del administrador se paga mejor que en el del alcalde o viceversa. ¿Qué pasó entonces con la consolidación de los poderes ejecutivos, la esencia de esta supuesta reforma?
Es cierto, ni Alvarez ni los comisionados han hecho nada ilegal. Pero no hay que ser un genio para darse cuenta de que esta manera de gobernar no es nada moral.