Publicado en El Nuevo Herald 2/21/2011
En el discurso anual del estado del Condado, el alcalde Carlos Alvarez defendió a capa y espada sus decisiones, diciendo que de nada se arrepiente. Posiblemente sea así, pero lo que no se le puede perdonar es que aumentara los sueldos de los burócratas del Condado. En lo que si puede que tenga razón es en aumentar los impuestos, para así evitar despidos y cortes en beneficios a la comunidad.
Esta comunidad cometió un gran error en aprobar el ``alcalde fuerte'' y se reeligió a Alvarez para que manejara los distintos departamentos, pero en verdad es el administrador y la gran cantidad de asistentes demasiado bien retribuidos los que manejan indebidamente el Condado. Cometimos un error con lo del alcalde fuerte, y ahora estamos cometiendo un gravísimo error en seguir las pautas del millonario Norman Braman, que tiene gran interés en cambiar la carta del Condado para quitarle representación a la comunidad hispana. Ya declaró que se debe reducir la Comisión y que no se elijan por el voto por distrito sino por todo el condado, restando elegibilidad a los hispanos.
La comunidad se ha dejado inducir a la costosa revocatoria, pero hay algo preocupante: Alvarez y dos comisionados a los que recogieron firmas para revocarlos son hispanos, los activistas de Miami Lakes no han recogido firmas para los otros comisionados que votaron a favor del presupuesto, y ese presupuesto no será cambiado por la revocatoria.
Cometer un error es de humanos, evitar otro es de sabios.
Darío Miyares
Miami
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