Por Amelia M Doval
dovalamela@ yahoo.com
La oscuridad del día cae a gotas sobre Miami, el misterio de lo desconocido se transforma en cotidiano cuando se logran destruir las barreras de la incomunicación social. Se componen ilusiones, mientras puedan renacer nuevos nombres, con añejos sentimientos y diferente manera de expresarlos.
Los amantes del jazz tuvieron un regalo doble este fin de semana. Cuba Ocho, regaló un festival de grandes, mientras el viernes se estrenaba Renoir Rodríguez, un cubano que irradia virtuisismo, en el Grand Center con su fabuloso disco Innocence. Melodias que dejan la respiración truncada y el deseo de continuar escuchando.
Los adoradores de la música melodiosa y dulce al escuchar la trompeta del fabuloso hombre, que esconde detrás de su humildad, un talento de inmensas proporciones, quedaron extasiados. Los seguidores de Renoir, como yo, nos sorprendimos de su talento más allá de lo cotidiano, más cerca de lo sublime.
En mi camino hacía el encuentro con la magia, avanzaba sobre un mundo sorprendentemente ajeno, un submundo desconocido para aquellos que descolgamos la ropa del closet y limpios de ultraje, nos dejamos rociar por el perfume de la noche.
El Grand Center, en el corazón mismo del abandono social, se codea con la opulencia, no se distrae ante el arte de resurgir el talento. Con su fachada cargada del desenfado de sus calles laterales, interior de almacén y un corazón con voz de trueno, nos llenó de esperanzas, nos gritó la necesidad urgente de seguir haciendo y dejó claro que no importa el lugar sino el talento.
Renoir Rodríguez, se lució con una maravillosa Venezia per te, entrega de alma e intimidad, una melodía para repetir sin descanso. El disco reclama un silencio que beneficie la paz y el amor. Innocence, es un tratado para todos, cada instrumento tiene su derecho propio para expresarse, siempre recurriendo a la constante presencia de la trompeta respetuosa y sublime, amiga. Es la suavidad de un arte magestuosamente expresado, capaz de ofrecerte la mano y llevarte al mundo de los sueños.
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