20 abr 2010
En silencio
Jose A. Vargas
Publicado en El Nuevo Herald 4/20/2010
Ya comienzan las críticas a Emilio y Gloria Estefan por haber recibido en su residencia de Star Island al presidente Barack Obama. Les exigen al matrimonio registrado como independiente un partidismo republicano que cae en un absurdo fanatismo difícil de asimilar. Para empezar, cualquiera recibe en su casa, ya sea propia o rentada, a quien se le antoje sin tener que rendir cuentas a nadie. Y es un gran honor para cualquiera que su residencia sea visitada por el presidente del país más poderoso del mundo.
¿Que los Estefan hablaron al presidente Obama del problema de Cuba? Empeño que no deja de ser loable aunque los que le precedieron en la Casa Blanca estando Castro en el poder hayan hecho nada al respecto. ¿Que el presidente Obama vino a colectar dinero para su partido? Díganme de uno que haya visitado a alguien en este pueblo que no lo haya hecho con el mismo propósito. Pero al menos esta vez los cubanos deberíamos sentirnos orgullosos de que el Presidente escogiese la casa de unos cubanos, cierto, hoy ricos, pero de origen humilde, para visitarlos, ya sea con el propósito de colectar fondos de campaña o para ver Sábado Gigante.
En lo que a Cuba respecta, aunque el mundo ha dado muestras de que no le interesa el problema de nuestra patria, la famosa cantante no se rinde y siempre tiene a flor de labios el nombre de Cuba en los más remotos países que ha visitado. Vimos la foto publicada en El Nuevo Herald cuando Gloria mostraba al Presidente los abusos que se cometen con las Damas de Blanco. Y debe de haberle relatado con lujo de detalles el calvario de nuestro pueblo. Los que tanto se preocupan por llevar al mundo lo que ocurre en Cuba, deben saber que gracias a Gloria y Emilio Estefan, si no lo sabía, ahora está enterado el presidente Obama.
Miami
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