Por Elsa I. Pardo
El panorama político en el condado y algunas ciudades como Miami y Hialeah se ha convertido en un desorden político. Todo empezó con el revocatorio del ex alcalde Álvarez por subir los impuestos y salarios. Hoy, los alcaldes están siendo amenazados, viven con zozobra y no es para menos.
Pienso que el alcalde de la ciudad de Miami, Tomás Regalado está atravesando un período muy difícil. Todo empezó muy bien, fue el primero en dar el ejemplo, al rebajarse el 36% de su salario. Creo que todos deberíamos sacrificarnos en tiempo de crisis y así ahorrarle gastos a una ciudad con un gran déficit y con un 84% del presupuesto para salarios y beneficios. Después, el alcalde de Hialeah y del condado hicieron lo mismo, se rebajaron sus sueldos.
Regalado ha contratado más bomberos para evitar tener que pagar de $25.000 - $60,000 en seis meses en“overtime”, ahorrando $3, 000,000. Recientemente, se instalaron las cámaras en el Estado de la Florida, aunque no han producido lo que se esperaba, se han reducido los accidentes en un 24% en la ciudad de Miami. Regalado informo que la empresa Swire comenzará en los próximos meses un proyecto de $800 millones, el Brickell Citi Center, que generará 1,400 empleos a la industria de la construcción en los próximos cuatro años y una vez finalizado, dará empleo permanente a 3,800 miamenses. Además, aportará $4 millones en impuestos a la propiedad en la ciudad de Miami. También el Grupo Genting ha invertido $236 millones en la compra de los terrenos del Miami Herald y planea la construcción de un complejo cuya inversión podría alcanzar los $3,000 millones. Hay muchos proyectos más, como el todavía no anunciado en el distrito del diseño y la compra del edificio Lanford por $8 millones, para ser remodelado y convertido en un hotel de 148 habitaciones. Este proyecto creará 250 puestos de trabajo permanentes.
El alcalde Regalado ha reducido los salarios a los empleados de la ciudad para no subir los impuestos ni hacer despidos. Regalado ha hecho un buen trabajo en año y medio. No es una cara nueva, lo conocemos hace años, recordamos que trabajó 12 años en la Casa Blanca, siempre ha sido buen comunicador y un alcalde honorable.
El caso del alcalde Álvarez fue un proceso legal, justificado. Si continuamos amenazando a los políticos con el “recall” que está de moda, por cualquier cosa o por un error humano, los votantes no sólo estarán decepcionados por la corrupción política en medio de una crisis sin aparente solución, sino que tampoco confiarán en el sistema electoral democrático. Y como si fuera poco, no dejarán que ningún político pueda gobernar, ante tantas amenazas. Lo peor de todo es que este desorden político se convierta en una anarquía.
Elsa I. Pardo
Miami
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