El problema no son los seguros

Por el Doctor Fernando J. Milanes

Publicado el martes 01 de septiembre del 2009

La mayor parte de las cartas y artículos que leo en El Nuevo Herald apoyan un cambio de la cobertura médica en el país, basado en seguros médicos gubernamentales y privados, que protejan a la mayor parte de la población y que presten servicios mejores y más baratos. Mientras se piense en mejorar los seguros y no el tratamiento médico, seguiremos con el aumento de precios y el racionamiento en la protección.
Los médicos ofrecemos un servicio que los pacientes solicitan. Los intermediarios no hacen más que interrumpir la ley natural de oferta y demanda que existe en estas transacciones. En una libre competencia, los precios se reducirán a lo que un paciente pudiera pagar. Los seguros médicos reciben entre primas y deducibles suficiente dinero para pagar a los profesionales y quedarse con grandes utilidades. ¿Por qué tenemos que aumentar sus ganancias? ¿Por qué no pagar directamente a los médicos y embolsillarnos esos dineros? En el otro extremo, el gobierno malgasta lo que pagan los contribuyentes con una burocracia exagerada y propensa a un abuso del sistema.
¿Qué hacer? Las compañías aseguradoras juegan un papel protegiéndonos sobre gastos médicos extraordinarios. Al igual que los seguros de vida, las primas no serían muy costosas. Las personas deberían tener cuentas de ahorro, quizás con ventajas de impuestos, para enfrentar sus gastos en caso de enfermedad. Los ciudadanos de bajos y medianos recursos deberían ser tratados en clínicas y hospitales del gobierno, donde los médicos sean asalariados y exentos de demandas legales. Estos establecimientos estarían accesibles a todos, siendo el cobro en base de los ingresos de cada cual.
Una reforma del sistema médico/legal sería necesaria para que los médicos de práctica privada no tengan necesidad de obligar a los pacientes a gastos innecesarios solamente por protección de demandas. Será responsabilidad de cada persona el tomar las conocidas medidas preventivas para mantenerse saludable y menos expuesto a enfermedades crónicas. La salud es una responsabilidad individual, es justo que la sociedad pague por los minusválidos y más necesitados, pero no por todos.

Fernando J. Milanés

Miami