29 mar 2010

Bueno, hablemos de música


Cortesia de Oscar Pena

Uno de sus sucesos artísticos más relevantes de 1959 surgió en un pequeño centro nocturno situado en la esquina de Infanta y Humboldt, en La Habana. Allí, en el bar Celeste, se daban cita gente de la farándula a fin de comer algo antes de irse a dormir, beber “la del estribo” y disfrutar de alguna descarguita. La máxima atracción del lugar era Fresdesvinda García. Le llamaban Freddy y vivía de una colocación de doméstica, pero tenía una voz de contralto fenomenal; una voz que pesaba 220 libras. Carlos M. Palma, director de la imprescindible revista Show, fue su descubridor y dijo de ella que era la versión cubana de Ella Fitzgerald.

En septiembre del propio año, aquella mujer gorda y negra, casi naif, llegaba al Capri para poner de pie al público del cabaret y levantar aplausos de teatro, como escribía entonces Marta Valdés en su columna del periódico Revolución. Que una mujer como Freddy se convirtiese en la sensación de un lugar como el Capri fue síntoma inequívoco de que cambiaban las concepciones estéticas y otras formas comenzaban a abrirse camino. Gorda y negra, sin el glamour característico, representaba la antítesis de una vedette. Su aparición en el panorama musical de la época no es gratuita ni constituye un hecho aislado, sino que se inserta y participa de una atmósfera nueva que busca y encuentra valor en las expresiones auténticas, desprovistas de toda pompa y que rehuye lo preconcebido y artificioso. Es esa también la época de oro de La Lupe, otra antivedette por excelencia surgida en el club La Red, del Vedado.

Poco después de su debut en el Capri, Freddy grababa un disco con el sello Puchito. Aunque Marta Valdés, siempre en su columna de Revolución, lamentó las orquestaciones y el repertorio escogido, y pidió que se le grabara otro donde la cantante nos llegara más íntima, como sabor a café más que a alcohol, casi hay que agradecer aquella placa porque fue lo único que quedó de ella.

Poco después la cantante marchaba a Puerto Rico y allí murió el 31 de julio de 1961.

Fue fugaz su paso por la vida. Su vida fue una vida de novela. Guillermo Cabrera Infante la inmortalizó en las páginas de “Ella cantaba boleros” de su novela Tres tristes tigres.

A Tito Gómez (1920-2000) se le asociaba siempre, y sigue asociándole, con Vereda tropical, quizás su mayor éxito como intérprete desde que la grabó en la década de 1950. Hasta entonces, esa pieza del mexicano Gonzalo Curiel la habían cantado Juan Arbizu, Toña la Negra, Pedro Vargas, el trío Los Panchos… pero el cubano le puso la tapa al pomo al darla a conocer en tiempo de chachachá.

En ese entonces Tito grababa un disco de larga duración con la orquesta Riverside y faltaban dos números para completarlo. Junto con el de Vereda tropical había recibido el arreglo de Te adoraré más y más, remitidos ambos desde México por Pituko Rigual, y el director de la agrupación quiso incluirlos en la placa. A Tito no le entusiasmó la idea porque tanto un título como el otro eran composiciones ya viejas… Vereda tropical la había escuchado por primera vez, en la voz de Arbizu, casi veinte años antes, en 1937, en los comienzos de su carrera. Pese a la protesta del cantante, el director de la Riverside continuó insistiendo

-No importa que sean de ayer si tienen un arreglo hecho para hoy –argumentó.

Y tuvo visión porque aquellas piezas metidas de relleno fueron las únicas que pegaron de todas las incluidas en el disco y se convirtieron en hit.

Como su padre no quería que se dedicara a la música, Tito matriculó la carrera de Medicina y la cursó hasta que logró convencer a la familia de que por ese camino jamás concluiría la universidad y tampoco sería cantante. Se llamaba José Antonio Tenreiro Gómez. A Miguelito Valdés, Mr. Babalú, le pareció un nombre apropiado para un cantante de ópera, pero no para uno que se dedicaba a la guaracha y el bolero, y le inventó su nombre artístico.

Fue un intérprete de facultades vocales envidiables. Al final de su larga carrera, Tito mantenía los mismos tonos de sus comienzos. Él no supo nunca a qué atribuírselo ni su médico personal tampoco porque a lo largo de su vida fumó sin parar, aunque dejó de hacerlo después de cumplir 60 años, bebió todo lo que pudo e incluso un poco más, y fue un trasnochador sin tregua.

Comentaba al respecto en una entrevista que concedió a la periodista Erena Hernández:

-Barbarito Diez y yo somos excepcionales en eso. Los años han pasado y tenemos la misma voz de cuando empezamos. Pero Barbarito no fuma, no bebe, no trasnocha, no es mujeriego; es un hombre metódico. Si yo llevara la vida que lleva Barbarito, cantaba hasta los 90 años.

Ciro Bianchi Ross.

3 comentarios:

Martha Pardino dijo...

Muy interesante este artículo. Definitivamente fue Miguelito Valdés el "Babalú" de su época. Nadie ha interpretado esta pieza como él.

Martha Pardiño

Martha Pardino dijo...

Muy bueno este artículo que habla de las glorias musicales cubanas.

Es cierto que Vereda Tropical fue un éxito en la voz de Tito Gómez, pero a mi me gusta más como la canta Alfedo Sadel, el inmenso venezolano.

Martha Pardiño

Anónimo dijo...

Lindo relato sobre este famoso cantante creador de Babulu, que escuche en persona pues por esa epoca me encontraba residiendo en Nueva York y tuve la oportunindad de disfrutarlo..a los americanos le encantaba su estilo unico, alborotao, que los hacia moverse en sus asientos...
El Cabaret en Times Square donde actuaba era un lleno completo todas las noches...No hay dudas que implanto su propio estilo muscial!
Si fue por esa epoca mas o menos. los 40/45...Le decian Mr. Babaloo...por aquella cancion con el estribillo de Babalu ayee..Babalu..ayee.
.Muy interesante la anecdota sobre la rubia y el hijo que tuvieron....Ese es uno de esos casos que dicen los artistas nunca triunfan en su propio patio...
Creo asi ha pasado con algunos...el mismo Benny More triunfo rotundamente cuando canto en Mejico con la orquesta de Perez Prado...claro imagino hay excepciones...
La cronica musical de Oscar Peña es excelente, se nota conocedor del tema....
Y a ti gracias por tus "hablemos de musica" Queremos seguir disfrutandolos!

Jorge Gaston

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