Se inicia el ciclo de la Fundación Castañeda

Panorama de la crisis en América Latina.

Con gran asistencia de público y un panel de lujo se discutió el martes pasado el presente y el futuro de América Latina bajo los auspicios de la Fundación Educativa Carlos M. Castañeda (FECMC) y el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano Americanos de la Universidad de Miami (ICCAS) en la Casa Bacardí. Fue el inicio del ciclo de cinco jornadas. Jaime Suchlicki, director del ICCAS, dio comienzo al acto, seguido de Tanya Castañeda, representando a la FECMC. La moderadora de las preguntas sería Lilian Castañeda, viuda del periodista Carlos Castañeda, fundador de El Nuevo Día de Puerto Rico y editor emérito de El Nuevo Herald.

EL CONO SUR

Guillermo Lousteau Heguy, presidente del Instituto Interamericano para la Democracia, doctor en Ciencias Jurídicas y ex director del Programa de Maestría en Ciencia Política de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), le dedicó su análisis al Cono Sur, lo que antes era el ABC, Argentina, Brasil y Chile, a lo que se añadió Uruguay y Paraguay. Son países de gran envergadura, que tienen sociedades civiles fuertes e instituciones con peso por sí mismas, afirmó, como los sindicatos, la prensa y las universidades. Las diferencias vienen del comportamiento de la sociedad civil, explicó: Brasil es un país aislado del resto de América, autosuficiente, con un proletariado democrático y nacionalista, con tasas de desarrollo muy positivas, y tasas de cambio y de interés bajas. La diplomacia brasileña es una cosa y los empresarios otra, dijo Lousteau. A nadie en Brasil le ha importado la política exterior, pero por primera vez sienten que pueden ser actores importantes en el mundo. Siempre han sido amigos de Estados Unidos, lo que ha demostrado que es posible ser líder mundial sin confrontar a EEUU.

Argentina tiene un fenómeno que es el peronismo, declaró Lousteau, ``que son como son y el resto trata de entenderlos''. Aunque este gobierno es mucho menos dictatorial que el primer gobierno peronista de la Argentina. Pero el tema de derechos humanos sigue vigente. Aunque no se caracteriza por su democracia, a diferencia de Venezuela, allí es manejable. ``Soy optimista acerca del futuro, quizás por deformación profesional, pero pienso que el tema de la democracia no está en decadencia en el siglo XXI'', concluyó Lousteau.

LOS PAISES ANDINOS

Pudimos adentrarnos en los países de la cordillera andina con Carlos Sánchez Berzaín, abogado experto en Derecho Constitucional, quien ha sido Diputado Nacional, ministro de la Presidencia, de Gobierno y de Defensa y embajador plenipotenciario de Bolivia, director ahora del Instituto Interamericano para la Democracia. Sus predicciones fueron más pesimistas, cuando discutió la situación de Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú. La crisis, dijo, está vinculada a la ausencia de democracia. Vio la influencia de Fidel Castro en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, controlados por el petrodólar, como la vuelta a un discurso antiimperialista de hace 50 años, aunque ya estamos en el momento de la globalización

Los efectos de esa influencia son: el apoderamiento de las comunicaciones, la destrucción del adversario político como enemigo, las elecciones cuestionadas por la tecnología del fraude, incluso la repetición del eslogan ``patria o muerte, venceremos''. Toda esa maquinaria se pone en marcha con el dinero de Venezuela. En Colombia, las guerrillas están financiadas por el dinero chavista, afirmó Sánchez Berzaín. Aunque allí hay una democracia sólida. Mientras que en Ecuador la democracia está destrozada. Perú se liberó del candidato castrista, la repudia fue pública. En Bolivia tal vez el avance autoritario es aún mayor, con las nacionalizaciones, las confiscaciones y los enjuiciamientos criminales para sacar a los disidentes del país. ``El futuro es oscuro en este país intervenido por Chávez y Castro''. Chile parece un país europeo, no tiene nada que ver con el resto de los andinos; aunque haya gobiernos de izquierda, respetan las elecciones.

VENEZUELA Y CUBA

Finalmente, Carlos Alberto Montaner se concentró en las próximas elecciones de Venezuela y su relación con la situación de dependencia que tiene Cuba. Este trabajo se publicó el domingo en la sección Séptimo día de El Nuevo Herald, De Montaner a Montaner. En breve: aunque Venezuela ayuda a Cuba económicamente, la absoluta falta de liquidez hace que empresarios extranjeros en la isla o exportadores que le venden a Cuba no confíen en su crédito. Si Venezuela no ayudara: ``Cuba volvería al Paleolítico; sería peor que cuando perdió el subsidio soviético a principios de los 90''. Venezuela se le ha mantenido fiel a Cuba, porque el gobierno aporta inteligencia militar y manipula la electrónica de los resultados electorales desde la isla. Pero ahora Raúl Castro trata de encontrar créditos en Estados Unidos, porque no quiere depender de manera tan decisiva del gobierno precario de Chávez, a quien no respeta.

olconnor@bellsouth.net

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