David Rivera nació en New York

Por José A. Vargas

David Rivera nació en New York. No ha visto Cuba ni en sueños y le importa lo que allá ocurre tanto como a este servidor le importaba lo que sucedía en Estambul cuando era Constantinopla. Sin embargo, en vez de dedicarse a servir los intereses de los que lo eligieron al escaño que hoy ocupa, el representante republicano se mantiene ocupado con la cuestión cubana solo buscando popularidad política dentro de nuestra etnia. Y en su desafuero, ni se da cuenta que su posición es contraproducente para sus intereses politicos pues como se ha visto, la gran mayoría de los cubanos no está de acuerdo con las restricciones a viajes y remesas que Rivera pretende imponer. Muestra de ello es que no han disminuido las remesas a los familiares en Cuba y que 300,000 cubanos viajaron en el 2010 a la isla a verlos. Fidel Castro, por intereses políticos igual que lo hace David Rivera, hizo todo lo humanamente posible por crear discordias y separar la familia. No podía el dictador cubano tener mejor aliado para ello en el exilio que el representante David Rivera. Aquí cabe aquello de “Dios los cría y el diablo los junta”.