By OSCAR PEÑA
Estamos en diciembre, último mes del año y tiempo de reencuentros, Navidad, fiestas y alegría mezclada con mucha nostalgia, pero también son días suaves para reflexionar profundamente, hacer rectificaciones y nuevas proyecciones. Una vida sin reflexión no es una vida de seres pensantes. Esta época ayuda a abordar asuntos complicados. Por ejemplo: preguntarnos si existe el cubano perfecto. ¿Son los que están en Miami los cubanos perfectos o los que están en Cuba? ¿Son los disidentes ciudadanos perfectos o los del régimen? La verdad es que el lector no debe meditar en ello. Las preguntas son innecesarias. Las he utilizado para hacernos ver la verdad. Y aunque algunos cubanos se crean que son perfectos no es cierto. No existe en ningún lugar del mundo el ser humano perfecto. Todos somos falibles, con defectos y virtudes.
En este tema la diferencia entre seres humanos solo radica en el convencimiento de la imperfección humana y en la conciencia y sacrificio que pone cada uno en mejorarse. Por ejemplo: conoces a una persona que proclama luchar contra lo mal hecho y que es muy sensible para ver la descomposición moral de los otros, pero incapaz de verla en él, donde lo mal hecho le parece normal. Adolfo Hitler se consideraba perfecto. El cubano Fidel Castro también es un magnífico ejemplar negativo. Hace críticas y reflexiones sobre los problemas de otros países y personas y nunca sobre los suyos, que han sido innumerables, además de llevar encaramado encima del pueblo cubano más de medio siglo. Miel de poder permanente para él, para otros no.
Tampoco es ``cubano perfecto'' el ciudadano que en la isla solo vive el presente como le ha sido impuesto sin preocuparse por nada. Creen que todo ha de llegar sin hacer. Tapan sus miedos esgrimiendo que no opinan porque no son políticos. Todo le es indiferente. No les interesa mucho valorar lo que es bueno y lo que es malo. Pueden ser motores de cambio pero nunca arrancan. Su frivolidad ante los problemas del país los hace uno de los aliados básicos del largo sistema cubano. Son presentes-ausentes.
También existe en el panorama cubano quien se considera el ``exiliado perfecto'', que solo valora su vida y son detractores de las generaciones posteriores o de los que no se fueron de Cuba. Viven atados a su pasado sin contemplar la realidad. Tiran su ancla en aquellos viejos recuerdos y apegados a ellos no se dan la oportunidad de asumir las nuevas circunstancias de su patria de nacimiento u origen y ser útil y efectivo a ella. Son solo memoria. De ellos no salen cosas nuevas. Tampoco es ``cubano perfecto'' el que solo vive haciendo diseños para el futuro, pero no actúa con pragmatismo para construirlos. Edifican la nueva Cuba en la imaginación pero no tienen tolerancia y buena voluntad para alcanzar sus ideas. Solo conciben caminos radicales, rectos y rápidos que son muy costosos. No saben aprovechar los agujeros, resquicios y ventanas que tienen las dictaduras, que tampoco ninguna es perfecta.
Esta reflexión ha sido producto de experimentar posiciones extremas en diferentes análisis y programas que participo y observo sobre la situación cubana. En las autoridades del régimen y sus voceros se nota que para las evaluaciones del adversario solo usan los colores blanco y negro. Son tajantes y excluyentes.
Tristemente para Cuba --con pocas excepciones-- los adversarios del régimen calcan esos métodos y valoran a todos los que están dentro del régimen igual que los califican a ellos. Eso es lo que se denomina un círculo vicioso que no avanza nunca. Hace poco elogié algunas acciones positivas de Mariela Castro y provoqué rabia en algunos. Igual ha sucedido cuando resalto el papel de Gorbachov como un factor serio de inicio del cambio en los países totalitarios. Hace solo unos días elogié unas declaraciones dentro de Cuba del funcionario Alfredo Guevara y del otro lado hubo casi enojo. Por favor, entiéndanse que los reformistas cubanos aunque estén vestidos de comunistas y de verde olivo, son una vía de solución. Extingamos los cubanos el marabú de Cuba y de
Elnuevoherald.com/2010/12/03/847472/oscar-pena-el-cubano-perfecto.html#ixzz174Sjz1DQ
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