9 ene 2010
Avalancha de artistas cubanos divide al exilio
Por WILFREDO CANCIO ISLA
wcancio@elnuevoherald.com
La avalancha de figuras y grupos musicales desde Cuba ha encendido la discusión en Miami sobre la naturaleza y el propósito de estas visitas, así como sobre su impacto en las relaciones entre La Habana y Washington.
Para unos, se trata de visitas espontáneas con un propósito familiar o artístico. Otros lo ven como una campaña orquestada para provocar al exilio y crear una atmósfera favorable a un diálogo sin condiciones con la administración del presidente Barack Obama.
Las presentaciones en estaciones televisivas, clubes y teatros locales de la orquesta La Charanga Habanera y el Dúo Buena Fe durante esta semana desataron fuertes críticas en sectores de la comunidad exiliada, que ven las visitas de artistas cubanos como una estrategia provocadora del gobierno de Raúl Castro.
"El concepto de que la música y los conciertos resolverán el problema de Cuba es absurdo y ridículo'', opinó Ninoska Pérez Castellón, comentarista de Radio Mambí (WAQI-710 AM) y miembro del Consejo por la Libertad de Cuba. ‘Me da asco que vengan aquí a cantar [La Charanga Habanera] que están ‘gozando en La Habana', mientras en esa misma Habana se están dando golpes en las calles a los opositores pacíficos''.
Pérez consideró vergonzoso el hecho de que Estados Unidos "le otorgue visas a individuos que firman cartas para que encarcelen y fusilen a ciudadanos cubanos opuestos a una dictadura de 50 años''.
Aludió Pérez a los artistas Omara Portuondo, Amaury Pérez Vidal y Juan Formell, firmantes de una carta de abril del 2003 respaldando el encarcelamiento y condena de 75 disidentes y periodistas independientes, así como el fusilamiento de tres jóvenes negros que intentaron secuestrar una lancha para venir a Estados Unidos en una acción incruenta.
Durante sus visitas a Estados Unidos, Portuondo, Pérez Vidal y Formell indicaron que eran ajenos a toda actividad política. Sin embargo, Portuondo, de 79 años, hizo un llamado a finalizar el embargo norteamericano a Cuba durante la ceremonia del Premio Grammy Latino en Las Vegas, el pasado noviembre. La semana pasada, volvió a Miami tras cantar en la clausura de la Cumbre del ALBA en La Habana, en presencia del gobernante Raúl Castro, quien besó sus manos. Pérez Vidal y Formell han hecho frecuentes declaraciones de su adhesión a la dictadura cubana.
Restableciendo la política previa a la administración del presidente George W. Bush, la Casa Blanca volvió a permitir desde mediados de año los viajes de artistas, intelectuales y académicos cubanos a Estados Unidos.
Desde entonces, la lista de visitantes ha incluido también al cantautor Pablo Milanés, quien ofreció un único concierto en Puerto Rico por los 45 años de su carrera artística; a la vedette Rosita Fornés, quien actuó en The Place de Miami; y al Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro, que ofreció dos presentaciones en un club local.
Además, el trovador Carlos Varela viajó este mes a Washington para participar en un conversatorio sobre su obra y pronunciarse a favor de un mejoramiento de las relaciones bilaterales. En su comparecencia, Varela no tocó el tema de los derechos humanos y los prisioneros políticos en la isla, que Washington sitúa como requisito de un deshielo entre ambas naciones.
Para el próximo 28 de enero está prevista una presentación privada de Juan Formell y los Van Van en Cayo Hueso, auspiciada por la compañía C&T Charters, que organiza viajes a la isla. Su dueño, John Cabañas, se ha declarado como un ferviente admirador de Fidel Castro. También Los Van Van tienen prevista una gira de 70 conciertos por ciudades estadounidenses a partir de abril.
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