Flexibilizan medidas económicas impuestas al régimen castrista

Por José Vargas

Cada vez que se flexibilizan algo las medidas económicas impuestas al régimen castrista, comienzan las protestas de algunos de los ya tan obsoletos como pasados de moda autoproclamados “lideres del exilio”. Que si esta administración le esta dando oxigeno al régimen. Que si está evitando la democratización del país. Si pretendiesen ajustarse a la realidad, debían poner “el grito en el cielo” con respecto a la política del exilio con respecto a la economía del régimen cubano. Señores, la comunidad cubana en este país, que sobrepasa los dos millones, es la industria más importante y fructífera con que cuenta el régimen castrista. Llevamos décadas sosteniendo al régimen que decimos pretender derrocar. Sin la ayuda del exilio, ya Castro y su nefasto sistema comunista en la isla fuesen solo historia. Y así y todo, algunos se atreven a criticar esta o cualquier administración por flexibilizar en algo los viajes y remesas a la isla. Los que envían las remesas son cubanos y no son precisamente irlandeses los que viajan a la isla desde este país. Solo un ejemplo: el año pasado, 324000 cubanos residentes en EE.UU. viajaron a Cuba. Haciendo un cálculo muy conservador de $3000 de gastos por cada uno, equivale a $972 millones solo en viajeros. Casi un billón de dólares por el amor de Dios. Añádase a esto la cantidad de paquetes que se envía desde el exilio día tras día más los millones de dólares que enviamos mensualmente a los familiares y ello nos debe dar una buena idea de lo que representa el exilio para el régimen. Lo único que hemos hecho en este largo exilio, pues salvo Girón en 52 años no se ha intentado siquiera establecer un frente en la isla con el propósito de derrocar el castrismo, ha sido enviar dólares para ayudar a nuestros familiares, pero que han contribuido al sostenimiento de la dictadura castrista. La emprenden contra cualquier administración de este país cuando los únicos culpables somos los cubanos del exilio. En los políticos se entiende, pues no pueden enfrentar una comunidad que les representa votos. Pero los que no son políticos y dicen representar al exilio, antes de protestar por alguna flexibilización de las medidas hacia Cuba debían considerar lo arriba expuesto y al menos por pudor ni mencionarlas. Igual que la caridad, la recriminación debe empezar por casa.


José Alberto Vargas