By BARACK OBAMA
Publicado en El Nuevo Herald 3/19/2011
En semanas recientes, hemos visto que los disturbios y las tragedias que ocurren alrededor del mundo pueden afectar nuestra propia prosperidad y seguridad; que los sucesos en el extranjero a menudo tienen implicaciones en todo, desde la bolsa en Wall Street hasta el presupuesto familiar. Comoo nación continuaremos haciendo todo lo posible para promover la estabilidad y democracia en el Oriente Medio y ayudar a la gente en Japón a recuperarse del devastador terremoto y tsunami.
Pero en este mundo cada vez más interconectado y extremadamente competitivo, nuestra principal prioridad debe ser generar y preservar nuevos empleos y nuevas oportunidades para nuestro pueblo.
Ultimamente hemos visto indicios de que vamos por buen camino. La economía agregó casi un cuarto de millón de empleos nuevos en el sector privado el mes pasado, y la tasa de desempleo es la más baja en casi dos años. Y para hacer que ese progreso continúe debemos seguir compitiendo por cada empleo nuevo, cada sector industrial nuevo y cada mercado nuevo en el siglo XXI.
Esa es una de las razones por las que viajo a América Latina esta semana: para mejorar nuestra relación económica con vecinos que están desempeñando una función cada vez mayor en nuestro futuro económico.
Casi 600 millones de personas viven en América Latina. La economía de la región creció aproximadamente 6 por ciento el año pasado. Se tiene previsto que del 2010 al 2015, crezca 30 por ciento. Y a medida que estos mercados crezcan, también aumentará la demanda por productos y servicios, los cuales, como Presidente, quiero asegurarme de que se fabriquen en Estados Unidos de Norteamérica.
Cada $1,000 millones que exportamos apoya más de 5,000 empleos en este país. Por eso, el año pasado, fijé un objetivo para este país: aumentar al doble la exportación de productos y servicios para el 2014. Estamos en vías de alcanzar ese objetivo: las exportaciones aumentaron 17 por ciento en el 2010.
El impresionante crecimiento que hemos visto en América Latina en años recientes es bueno para los pobladores del hemisferio y es bueno para nosotros. Gracias en parte a nuestros acuerdos comerciales en toda la región, ahora exportamos tres veces más a América Latina que a China, y nuestras exportaciones a la región --que aumentan más rápido que nuestras exportaciones al resto del mundo-- pronto respaldarán más de dos millones de empleos aquí en Estados Unidos.
Inicio mi viaje con una visita a Brasil para trabajar con su nueva presidenta, Dilma Rousseff, a fin de reforzar la relación entre las dos principales democracias y economías del hemisferio. Brasil tiene aproximadamente 200 millones de pobladores, una clase media cada vez más numerosa, ingresos per cápita que crecen casi siete por ciento al año, e importa más productos y servicios de Estados Unidos que de cualquier otro país, principalmente productos industriales y de alta tecnología, desde aviones hasta sustancias químicas y componentes para la energía limpia. En 1990, Brasil ocupó el 16to lugar entre los mercados para nuestros productos. El año pasado, ocupó el 8vo. En el 2010, nuestras exportaciones a Brasil aumentaron más de 30 por ciento y superaron los $50,000 millones, lo que respalda más de 250,000 empleos aquí.
En Brasil, me acompañarán cientos de empresarios de ambos países en un foro sobre formas de generar empleo y reforzar estos lazos económicos. Eso es beneficioso para grandes empresas estadounidenses como Sikorsky, cuyas ventas de helicópteros a Brasil ayudan a mantener una numerosa y capacitada fuerza laboral en Connecticut, Alabama y Pensilvania. Es beneficioso para pequeñas empresas como Rhino Assembly en Charlotte, Carolina del Norte, que provee y repara herramientas de ensamblaje del sector aeroespacial y automotor, cuya reciente relación con un distribuidor en Brasil ha resultado en nuevas ventas y empleados aquí. Y es beneficioso para las compañías brasileñas que invierten en Estados Unidos. De hecho, en el 2008, subsidiarias estadounidenses de firmas brasileñas emplearon a más de 42,000 personas en Estados Unidos.
También nos dedicaremos a reforzar nuestra relación en materia de energía. Brasil tiene reservas de petróleo recientemente descubiertas que podrían ser mucho mayores que las nuestras, y ya que procuramos aumentar nuestro suministro de energía segura, estamos deseosos de forjar una alianza estratégica con respecto a la energía. También continuaremos compartiendo el liderazgo mundial en crecimiento económico respetuoso del medio ambiente y energía limpia, lo que incluye de todo, desde biocombustibles hasta energía renovable, como la eólica y solar. Como sede de la Copa Mundial del 2014 y las Olimpiadas del 2016, se tiene previsto que Brasil invierta más de $200,000 millones en mejoras de infraestructura, un sector en el cual Estados Unidos está listo para ser su socio.
Luego, viajaré a Santiago de Chile, donde se calcula que la economía creció más de 5 por ciento el año pasado y se prevé que crezca incluso más este año. Desde que el Tratado de Libre Comercio con Chile entró en vigor en el 2004, nuestras exportaciones de productos allá han aumentado 300 por ciento, lo que actualmente respalda aproximadamente 70,000 empleos en Estados Unidos. Trabajaremos con Chile para afianzar esa relación y hacerles frente a otros desafíos comunes, tanto económicos como hemisféricos y mundiales.
Finalmente, visitaré El Salvador, país con el que compartimos no sólo una relación económica y comercial con gran potencial de crecimiento, sino también estrechos lazos por medio de uno de los grupos hispanos más populosos de Estados Unidos.
Nos une a nuestros vecinos en el continente americano una historia, valores e intereses comunes. Lo que trasmitiré esta semana es que somos socios dedicados al progreso. Reforzar estas alianzas aumentará la prosperidad y seguridad común de todos nuestros pobladores, al generar nuevos empleos y nuevo crecimiento en todo el hemisferio, y contribuir a que nuestra economía siga siendo el motor que impulsa a nuestro pueblo y genera oportunidades para todos.
Presidente de Estados Unidos.
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