22 feb 2010

PERIODISMO PARTICIPATIVO


Por: Elsa I. Pardo

Varios estudios han demostrado que desde años atrás se viene produciendo una novedad, un nuevo tipo de periodismo en el que el lector, ciudadano común, participa en la producción de las noticias y la información en general. También se conoce como periodismo 3.0.

Este nuevo periodismo surge a raíz de la crisis de la prensa tradicional, el cuestionamiento de la objetividad, herramientas digitales accesibles y la sobreabundancia de información del internet. Estas transformaciones empezaron en los Estados Unidos.

Cuando un ciudadano o un grupo de ciudadanos recoge, reporta, analiza y disemina información de manera independiente, confiable y exacta, ejerce una función democrática. Definición de periodismo participativo en el documento, Brown y Willis (2003). También es el acto donde la comunidad puede poner en beneficio los medios de comunicación, para mejorar la calidad de vida, para tratar y analizar temas que afectan a la población. Ayuda a que la sociedad busque la verdad y no espere a que otras personas piensen o actúen a favor de estos. Además, se ofrecen datos de las zonas marginadas por la sociedad.

A mediados de los 90, cientos de organizaciones de noticias, prensa, radio, TV y centros de investigación habían desarrollado proyectos de periodismo cívico o público. Fue una reacción a la insatisfacción por el papel de la prensa y tenía como objetivo vincular más a las redacciones con la comunidad, reflejar los intereses e inquietudes del ciudadano común y establecer vías de consulta, foros y debates.

Una fecha importantísima y clave del periodismo participativo fue el 11 de Septiembre del 2001, fecha del ataque a las torres gemelas del World Trade Center en N.Y. Según Dan Gillmor (2004), pionero de los blogs. Precisamente, los grandes medios no pudieron satisfacer al público por carecer de suficiente información. De modo que se disparó el interés por fuentes alternativas y así reaccionó el público.

Otros de los antecedentes del periodismo participativo es el "periodismo de fuente abierta", surgida en 1999 por Johan J. Ingles-le Nobel, solicitó a participantes del blog Slashdot opiniones acerca de un artículo sobre ciberterrorismo. Todo esto creó las bases de lo que hoy conocemos como periodismo participativo. El periodismo participativo se apoya en medios digitales para permitir la verdadera democracia electrónica.

OhmyNews.com y Wordpress.com son blogs que reciben millones de visitantes diarios donde los lectores publican las noticias, comentarios e imágenes para el periódico online, tienen enlaces a otros blogs y videos que enriquecen la información. Estos periódicos online quisieran decir adiós al periodismo del siglo XX, donde la gente sólo veía las cosas a través de los medios tradicionales y conservadores. El concepto principal es que cada ciudadano puede ser un reportero, el que tiene las noticias y está tratando de informar a otros.

Hay quienes defienden a este nuevo periodismo y hay quienes no. El periodismo participativo, como actualidad novedosa, tiene pocos defensores entusiastas. A menudo han tenido que enfrentarse con el escrutinio de la Academia o con el poder de los grandes medios. Dicen que son más democráticos y están más al tanto de los intereses de la gente por su capacidad de llegar a más lugares. Y, dicen tener formas de edición y verificación originales.

Entre sus mayores críticos, gran parte de la prensa tradicional alegan que el periodismo participativo carece de profesionalismo, experiencia, con muchos errores y falta de ética y que el ciudadano común no tiene ni la capacidad ni el tiempo para producir, filtrar, editar y comprobar la veracidad de los hechos. Además, quienes critican a este tipo de periodismo afirman que los medios abusan de este recurso ya que la colboración de los ciudadanos es gratuita, en contraste con un periodista profesional asalariado.

Los defensores del periodismo participativo, responden que los errores los cometen todos los medios, hasta los más prestigiosos y que problemas éticos han abundado en la prensa tradicional, sin que ello condene a todos los profesionales.

Por cierto, por la falta de formación periodística, muchos medios como la BBC organizan cursos sobre periodismo y Ohmynews, seminarios mensuales a sus periodistas. Además, los periodistas ciudadanos no están capacitados para publicar trabajos de investigación de envergadura, por lo tanto, sus aportes se leen más en los géneros de opinión, más que por los de información.

The Wall Street Journal considera que esta revolución puede salvar a los medios, optimizar la información, obligar a “rechequeos” permanentes, a coproducir entre los ciudadanos y los periodistas profesionales una información mejor.

El periodismo participativo que conceptualiza Gillmor es una ola que no se detiene pero que no es autosuficiente. ¿Cómo se chequea que las noticias emitidas desde un blog sean verdaderas y no falsas? ¿Cómo se mide la calidad periodística en un mundo de noticias extendidas y diseminadas, en un nuevo escenario sin periodistas y sin medios periodísticos tradicionales? Por otro lado, la sucesión de fraudes periodísticos detectados
en los medios tradicionales, indica precisamente una crisis en ese sentido, localizada en el corazón de la prensa en sus formatos usuales e históricos.

En conclusión, ya sea que los ciudadanos comunes contribuyan como fuentes de información, testigos, etc., siempre contribuyen a complementar la información, o surge una nueva investigación o polémica, revisión a profundidad, amplitud, resonancia y riqueza de ciertos temas.

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