Publicado el miércoles, 12.15.10
By NICOLAS PEREZ
Ileana Ros-Lehtinen es una exiliada cubana miembro del Congreso de Estados Unidos. Su padre fue alguien importante a principios de la lucha contra el castrismo. Ahora Enrique Ros dedica su tiempo a escribir libros sobre momentos significativos de esta interminable saga cubana. El padre de Ileana es inquisitivo, supongo se hace continuas preguntas a sí mismo, y si te interroga, lo hace tratando de saber lo que piensas pero no dices. Cerrando esta percepción es hábil para con toda su importancia pasar desapercibido. Probablemente Enrique es el creador político de Ileana. No hay satisfacción más grande que ser el creador de un hijo que triunfe.
Ileana es una mujer extraordinaria, y quien lo discuta en Miami resbala en intereses, imprecisiones o envidias. En enero ella será la presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, uno de los cargos más importantes del gobierno norteamericano. Ha llegado ahí por su coraje y agallas. Y va a comenzar a influir muy pronto, en ocasiones decisivamente, en todo lo que ocurra a nivel mundial, por eso los Castro la odian, y porque ellos la odian, yo la admiro y respeto.
Cuba es el tema donde Ileana pone todo el acento de su poder en el Congreso. Pero se ha mantenido activa defendiendo a los inmigrantes. Y ante toda causa hispana amenazada, salta a la arena para proteger la fuerza de su sangre frente a los afilados cuernos de la derecha paleolítica de su propio partido.
Y es que Ileana aunque es casi perfecta tiene un pequeño defecto: es republicana. Piensa como republicana. Vota como republicana. Defiende a los grandes bancos, las grandes compañías de seguros y a Wall Street, como la mayoría de los miembros de su partido. Sin embargo, no es una extremista, no pertenece al Tea Party. Es cautelosamente moderada, lo que la convierte en alguien extremadamente peligrosa para sus enemigos.
Sólo que, vuelvo a repetir, es republicana, y su deseo de que Barack Obama no repita en la Oficina Oval de la Casa Blanca en las próximas elecciones presidenciales la obliga a hacer declaraciones irreflexivas que están a millas de distancia de su acostumbrada sensatez y buen juicio. Ileana acaba de declarar que la política de Obama hacia La Habana ``es un fracaso''. Creo que las evaluaciones que hace la congresista exiliada sobre el Medio Oriente, Irán o Corea del Norte pueden ser brillantes, pero las que hace sobre Cuba son conclusiones mentales fallidas cegadas por la pasión.
Porque le pregunto a nuestra congresista dos cosas: la primera es cuál es la política de Obama hacia Cuba, que me la explique, que me la detalle, que me la desmenuce, porque la intuyo pero no la afinco con exactitud. Creo que Obama sólo ha asumido ya hasta el cogollo que ni con Fidel ni con Raúl Castro puede haber ningún acercamiento real a Cuba mientras sigan vivos. Obama también es partidario de no aislar a Cuba por completo y dejar canales abiertos para en el momento oportuno dialogar con los que sustituyan a los hermanos Castro en el poder. Tampoco quiere para la isla una guerra civil. La guerra de Obama es contra Fidel y Raúl, no con sus sucesores ni contra el pueblo de Cuba.
La declaración de mi admirada Ileana intentando desacreditar a Obama tampoco va a ningún lado. Se lo decía a José García Díaz ``Tolito'', partidario de Sarah Palin y del Tea Party en un brunch en casa de Manino Gómez el domingo pasado. Obama está en un mal momento. Y es que el Partido Demócrata en sus despistes tiene tendencias suicidas. Su último acto de autodestrucción fue reelegir a Nancy Pelosi como su dirigente en el Congreso. Pero no obstante las próximas elecciones las gana Obama, que según sus enemigos no nació en Estados Unidos, es incoherente, musulmán y comunista. Y las va a ganar porque por lo mismo que él ha cargado con todas las desgracias de la economía norteamericana en los últimos dos años, los republicanos, controlando el Congreso, van a cargar con todas las desgracias de esa misma economía en los próximos dos. Por otra parte, porque Sarah Palin con sus cacerías de osos, enorme carisma, errores geográficos y analfabetismo político, no va a permitir que los republicanos se nucleen al lado de algún republicano potable al estilo de Mitt Romney o Mike Huckabee.
Los extremismos son la tumba de las naciones. En 1905 el Partido Social Demócrata ruso iba por buen camino para desarrollar las riquezas del país a través de la libre empresa y la democracia hasta que vino el enfrentamiento entre Julius Martou y Vladimir Ilich Lenin, y el extremismo bolchevique, dando un viraje hacia una izquierda endemoniada, llevó al país al despeñadero. El extremismo de Hitler acabó con Alemania y el de Castro con Cuba. Personalmente no lo creo, las instituciones norteamericanas son inconmovibles, ¿pero el derechismo absurdo del Tea Party y de Sarah Palin no podrían perjudicar de un modo bien serio a Estados Unidos más temprano que tarde?
Personalmente, creo que no sólo el Partido Republicano sino el país necesita muchas Ileana Ros y sólo un chin de Sarah Palin.
Nicop32000@yahoo.com
http://www.elnuevoherald.com/2010/12/15/853858/nicolas-perez-ileana.html?story_link=email_msg#ixzz18ExetdEA
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